El periodista Xuan Cándano, exdirector y fundador de la revista Atlántica XXII, mantuvo una buena amistad con Jaime Herrero desde que se conocieron en los años 80 en el Centro de TVE-Asturias, donde ambos trabajaban. En “La extraña tribu de las manos limpias”, un diario sobre los días del confinamiento por la pandemia de la covid-19 recientemente publicado por Cándano en la colección “La última canana de Pancho Villa”, Jaime Herrero aparece citado y descrito en la página 19, en la referencia al día 21 de marzo. Reproducimos a continuación ese párrafo, en memoria del pintor fallecido:
“Me llama Jaime Herrero. Lo había llamado yo hace un par de días y me parece que se aferra a mi como un naúfrago a un salvavidas. Eso pretendía exactamente cuando me acordé de su desvalimiento en estos tiempos de guerra sin tiros ni treguas. Jaime es un pintor que ya no pinta, un bohemio elegante, un tipo divertido y locuaz, un conversador viejo que ya no tiene con quien conversar. Fuimos compañeros en la tele, traté mucho a su cuñado Nacho Martínez, gran actor, y también a su mujer, Coté, la gravedad sobre la que se sostenía Jaime. Admiro mucho su entereza y su humor, las armas con las que afrontó las más terribles adversidades que te puede dar la vida, perder a su único hijo de 18 años y hace no mucho a Coté, al poco de jubilarse como bibliotecaria de la Universidad. Creo que estas llamadas de Jaime se van a hacer habituales. Normal. Jaime es anarquista, aunque no lo sepa, y a esto se le llama practicar el apoyo mutuo del príncipe Kropotkin”
