“Se dice que quince años de trabajo a turnos quitan cinco años de vida”

La enfermera Concha Llistó consiguió que el Senado aprobase la jubilación anticipada para los trabajadores por turnos, pero sigue luchando para que se aplique en el sector sanitario.

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Bernardo Álvarez
Bernardo Álvarez
Graduado en psicología y ahora periodista entre Asturias y Madrid. Ha publicado artículos en ABC, Atlántica XXII, FronteraD y El Ciervo.

Concha Llistó Martínez, a sus 61 años, lleva cuatro décadas trabajando a turnos como enfermera. Ahora lo hace en el Hospital Valle del Nalón, donde en 2016 decidió iniciar una campaña y una recogida de firmas por una jubilación anticipada para los trabajadores a turnos. Ante la pasividad de los sindicatos, Llistó se lanzó por su cuenta a la batalla y, a los pocos meses, su voz llegó al Senado a través de Oscar Guardingo, de En Comú Podem.

Aunque el Senado aprobó la medida, y distintos sectores se acogieron a ella, en el sector sanitario aún no se ha aplicado. Llistó, “muy cansada” de su lucha en solitario, sigue creyendo que “hay base para que esto salga adelante, pero hace falta voluntad”.

¿Cuáles son los horarios que tiene en una semana normal?

Trabajo dos mañanas, dos tardes y dos noches. Y eso ahora, porque he hecho turnos de 5 noches seguidas y todo tipo de turnos. El turno que tengo ahora es el mejor que he tenido en los cuarenta años que llevo trabajando por turnos. Yo terminé la carrera en Valencia y, un mes después, ya estaba trabajando así en el Ramón y Cajal de Madrid. 

¿Qué efectos sobre la salud tiene el trabajo por turnos?

Hay numerosos estudios que hablan de alteraciones cardiovasculares, problemas de diabetes, de obesidad…Oí una vez una frase en una charla que resume muy bien el problema: El trabajo a turnos o nocturno es un agravante general de todas las condiciones de trabajo por alteraciones psíquicas y físicas de la persona. 

¿Qué consecuencias sobre su salud ha notado tras cuatro décadas trabajando a turnos?

Para mí dormir es un problema, pero a cada uno le afecta de una manera. Pero yo no quiero un turno fijo de mañana, que es lo que todo el mundo quiere. Yo llevo toda la vida en turnos, y todo en mi vida lo he hecho con turnos, y así quiero seguir. Pero quiero una jubilación anticipada, que por cierto está contemplada por la Organización Internacional del Trabajo y otros organismos. 

Se dice que quince años de trabajo a turnos quitan cinco años de vida. El trabajo a turnos, según la IARC (International Agency for Research on Cancer), es un cancerígeno del nivel 2A. En 2019 ratificaron de nuevo esta decisión en base a numerosos estudios.

A nivel nacional, en el Hospital de León están haciendo un estudio sobre la incidencia del cáncer entre el personal. Y hay muchísimo cáncer de mama entre las compañeras. En nuestro hospital contamos más de 40. Es algo que se sabe.

“El trabajo a turnos es un agravante general de todas las alteraciones psíquicas y físicas de la persona”

¿Cuánta gente trabaja por turnos en España?

Un 20 o 30% del total de trabajadores lo hace por turnos, y es algo que está aumentando. Cada vez hay más sitios con 24 horas de trabajo. Hay sectores en los que es fundamental, como el sanitario, pero cada vez hay más sitios abiertos 24 horas.

¿Cómo afecta este horario a la conciliación familiar?

Nuestra conciliación familiar es prácticamente imposible. Ante cualquier acontecimiento familiar, lo primero que haces es ir a ver la cartelera para ver si trabajas. Porque da igual que sea un sábado o un domingo. Cuando te toca, te toca. Los que viven con nosotros, marido e hijos, están acostumbrados a esta forma de vida. El calendario que tenemos puesto en la cocina está con mis horarios puestos, para que sepan cuando trabajo.

Está claro que todos queremos servicios 24 horas, pero hay que pensar en los que trabajamos, que también tenemos familia. Trabajar a turnos afecta a muchísimas partes de nuestra vida, y la gente no se da cuenta.

FOTO: Iván G. Fernández

¿Cuál es su petición?

Yo pido un coeficiente reductor para la jubilación, igual que tienen mineros, industrias químicas y otros sectores. ¿Qué quieren, que lleguemos a los 67 años trabajando de noche? Otro dato es que la mayoría de accidentes más graves, como el de Chernobyl, se han producido en turno de noche. 

Estamos regulados por el ciclo circadiano, que es el de noche y día. Hay muchas funciones que las regula ese ciclo, y al final somos un peligro para los demás. Yo tengo 61 años ahora, y los llevo más o menos bien, pero no me imagino en una persona de 65 o 66 en una fábrica de coches de madrugada. Somos un peligro. Tus facultades no están igual, no tienes la misma capacidad de reacción. Trabajar de noche supone cambios, y cuanta más edad se tiene más te cuesta adaptarte a esos cambios. 

En 2017 el Nobel se lo dieron a tres científicos que estudiaron el ciclo circadiano y las consecuencias que tiene alterar ese ritmo. Es algo que se sabe de sobra, y en el Estatuto de los trabajadores está contemplado. Cuando hablan de penosidad, se dice que se tendrá en cuenta la nocturnidad y el trabajo por turnos.

Pero las cosas se hacen para los decretos, y luego ahí quedan. Cuando se habla de peligrosidad parece que se refiere solo al trabajo masculino, que exige mucha carga y esfuerzo físico. Sin embargo, en el sector sociosanitario, donde la mayoría somos mujeres, no se contempla. Se valora solamente si hay esfuerzo físico.

Me cabreaba ver que los sindicatos no daban solución, aunque lo sabían. Así que un día, cuando salía del hospital por la noche, pensé: “¿y si inició yo una petición?”.

“El 20 o 30% del total de trabajadores en España trabaja por turnos, y es algo que está aumentando”

¿En qué ha consistido su campaña?

Lancé esto en Twitter en 2016 y más tarde en Facebook. A través de Twitter contactó conmigo un senador que ya no está en el cargo, Oscar Guardingo, de En Comú Podem, que trabaja en la SEAT por turnos. Me pidió que le pasase estudios sobre el tema para presentarlo en el Senado. 

Y lo presentó en la Comisión de Empleo del Senado, donde se aprobó por mayoría de todos los partidos políticos. Yo aluciné. Se presentaron como veinte sectores-de bomberos, portuarios, policías…-que se acogieron a ello. La policía portuaria de Bilbao, por ejemplo, se acogió a ello. Pero para Sanidad no lo presentó nadie. 

Yo hablé con los delegados sindicales de mi hospital y hablé con SATSE, que era mi sindicato, pero no hacían nada y me di de baja del sindicato tras un montón de años.

Yo seguí compartiendo y la cosa parecía que iba bien, pero llegó un momento en el que se paró. Hasta que la CSI se puso en contacto conmigo. Fue una alegría, porque vi que al fin alguien me apoyaba. Fue por ellos por los que empecé a dar charlas en los hospitales, aunque con la pandemia ha quedado todo parado.

En el Parlamento Asturiano está aprobada una Proposición No de Ley. Yo me reuní con todos los partidos, en la anterior legislatura, y todos entendieron el problema. De cara a la galería todo salió bien, y se aprobó la PNL. Pero, claro, esp no significa nada y no es vinculante.

¿Cuántas firmas ha recogido en estos cinco años?

Más de 82.000, pero eso tampoco significa nada. Lo que me sirvió fue compartir mucho en redes sociales y que se conozca el problema en todas partes. Pero yo con mis firmas no voy a conseguir nada. Ojalá pudiese ir a Madrid, llevárselas a Yolanda Díaz y olvidarme ya de este tema. Porque, la verdad, después de cinco años estoy muy cansada de esto. Hay muchísima base para que salga adelante, pero hace falta voluntad.

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