Durante toda la mañana, diversas personas del mundo del arte digital, la filosofía y el periodismo se han congregado en las jornadas de Laboral Centro de Arte, que han versado sobre ‘La democracia algorítmica: ¿Cómo se relaciona la Inteligencia Artificial con nuestro sistema democrático?‘. El proyecto cuenta con la cofinanciación del Programa Europa Creativa de la Unión Europea, además de ser promovida y financiada por la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo.
La primera charla de la jornada tuvo forma de taller, impartido por la artista electrónica Mónica Rikic y el ingeniero interactivo Román Torre. Ambos expusieron una vista general de la historia de la tecnología y el arte en conjunto, desde el entusiasmo de los años 90 de la mano del Manifiesto Cyborg de Haraway, la declaración de independencia del ciberespacio y otros acontecimientos que configuraron una atmósfera de “intención de repensarnos mediante nuestro nuevo lugar de libertad: internet”. Esta “cultura hacker”, que llevaba la promesa de la democratización de las herramientas digitales en la producción artística, ha sufrido una pérdida de control de tales herramientas. “¿En qué momento la técnica ha dejado de ser una herramienta para pasar a ser un ente gobernado y autónomo?”, se preguntan los ponentes. La cuestión estriba en “el otro sujeto tecnológico“: de qué forma los seres humanos podemos interactuar sin que la tecnología y las nuevas inteligencias artificiales suplanten aquello que nos hace, precisamente, seres humanos.
Mónica Rikic y Román Torre, en la charla de Daniel Innerarity. Foto: Tania González
La perspectiva política y deliberativa de las tomas de decisión en la época de las inteligencias artificiales fue el tema que Daniel Innerarity, catedrático de filosofía política, investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco y director de su Instituto de Gobernanza Democrática. En su charla, transmitida online, ‘La democracia de los algoritmos’ abordó tres cuestiones: la gobernanza, la democracia y la igualdad en la era digital. La tesis principal de Innerarity es que la democracia, a diferencia del mercado, no es una mera agregación de decisiones individuales, ya que incluye elementos dinámicos de ruptura con el pasado. Y las inteligencias artificiales no están en condiciones de ser elementos de este tipo, sino todo lo contrario: los algoritmos consisten en el registro de datos sobre preferencias, por lo que tienen un cariz conservador. El feminismo ha sido un ejemplo histórico de deseo y aspiración de cambio de preferencias colectivas, imposible de comprender desde los algoritmos.
Sin embargo, a pesar de esto, los algoritmos son dispositivos clave para la consecución de múltiples objetivos en nuestras sociedades. No obstante, esta optimización de objetivos preestablecidos contrasta con la política democrática, cuya función es la de abordar esos mismos objetivos y las decisiones. Es por ello que Innerarity considera que “ningún dispositivo digital puede ahorrarnos la discusión sobre las decisiones que nos afectan como sociedad”.
Marta Peirano. Foto: Tania González
La periodista Marta Peirano, fundadora de CryptoParty Berlín, una iniciativa alrededor de cuestiones sobre privacidad y seguridad en internet, expuso algunas de las paradojas que el mundo de los datos ha tenido en los últimos tiempos. En su ponencia, ‘A propósito dr la nube’, puso el foco en el problema de la asimetría respecto de aquellos algoritmos que tratan con nuestros datos y de los gobiernos detrás de los mismos. El aislamiento, el contenido infinito y la velocidad frenética constituyen el diseño de unas tecnologías que “nos enganchan día y noche”, cuya desembocadura es el asalto al Capitolio. Estas paradojas surgen en un momento en el que estas plataformas digitales se convierten en infraestructuras de la vida social que funcionan sin transparencia, desde las grandes empresas digitales (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft) funcionan con una opacidad que socava nuestros sistemas democráticos.
Finalmente, la jornada llegó a su conclusión con la mesa redonda sobre ‘La democracia algorítmica’, en la que han participado David Cabo, ingeniero informático experto en datos abiertos y transparencia, además de cofundador de la plataforma Civio; Pablo DeSoto, arquitecto experimental, cartógrafo radical y artista multidisciplinar; y Pinar Yoldas, arquitecta, artista, investigadora y profesora en la Universidad de California. La moderación ha corrido a cargo de Marta Peirano, quien introdujo varias cuestiones, como la desigualdad y la infracción de derechos laborales que Amazon perpetúa continuamente.
David Cabo y Pablo DeSoto. Foto: Tania González
“A las personas trabajadoras de Amazon hay que recordarles que tienen derechos laborales, y que desde el Estado tenemos capacidad para establecer un marco legislativo”, ha insistido Peirano. De esto son conscientes en Alemania, ya que valoran más el talento local. “Amazon es como un maltratador“, ya que elimina toda posibilidad de prosperidad para las empresas locales.
Pablo DeSoto dio algunas claves sobre la forma en que el desarrollo tecnológico puede aportar soluciones a problemas sociales. Un ejemplo es decidim.barcelona, un proyecto de software libre que utiliza inteligencia artificial y que cuenta ya con 27.000 usuarios. Este tipo de plataformas servirían para optimizar presupuestos participativos mediante algoritmos. “¿Qué herramientas podrían ser útiles para aumentar la información?”. A esta pregunta intentó responder David Cabo, incidiendo en las posibilidades que la tecnología tiene para realizar cambios para la mayoría social. Con respecto a los fraudes en la evasión en paraísos fiscales, Cabo consideró que “en vez de preocuparnos por que no nos estafen con el IMV, deberíamos aplicar la tecnología para detectar los fraudes y facilitar la información a quienes más lo necesitan”. En último término, es la voluntad política la base sobre la que poder reflexionar y actuar en una era tecnológica que se hace cada vez más inhóspita.