Un juez dice que no hay caso en la tramitación extra-rápida de un expediente sobre obras en la casa de Cepi, acreditada como record de diligencia funcionarial: dos horas y cincuenta minutos.
El sindicato policial no encontró eco en la justicia o en el juez. Tendría que haber realizado justo lo contrario. En vez de considerar malos-modos en la triquiñuela (evidente) del regidor sierense, debería haber exigido que así sean tratados todos los demás trámites municipales. Y todo el mundo estaría tan favorecido como Cepi.
La respuesta sin embargo del alcalde señalado, es “me persiguen”.
¿Le persiguen cuando dos juzgados le condenan por agresión a un vecino, en relación precisamente con las mencionadas obras en su casa?
¿Le persiguen cuando cambia varias veces a los mandos de la policía local, hace convocatorias para que lleguen mandos de fuera, y a este nuevo, una vez otorgado, también lo destituye de su tarea?
¿Le persiguen cuando le pillan in fraganti saltándose las normas sanitarias, mismo motivo por el que otros rangos institucionales supuestamente más elevados tuvieron que dimitir?
¿Le persiguen a él o es él el acosador, cuando desvirtúa las normas municipales y el obligado reglamento de participación ciudadana para suprimirla en Siero?
¿Le están acosando o es Cepi el acosador, cuando encarga informes a su medida para amagar con hacer desaparecer el servicio de policía local de Siero, o el propio patronato deportivo?
Difícil se lo ponen al vecindario, si además, los informativos mantienen y refuerzan línea tan servilmente antiprofesional, y no dan cabida a las respuestas democráticas necesarias.
Difícil, si el sustento de tales actuaciones tiene el férreo apoyo de dos de los partidos de la derecha local, que parecen estar preparando el camino propagandístico para que en la próxima legislatura sus votos, los de Llosa y los de Alejandra, ya no sean precisos, y este Cepi, que lleva toda la vida en el ayuntamiento pueda ya jugar a dictadorzuelo local sin oposiciones que le molesten.
