Nos tiene acostumbradas a escucharla hacer las preguntas y, pocas veces, ser quien las responde. Aitana Castaño, periodista de RTPA y escritora asturiana, fue este viernes la pregonera de las fiestas de Santiago de Sama, un pueblo que la adoptó ya hace 17 años y del que siempre recalca estar orgullosa. El pregón tuvo lugar a las 19 horas en la Casa de la Cultura y estuvo acompañada por la actuación del Laureado Coro Santiaguín y la Banda de Gaites Conceyu de Llangréu.
La periodista comenzó compartiendo su primer recuerdo de Sama con todos los allí presentes: un lunes de mercado con su abuelo al lado del Ayuntamiento, junto a los puestos de chatarra y antigüedades donde le compró una pandereta azul y se enteró de algún que otro secreto de la infancia.
Y así, contando numerosas anécdotas de su crecimiento como salmerona, y sin dejar nunca de lado sus reconocidos toques de humor, fue relatando todo lo que recuerda y ha podido aprender con el paso de los años de este pueblo. Castaño, a la que le gusta bromear sobre las polémicas territoriales entre las cuencas y hablar irónicamente de Mieres, aprovechó la ocasión para hacer mención a los vecinos de La Felguera. “Como este año en San Pedro llovió, no pasa nada porque llueva en Santiago”, bromeaba. Y la verdad es que, aunque durante todo el pregón las calles de Sama solo se humedecieron un poco, dentro de la Casa de la Cultura, en boca de Aitana, llovieron varias indirectas, muy directas, a favor de los vecinos de Langreo.

Desde luego, aunque aquel vestido de flores, con cuellos blancos, las francesitas de charol y el buen peinado no llegaran hasta el recreo en aquel primer día de clase de 1991, en el colegio público José Bernardo, lo que sí perdura es la empatía que, como narra la pregonera, adquirió a través de asistir al comedor escolar y que mantiene hasta día de hoy. Y es que gracias a ese “periquismo de neña” que ayer mencionaba, las historias de las Cuencas vieron y siguen viendo la luz y teniendo voz en este pueblo.
La empatía estuvo muy presente durante todo el pregón, ya que mediante recuerdos de sus primeros titulares como periodista, quiso poner en valor todo lo que le desea a esta ciudad y todos los titulares que desearía escribir con Sama como protagonista, como la inauguración del nuevo edificio judicial y el arreglo del entorno del barrio de La Nalona, el plan de revitalización de la calle Dorado o que la química del Nalón escupa cada vez menos humos, entre otras peticiones y deseos.
Además, Castaño no dudó en recordar a los vecinos y vecinas del barrio de El Puente y las obras del soterramiento. “Los habitantes de esta zona de Langreo llevan 12 años sufriendo la frontera metálica de vallas y contenedores que se le ha impuesto, hay guajes en el puente que nacieron cuando se pusieron les valles y esti añu terminaron primaria. Yo misma, no recuerdo muy bien cómo era aquello antes de que empezaran los trabajos”, apuntó. Por eso, dirigiéndose a los responsables políticos que se encontraban en la sala y a los que no estaban presentes, lanzó la petición de que se trabaje “para que en esta parte de Langreo se restablezca la dignidad que hace 12 años se tapió con unas palas”.

Entre otras cosas, algo que también lleva por bandera es lo aprendido en la Calle Nueva, número 16, de Sama, la sede del Partido Comunista, donde pasaba horas en la infancia junto a sus padres y que recuerda con orgullo a día de hoy: “si algo aprendí es que luchar para mejorar la vida de los otros también mejora la tuya”.
Como mencionaba anteriormente, normalmente, eres tú quien hace las preguntas pero pocas veces quien las responde. Por eso, me gustaría empezar preguntándote… ¿Quién es Aitana Castaño Díaz?
Pues una mujer a la que unas veces le perturba el mundo en el que vive y otras le fascina. Una guaja que vivió las cuencas mineras convulsas de los 80 y los 90, escribe libros sobre los años 60 y 70, de momento, y a la que le encantaría poder contar noticias buenas y muchas del futuro de estas tierras. Y este año, pregonera de Santiago que es bastante flipante.
Yo, que soy muy fan de tus textos en redes sociales, diría que hablar de Aitana Castaño lleva implícito hablar de pasión por nuestra profesión, pasión por el periodismo… ¿Me equivoco?
A mí lo que me gusta es formar parte del mundo que me rodea siendo transmisora de noticias, historias. Es un oficio maravilloso si se realiza con la libertad, la mala hostia y la ternura con las que yo intento escribir en redes sociales. Pero es un oficio que en la realidad da muchos dolores de cabeza y sobre todo de espalda.
“el periodismo es es un oficio que en la realidad da muchos dolores de cabeza y sobre todo de espalda”
Lo digo porque, más allá de tus experiencias profesionales demostrables, parece que todo lo que sale de ti y de tus textos tiene ese tono periodístico que, a veces, muchos echan en falta.
Es cierto que mis libros y mis escritos tienen mucho de periodismo porque esta profesión surgió todo mi conocimiento sobre las cuencas mineras. Tanto o más que mi infancia y experiencias familiares. Gracias al periodismo caleyé por pueblos y calles de las cuencas y tuve la suerte de escuchar muchas historias, muchos testimonios diferentes. A veces una simple palabra. Pero también es cierto que intento que mis escritos periodísticos tengan también algo de literatura, y no me refiero a inventar los hechos, ni mucho menos, el periodismo es en esencia la búsqueda de la verdad objetiva si no al estilo, la utilización de figuras literarias. No sé si muchas veces lo consigo, es distinto hacerlo en la radio que en la tele o en un periódico. Pero me parece que la fusión de ambas maneras, la periodística y la literaria, se funden en mi muchísimo.
Con todo lo que está sucediendo y las críticas que, desde hace tiempo, recibe esta profesión ¿Cuál crees que es, actualmente, la situación del periodismo?¿Tú siempre quisiste dedicarte a esto?
Si, siempre quise ser periodista, me encanta, como te dije, ser testigo del paso de los días. La situación actual es complicada, pero como la de todo el mundo, por suerte, la parte positiva es que las posibilidades para trabajar y ejercer esta necesaria profesión se han multiplicado. Internet ha permitido poner en marcha nuevas formas de informar. Hay que estar atentos, sobre todo en los tiempos que corren, y ser críticos con lo que se nos exponga. La pregunta que nos debemos de hacer ante una información es: ¿A quién le interesa eso? Como decía un profesor de la Universidad de Salamanca: ¿Cómo es posible que todos sepamos el nombre de Nicolás Maduro pero casi nadie sepa como se llama el Presidente de Portugal, nuestro país vecino?.
¿Crees que la profesión como actualmente la conocemos es la misma que cuando tú decidiste ir a Madrid y estudiar la carrera?¿Qué ha cambiado desde tu punto de vista?
Creo que ha cambiado la percepción de nuestra profesión por parte de la ciudadanía. No tengo datos pero me da la sensación de que cada vez son menos los jóvenes que deciden tomar el camino del periodismo. Espero que no sea así, porque la profesión necesita gente joven y con ganas que quiera estar aquí para contarlo. El mundo en el que vivimos tiene y tendrá mucho que contar.

Otra de tus pasiones se podría decir que son las Cuencas Mineras. Algo que es muy fácil de corroborar ya que siempre lo transmites con orgullo.
Sí, estoy super orgullosa de ser de donde soy, de cómo son las cuencas, y ya se que no somos perfectos, aquí hay gilipollas como en todos lados, yo lo sé, vivo aquí, pero la esencia de estos valles me tiene apoderada. De manera literal, ejerzo de todo lo que se espera de una “minera” cuando es conveniente.
Además, un poco unido a esa idea de la que hablábamos sobre tu forma de redactar y de esa pasión por las cuencas, hemos podido disfrutar de tu faceta como escritora con Los niños de humo y Carboneras. ¿Siempre te ha gustado expresarte mediante la escritura?
Tengo carpetas en casa de la época del colegio y el instituto que atestiguan que sí, que siempre me ha gustado. Creo que encontrar las palabras idóneas para expresar lo que sientes es una suerte. Y yo no todas las veces la tengo, he de decirlo. A veces lo tengo que rumiar durante días, semanas…
Antes de escribir los libros, ¿te habías planteado hacerlo o fue algo que surgió de repente? ¿Tienes pensado escribir alguno más? Si es así, ¿también estarían ligados a las cuencas?
Nunca me planteé escribir un libro, la verdad. Hasta que un día Rafa Testón, de la librería La Buena Letra, me presentó a Nati Fernández, agente literaria y todo fue rodando. Estaba Alfonso Zapico, gran amigo y mejor dibujante, o al revés, y estaba la editorial asturiana Pez de Plata con Jorge Salvador a la cabeza que apostó por las historias de humo.
Y sí, hay algo en cartera. Espero que salga a finales de año. Está ambientado en las cuencas mineras de los años dos miles, en el declive de los fondos mineros. Jorge Salvador, el editor, dice que puedo decir que es novela negra. A mi, de momento, me parece algo pretencioso. Ya os puedo decir que es ficción, no esperéis un “Fariña”.
Uniendo estas dos pasiones y recogiendo unas palabras que tú dijiste hace unos días al anunciar que darías el pregón en las fiestas de Santiago (“para una salmerona de adopción esto es amor”), ser pregonera de estas fiestas significa mucho para ti, ¿por qué?
Sama es el pueblo en el que vivo desde hace 17 años pero al que estoy vinculada desde mucho antes. Aquí fui al colegio, al Instituto, aquí paseé todo lo paseable. Y fui a muchos pregones, y vi a mucha gente ilustre hablar sobre su amor a Sama. Y sé lo importante que es para mucha gente esta humilde villa. Es toda una responsabilidad poder pensar unas palabras para agradecer todo lo que creo que me ha dado Sama.
¿Cómo surgió la idea y qué sentiste cuando te lo propusieron?
Los chavales de la Hostelería que son los que organizan la fiesta ya me llamaron el año pasado 2021, lo que pasa que con la pandemia no hubo fiestas y me libré del pregón. Este año pensé que había pasado mi turno pero hace unos meses me llamaron para recordarme que volvía a repetir. No sé si ha pasado alguna vez en la historia de estas fiestas que haya una misma pregonera dos años seguidos.
¿Qué te gustaría transmitir con este pregón?
Solo espero que a todos los que me escuchen les llegue, de alguna manera, mi agradecimiento por todo lo que Sama y sus vecinos y vecinas me han aportado y me aportan cada día en la calle, tras los mostradores, en los bares…
Entre aplausos, Aitana Castaño despidió el pregón agradeciendo a los organizadores de las fiestas de Sama, a la hostelería, por pensar en ella para llevarlo a cabo. “Vivo aquí por elección desde hace 17 años y no se si algún día me iré a otro lugar o no, porque en la vida nunca se sabe, pero os aseguro que Sama vendrá conmigo siempre. La guaja a la que le compraron una pandereta azul hoy está flipando bastante”, concluyó.