El actor y cineasta Javier Ríos, nacido en Cataluña pero de raíces asturianas, denuncia que Netflix ha retirado un documental de su autoría, 180 grados, tras solo 17 horas subido en la plataforma: “Es un documental político, y creo que el problema viene de ahí”, dice Ríos al teléfono.
Se trata del tercer documental del cineasta, todos ellos de denuncia política. El primero fue Reset, en el año 2011, que a Ríos le valió “consecuencias personales para mi trabajo como actor, que se vio afectado por el posicionamiento político tan explícito que planteo en el documental”.
En 2018 vio la luz Return, disponible ahora en Filmin, una denuncia del aumento de enfermedades relacionadas con la degradación ecológica y una crítica de “la deriva ecofascista y la pretensión de convertir al planeta en un gigantesco paraíso fiscal”. A algunos, dice Ríos, Return les pareció muy catastrofista, “pero dos años después, cuando llegó la pandemia, ya no lo parecía tanto”.
Este último documental, 180 grados, “es una continuación de Return que empezó cuando estábamos confinados. Decidimos volver a entrevistar a los expertos que aparecen en Return: a Ildefonso Hernández, que es catedrático de salud pública, a Yayo Herrero, y a otros-para que nos dieran un poco de luz en un momento en el que Madrid era una auténtica morgue”.
El documental se terminó en cinco meses y se presentó a finales de 2020, sin mucha repercusión al principio, aunque luego fue adquirido por Filmin. De pronto, a principios de 2022, Ríos recibe la noticia de que Netflix ha decidido incluir 180 grados en su catálogo: “Nos sorprendió mucho, porque era el documental que menos difusión había tenido. Al fin habíamos logrado encontrar una grieta en el espacio comercial que hasta entonces, por el tema político, no habíamos conseguido”.
Al poco tiempo ya empezaron los problemas con el gigante del audiovisual: “Nos dijeron que se iba a estrenar en abril, y no se estrenó. Luego que el 29 de octubre, y tampoco. Finalmente fue el 18 de noviembre”. Ese día, hace menos de dos semanas, Ríos comprobó que su documental estaba subido a Netflix correctamente. Sin embargo, unas horas después, a las 5 de la tarde, 180 grados había desaparecido.

“Sabíamos que era un documental delicado y que podía ser incómodo”, reconoce Ríos, “pues es una crítica sistémica muy grande e incluso menciona la desobediencia civil”. Desde ese día, el cineasta y su distribuidora intentaron contactar con Netflix, que solo respondieron cuando el caso empezó a salir en medios de comunicación.
“Nos dicen que se trata de un problema de subtitulado”, explica Ríos, que no acaba de creerse la excusas: “Tienen el proyecto a su disposición desde hace un año, con todos los materiales, ¿y tienen un problema de subtitulado?”. Netflix tampoco ha dado una fecha para su reestreno.
Difícil abrir la boca .. mucho menos el corazón en estos tiempos ..