“Nos están vendiendo la foto de la vaca asturiana en el campo, pero no es una imagen real”

"La administración ahora mismo es un sindicato agroganadero" denuncia el biólogo Alfredo Ojanguren, profesor de la Universidad de Oviedo.

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Ismael Juárez Pérez
Ismael Juárez Pérez
Graduado en Periodismo. Ha escrito en La Voz de Avilés, Atlántica XXII, El Norte de Castilla y El Salto. Fue coeditor y redactor en la revista de cortometrajes Cortosfera.

En su cuenta de Twitter Alfredo Ojanguren se define como “ecologista urbanita de sillón”. Pero es mucho más que eso. Biólogo y profesor de zoología en la Universidad de Oviedo, durante casi una década también dio clases sobre conservación y manejo de biodiversidad en la universidad escocesa de Saint Andrews, además de haber enseñado en universidades de Estados Unidos, Portugal, México o Cabo Verde. También es miembro de la asociación Geotrupes donde un grupo de biólogos vinculados a la investigación buscan que haya más criterio científico en la gestión. Utiliza cierta vehemencia al expresarse y él tiene clara la razón: “Si comunicas algo como el cambio climático o la crisis de biodiversidad, hay que hacerlo no solo con datos y porcentajes, hay que comunicar de forma que haga llegar a la gente que estos asuntos exigen urgencia, que no podemos seguir mirando para otro lado”.

¿Falta conocimiento científico para abordar el problema de los incendios en Asturias?

Sin duda. No tanto conocimiento científico sobre los incendios, sino sobre cosas más esenciales. Por ejemplo, una cosa que está dominando ahora el tema de los incendios y que repite todo el mundo es eso de “el monte está sucio”. O “hay que eliminar toda esa vegetación”. Más combustible que en una gasolinera no hay en ningún sitio y las gasolineras no arden. Si arden es porque alguien las prende fuego.

“Más combustible que en una gasolinera no hay en ningún sitio y las gasolineras no arden”

La ciencia lo que nos dice es que cuando tú tienes una zona explotada, tienes un ecosistema que está en un estado juvenil. Tú dejas de explotar eso y la ciencia describe perfectamente el tipo de plantas que empiezan a salir y el tipo de animales que van ocupando eso. Y si sigue así terminará convirtiéndose en un bosque maduro, un bosque donde la diversidad es máxima, donde las funciones de ese ecosistema son máximas. Todo eso es teoría científica, hay unas leyes de la ecología que funcionan de esa manera. Si empezamos diciendo que hay que eliminar la vegetación para que no arda, entonces ya la estamos fastidiando porque te falta entender cómo funciona ese ecosistema.

Alfredo Ojanguren. Foto: Alisa Guerrero

Además, no me digas que la ganadería o los mosaicos maximizan la biodiversidad, esa afirmación es acientífica. La teoría ecológica nos dice que el tamaño de un ecosistema es importante para determinadas especies. Un mosaico está lleno del llamado efecto borde, es decir, que en los bordes del mosaico no se desarrollan determinadas especies. Un bosque no puede tener una hectárea, una hectárea de árboles no es un bosque. Un bosque necesita mucho más espacios para que ahí pueda haber especies típicamente forestales. En una hectárea la biodiversidad es mucho más baja.

La administración dice que ahora se va a rehacer el Plan Forestal.

Lo cierto es que habían presentado una versión previa, a la que nosotros, Geotrupes, presentamos alegaciones fundadas en razonamientos científicos, pero nos ignoraron. De hecho, en ese plan forestal los ecologistas no participaron. Ese plan forestal que ahora dicen querer rehacer lo hicieron las cooperativas forestales, las cooperativas agrarias, los ganaderos y la administración, pero no los ecologistas.

Y yo me atrevo a anticipar que la siguiente versión del plan forestal va ir por estos derroteros. Un desarrollo que seguramente diga que hay que quitar biomasa de los montes. ¿Y dónde va a ir esa biomasa? A la fábrica de pellets, a la central de La Pereda. De esta forma, primero destruimos los ecosistemas y luego llevamos la biomasa a un sitio que hará que se siga soltando carbono a la atmósfera. El plan forestal ya iba por ahí, en potenciar el asunto de la  biomasa. Al final estamos hablando de grandes empresas, de HUNOSA, ARCELOR MITTAL, etc… no de un señor que tiene un monte.

¿Qué opina de aquellos que dicen que a los ganaderos no les dejan quemar para la regeneración de pastos?

Sí les dejan quemar. Al principio de esta legislatura el consejero Alejandro Calvo habló en sede parlamentaria del uso cultural del fuego, algo que, según él, en la sociedad no se entiende, pero que en el medio rural sí. Es decir, en sede parlamentaria estaba explicando a la gente de las ciudades que hay que quemar. Eso es poner la cerilla en la mano de la gente.

Alfredo Ojanguren. Foto: Alisa Guerrero

Así que, claro que dejan quemar. ¿De verdad necesitan más pastos? ¿Para qué? ¿No quedamos en que cada vez hay menos ganaderos? Cada vez hay menos ganaderos, pero cada vez hay más vacas porque la Central Lechera Asturiana, por poner un ejemplo, no te va a buscar la leche si no tienes cien vacas. Si tú tienes cuatro vacas, no te van a comprar la leche. Además de que te fijan el precio.

“El 35% de la renta de los ganaderos es dinero de los impuestos de todos”

Son falacias que, de tanto repetirlas, parece que se convierten en verdad. La gente dice que el campo está abandonado. Sí, vale, el campo supuestamente está abandonado, pero está lleno de pistas hechas para los ganaderos. ¿De verdad necesitan más pastos? ¿No será que necesitan más pastos para que la PAC les de más ayudas? El 35% de la renta de los ganaderos es dinero de los impuestos de todos. Porque no es rentable vender carne o leche. Pero esa falta de rentabilidad no es por culpa de lo que les pagan por las cosas Alimerka o Central de Leche Asturiana.

Alfredo Ojanguren. Foto: Alisa Guerrero

Pero entonces, ¿no cree que desbrozar y agilizar la quemas controladas ayudará a a parar los incendios?

Eso de decir que si les dejan desbrozar y quemar se evitarán los incendios, es no entender que el problema de los incendios es que se cargan la vegetación. Si no hay vegetación, no hay incendio, claro, pero es que la vegetación no es solo el matorral, son también todas las especies que van asociadas. 

“Deberíamos tratar de hacer lo que la ciencia dice que hay que hacer: no emitir carbono y tener dietas basadas fundamentalmente en vegetales”

Estamos en una crisis muy grande de cambio climático y biodiversidad en todo el planeta, también en Asturias. La gente debe entenderlo de una vez. Nos estamos quedando sin especies. Deberíamos tratar de hacer lo que la ciencia dice que hay que hacer: no emitir carbono y tener dietas basadas fundamentalmente en vegetales. Hay que decirlo, la ganadería está en el top tres de los principales destructores de biodiversidad y potenciadores del cambio climático. Además en Asturias suena muy guapo eso de que la ternera que te estás comiendo estuvo pastando en los prados asturianos y mamando de su madre, pero es mentira. Está comiendo soja que ha venido de Brasil o de Ucrania. Nos están vendiendo la foto de la vaca en el campo, pero no es una imagen real. Hay cebaderos de ganado en todas partes. ¿Eso es ganadería extensiva? No, es ganadería intensiva. Nos están contando películas que nos estamos creyendo a base de repetir mentiras.

¿Qué más mentiras se están diciendo?

Otra tontería que se dice es que el mosaico maximiza la biodiversidad. No es cierto. El mosaico es un ejemplo de fragmentación y la fragmentación es una de las cinco principales causas de pérdida de biodiversidad. No lo digo yo, lo dice la ciencia, las leyes de la ecología. Es decir, deberíamos evitar la fragmentación. Decir que hay que fragmentar para favorecer la biodiversidad es como decir que hay que beber lejía para quitarte el Covid. La fragmentación reduce la biodiversidad y conduce a la extinción de especies. Hablamos de que un montón de aves y de insectos están desapareciendo en Asturias.

¿Hay un uso tradicional del fuego al que hay combatir o modificar?

Lo primero es que el uso tradicional del fuego no tiene nada que ver con lo que pasó estas semanas pasadas. Dudo, en cualquier caso, de que haya un uso tradicional del fuego. Y vamos a definir lo que es tradicional porque lo tradicional en Asturias era morir de “fame”.

Mi bisabuelo vivía en una aldea y en la familia tenían un par de “vaques”, un “gochu”, “unes pites” y una huerta. Al cumplir los doce años la comida ya no daba para comer para todos. Manejar el ganado de forma tradicional es morirse de “fame” porque estamos en un sistema megacapitalista. Lo tradicional ya no existe. A menos que vivas como vivía mi bisabuelo, pero, eso sí, el tercer hijo tendrá que emigrar para Cuba o para otro lado.

La mayoría de los prados que hoy día están dedicados a la ganadería dicen que siempre estuvieron así, dedicados al ganado. No es cierto. Ha sido así en los últimos cuarenta o cincuenta años. Antes había patatas y maíz en muchos de ellos. El uso tradicional ya no existe porque el mundo ha cambiado. Cuando nació mi abuelo en 1900 en Asturias había seiscientas mil personas. En 1980 cuando nació mi hermana la población se había multiplicado por dos. Lo que valía en 1900, no valía en 1980 y menos aún en 2023 con los patrones de consumo que tenemos. Nuestros bisabuelos y abuelos comían mucha menos carne que nosotros. El pollo era una cosa cara que se comía en fiestas. Ahora es lo más barato que hay. El mundo ha cambiado. Lo demás es un cuento.

¿Qué le parecen iniciativas como Proyecto Roble donde se trata de poner de acuerdo a ecologistas y ganaderos?

En realidad proponen una ganadería de menos impacto. Me parece bien si la pones en un sitio donde hay ganadería de más impacto. Es decir, en un sitio donde solo hay prado, vamos a poner árboles y también que paste ganado, hacer una cosa mixta. Vale, pero si mantienes la explotaciones de más intensidad y en zonas donde se estaba recuperando la naturaleza haces lo que propone Proyecto Roble, lo que en realidad haces es aumentar la zona explotada.

Alfredo Ojanguren. Foto: Alisa Guerrero

Si quitas eucaliptos y pones lo que propone Proyecto Roble, firmo ya. Si quitas zonas de vallico para hacer pienso y pones robles, firmo ya. Pero no es eso lo que proponen. Lo que proponen es ocupar espacio que no está siendo explotado para llegar a explotarlo mezclándolo con plantar abedules y robles. Los bosques no necesitan que nadie los plante. Si tú quieres un bosque lo que tienes que hacer es sentarte a esperar. Un bosque que se regenera solo es mucho más diverso que uno que se planta.

Parece complicado hacer converger opiniones y posibles soluciones.

En Saint Andrews tenía un debate con mis alumnos sobre “land sharing versus land sparing” (compartir la tierra versus preservar la tierra). Con “land sharing” vamos a producir con baja intensidad. Pero para eso necesitamos ocupar muchas hectáreas. Eso es compatible con un montón de especies. En el otro extremo está el “land sparing”. Aquí vamos a separar la tierra. Es decir, vamos a ir a por todas y sacar de ella lo que sea posible, pero el resto lo dejamos para la biodiversidad. Por supuesto, en el medio está la ordenación territorial, es decir, qué vamos a destinar a producir comida, qué vamos a destinar a producir madera, qué vamos a destinar a la biodiversidad. Hoy por hoy no se destina nada a la biodiversidad. De hecho se habla siempre de medio urbano y de medio rural. Pero falta uno: el medio natural. El medio natural no es el medio rural. Otra cosa es que el medio rural esté muy cerca del medio natural. Si nadie va a explotar un monte vamos a dejarlo tranquilo. No hay necesidad de explotarlo todo. Eso es bueno para todos. Para los que viven cerca y lejos del bosque.

¿Y qué opina de cómo enfrenta la administración a todo esto?

Esta administración es anticientífica. Lo digo ateniéndome a las declaraciones que han hecho y siguen haciendo. Yo los llamo “agrotrumpistas”. Contra el Covid hay que beber lejía. Contra los incendios hay que quitar la vegetación. Es lo mismo. Claro, si asfaltamos los prados, tampoco van a arder. ¿Quieres producir comida en ese territorio? Vale, pero si en ese otro está creciendo el matorral y se va a convertir en un bosque en quince o veinte años, dejemos que crezca y que llegue a haber bosque. Y para decidir todo esto hay que hacerlo entre todos.

La administración ahora mismo es un sindicato agroganadero. ¿Dónde estaba Cofiño antes de estar aquí? ¿Dónde estaba Calvo? Es una administración totalmente proganaderos. Están dando muchísimo dinero a este sector. Pero siguen pidiendo más pastos. ¿Para qué? Para meter más ganado.

Y en su opinión, ¿qué cree que habría que hacer?

Lo primero en lo que hay que insistir es en que la responsabilidad está en la administración. Y obviamente, la Fiscalía y la guardia civil deberán investigar a los que prenden la mecha y que funcione la parte represiva cuando los incendios ya han sucedido. Que la gente vaya a la cárcel y pague grandes multas. Supongo que eso tiene efecto disuasorio aunque reconozco que ese no es mi terreno.

Pero desde una perspectiva más práctica y estratégica tenemos que evitar que alguien se beneficie de quemar. Por ejemplo, los acotamientos. Todo el mundo, menos Podemos, votó a favor de quitar los acotamientos en la Ley de Montes de 2017. Eso es una responsabilidad muy grande de la clase política. La culpa es de quién prendió el fuego, pero hay responsabilidades en otras partes. Si se evita que alguien se beneficie de los incendios, ya estás empezando a solucionar el problema. Y además, eso es algo que se hace en otras comunidades autónomas.

¿Y desde un punto de vista más científico?

Hay que hacer lo que sea porque es un desastre lo que está ocurriendo. Nos estamos cargando especies y ecosistemas que están en fase de regeneración. Acabamos con ellos y los necesitamos. La crisis de biodiversidad no es algo del futuro, ya está pasando. Estamos en un problema global, pero podemos actuar a una escala local. La actuación a escala local significa que se recuperen esos ecosistemas. En Asturias, por cambios de uso o por lo que sea, hay muchas zonas que se están recuperando ellas solas. Pero te dicen que hay que acabar con ellas, que está el monte sucio, que los ecologistas quieren que solo haya matorrarles por todas partes. Lo que queramos los ecologistas importa cero más cero. Pero es que además todo eso es mentira. Los ecologistas no quieren que todo sea bosque. Se trata de que lo que se está convirtiendo en bosque y no sea explotado, debería dejarse que siguiera madurando. Que el bosque crezca e invada terrenos anteriormente fragmentados es lo mejor que nos puede pasar desde el punto de vista de la biodiversidad y de los problemas grandes que tenemos.

Tras los últimos incendios se ha abierto el debate en Asturias, ¿cree que realmente habrá cambios?

Creo que lo va a pasar es que si todo el mundo ha demonizado a toda esa vegetación y se sigue repitiendo que el monte está sucio, van a pelar Asturias. Ya lo estaban haciendo. Un incendio es un desastre. Pero pelar el monte para llevar la biomasa a quemar a una planta para electricidad es un desastre también. Vamos a eso, a proponer más labores de limpieza, más desbroces, más quemas controladas, lo cual, desde el punto de vista de la ecología y la biodiversidad el resultado no difiere del que produce un incendio. Esa es la realidad. Lo demás son películas.

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