Queridos lectores, supongo que nadie a estas alturas puede negar que están siendo unas elecciones deslucidas, tristes. Tampoco es que ayude mucho este tiempo otoñal que nos ha caído encima y que espero que no sea metáfora de lo que nos espera a partir del domingo que viene. Sacrificando el vermú dominical y posponiendo mi clase de yoga -para compensarlo luzco pelazo y rizos divinos- me toca hacer la crónica del mitin del programa piloto de la hipótesis Sumar en Asturies, un barco que por el momento incluye entre sus tripulantes a IU, Más País Asturies e IAS, a la espera de si Podemos decide enrolarse o seguir por su cuenta un camino que no tengo muy claro hacia dónde (nos) les conduce. Por razones personales y sentimentales esta crónica resulta algo complicada para mi. Mi trayectoria política y mi militancia comenzaron en IU y mucha de la gente a la que quiero y admiro pertenece a sus filas. Además siempre he sido fan de Errejón, le considero uno de los tipos más inteligentes en la arena política nacional -otra cosa es que eso atraiga votos– y con quien compartí mitin en las anteriores elecciones nacionales; por eso escribir esta crónica no me está resultando fácil, esta gente me gusta y, aunque nunca he pretendido ser objetiva, tampoco quiero confundir sentimientos y deseos con realidad.
El lugar escogido para el mitin central, el salón de actos de la Feria de Muestras, es pequeño y a pesar de ello se vieron sitios vacíos, lo que contrasta con el público asistente a la exhibición de motos que atesta el pabellón contiguo. Me quedo, eso sí, con que la media de edad en este acto ha bajado considerablemente con respecto a los del PP y al debate de las candidaturas xixonesas, una brisa de esperanza en este país cada día más gris. Tal vez la explicación se encuentre en que ni el lugar, ni el día, ni el tiempo, ni la hora, ni Errejón son lo suficientemente seductores y, sobre todo, a que la ausencia de Yolanda Díaz en la campaña asturiana pesa en el ánimo del público -compuesto en su mayoría por cuadros de IU-, aunque espero y deseo que esto no influya en el de los electores.

Con casi media hora de retraso comienzan a llegar los candidatos, y menos mal porque la música es terriblemente machacona, molesta, enervante, horripilante. Pero yo todo lo perdono porque Marta Mori fala n’asturianu. Mi primera alegría llega cuando veo que en el estrado está Gaspar Llamazares, su presencia junto a Errejón encarna casi a la perfección la labor de reconstrucción que Sumar significa para todos los actores progresistas a la izquierda del PSOE. Hay esperanza y resulta emocionante. Yo me he emocionado, al menos. Frente al acto central del PP este está pensado para, por y desde Asturies, y cuenta no solo con presencia de la candidatura de occidente y sino la de otros concejos como Mieres y Uviéu. Entre los participantes se siente la llingua asturiana. El estrado está lleno de caras nuevas, jóvenes, femeninas, entre las que destaca la de María José Miranda. But, como diría el señor Thorton, hay peros, el formato se hace largo y pesado por momentos, prisionero de su propia conciencia de experimento político, plural y diverso. Cansa, sobre todo porque a algunos de los candidatos se les nota todavía la bisoñez y porque algún otro opta por discursos de otros tiempos, para una Asturies que ya no es. Sin embargo, puede que lo que más haya ensombrecido el acto, al menos para mí, y no voy a ocultarlo porque es una línea roja muy clara que nunca se debería traspasar, haya sido la presencia de una candidata que solo cuando dejó de ser diputada de otro partido y no encontró acomodo en ninguna de sus listas entendió que el partido que hasta ese momento era el suyo de repente ya no la representa. Que si feo está incluirla en las listas más feo es darle voz en el mitin. Aunque solo sea por eso de que la mujer del César blablablá.

Pero no lloremos por la leche derramada y esperemos que estos errores éticos se corrijan pronto, porque lo importante es que hay proyecto, ambición y discurso en esta candidatura. Hay una idea de país y hay propuestas, hay conciencia de clase y medioambiental, se habla de feminismo y derechos LGTBI, de salud mental y de construir vidas habitables. Sin embargo tengo la sensación de que este experimento político no ha sido capaz de despegar con fuerza y de que no se está haciendo ver y oír en Asturies, aunque no tengo claro que sea un problema del proyecto, porque, repito, hay en sus filas personas muy necesarias -otras restan y empañan-, sino más bien porque Asturies está cambiando a toda velocidad -especialmente mi ciudad, Xixón- y es obvio que las fuerzas políticas asturianas, sobre todo las progresistas, no acaban de entender el alcance y la dirección de estos cambios.

En este proyecto coexisten muchas almas, algunas de ellas ancladas en esa idea de país que hace décadas que ha desaparecido, otras que han entendido que tienen que apelar a las necesidades y preocupaciones de toda la población, también las de la gente más joven y la infancia, quizás los sectores más olvidados en esta campaña, en esta Asturies de jubilados y veraneantes. He echado de menos, eso sí, la posibilidad de escuchar a Javier Suárez Llana que no pudo asistir por razones de salud, pues después del debate del Jovellanos quedé con ganas de que pudiera explayarse sobre el proyecto de IU para mi ciudad. Y en cuanto al candidato autonómico, le sienta mucho mejor el atril que el Twitter, espero que lo tenga en cuenta. Llega el turno de Íñigo, ay, defiende la oficialidad del asturianu, me tenía ya con el “Hola” pero se agradece el esfuerzo extra. Tenía un papel difícil, ante un público mayoritariamente de IU cuando el errejonismo sigue representando los tiempos más duros de ruptura entre IU y Podemos, pero ha salido muy bien parado y ha sabido ganarse al público con un discurso bien trabajado, empático y demostrando que sabe para quién y desde dónde habla. Termina el mitin y me voy a casa con mejores sensaciones que con las que entré, hay proyecto y tiempo para rodar hasta noviembre y me ha emocionado mucho ver a Llamazares: quizás él, mejor que nadie, ha sabido hoy representar el símbolo de la reconciliación y de la posibilidad de trabajar juntos de nuevo, no solo por justicia sino porque además no nos queda otra. Afuera llueve y hace frío pero casi no lo noto
Mal estamos la izquierda en el Ayuntamiento de Gijón, cuándo ha sido el Grupo Municipal de Ciudadanos quién se acordó que es injusto la situación de las Parejas de Hecho para el cobro de la pensión de viudedad.
Predicar en campaña electoral es fácil lo difícil es dar trigo.
No olvidarse que en Asturias con IU se perdió el Diputado Estatal por Asturias, sería por algo.
Sí la izquierda en Asturias está DIVIDIDA en los Ayuntamientos, va ser muy difícil SUMAR con los mismos Políticos, incluso ALGUNA y ALGUNO cambian de chaqueta política sin escrúpulos.
Así nos va a la izquierda en ASTURIAS.