Los concejales del Grupo de IU-Convocatoria por Oviedo en el Ayuntamiento de Oviedo comparecieron en la mañana del miércoles con motivo de las fiestas de San Mateo. El periodo festivo por excelencia del concejo capitalino comenzará el 15 de septiembre, cuando el oftalmólogo Luis Fernández-Vega ofrezca el pregón iniciático desde los balcones de la Casa Consistorial.
Fue la figura del propio pregonero la que protagonizó parte de la comparecencia. Fernández-Vega recibió una reprimenda por las declaraciones que el oftalmólogo hizo en una entrevista para El Comercio en las que afirma que, de no suprimirse el Impuesto de Sucesiones en Asturies, tendrían que marcharse del Principado. Izquierda Unida responde con contundencia que esto no solo dice mucho sobre la “responsabilidad social” de la empresa, sino que además “no se corresponde con la realidad”, ya que la sucesión de empresas en el Principado tiene el mismo régimen que el resto del Estado, con una bonificación del 99%.
Para la coalición de izquierdas que lidera Gaspar Llamazares, la clave de bóveda sigue siendo emplear el acuerdo como dinámica de trabajo que desbroce las hierbas altas de la confrontación inane. Por ello, y en un ejercicio de revisionismo sobre el modelo conservador de las fiestas, desde Izquierda Unida tienden una mano abierta al equipo de gobierno para encontrar un consenso político, pero también social, que recupere la identidad histórica de San Mateo.

Esa idea de “identidad” peralta para Llamazares fundamentalmente sobre la recuperación de los chiringuitos tradicionales que el equipo de Alfredo Canteli laminó hace tres años. Desde aquel momento se impusieron las uniformadas casetas hosteleras, un elemento que, según el exdiputado, representaría un modelo —el del actual equipo de gobierno— en el que predomina “lo privado sobre lo público y lo popular”.
El Grupo del que forman parte también Alejandro Suárez y Cristina Pontón, presentes en la comparecencia, ya inició contactos que demuestran las “posibilidades” del acuerdo y la voluntad de “revaluación” del modelo festivo por parte del gobierno, pero también la existencia de “dificultades” por la intención del equipo de Canteli de consolidar su propuesta.
Pese a la mirada crítica, los de Llamazares creen que las fiestas saldrán bien, aunque la recuperación de elementos históricos como los tradicionales chiringuitos podría mejorar la experiencia festiva del concejo. Además, y como nota de concordia, en IU saludan la adopción de medidas de garantía de la seguridad, en especial para mujeres y “grupos minoritarios”, como los puntos violeta o el nuevo “botón del pánico”. “Este Ayuntamiento no se ha dejado arrastrar por los vientos del negacionismo”, declaró el edil.
El grupo municipal de Izquierda Unida esperará al final de las fiestas para hacer una evaluación y emplazar al equipo de gobierno a negociar un modelo de consenso político y social que dé lugar a un San Mateo “para todos y todas” que recuperen su carácter popular e identitario.