Hoja de Lata: “En Asturies sobra cosmopaletismo y falta ambición”

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

En septiembre de 2013 el periódico LA NUEVA ESPAÑA publicaba en su sección local de Xixón una noticia que titulaba “Un parado gijonés crea la editorial Hoja de Lata http://www.hojadelata.net/ con el dinero de su despido”. El parado se llamaba, y se sigue llamando, aunque ya no esté en el paro, Daniel Álvarez Prendes, y junto a su socia y pareja, Laura Sandoval, ha levantado una de las más prestigiosas editoriales independientes del panorama español, con 59 novelas en castellano, tres en asturiano y 10 ensayos. No se han hecho ricos por ahora, pero con el dinero que ganan editando libros, pagan las facturas de un piso en el barrio gijonés del Natahoyo, y mantienen a los dos hijos de la pareja, Olaya y Pau. No tienen apellidos vinculados al mundo de la cultura asturiana, Laura de hecho es barcelonesa y Daniel es hijo de un siderúrgico y un ama de casa. Como él mismo confiesa “cuando montamos Hoja de Lata no sabíamos ni quien era el jefe de la sección de cultura de EL COMERCIO”.

“Siempre decimos que somos, en este orden, lectores, libreros y en último lugar, editores”

La falta de redes en el mundo cultural, las suplieron con altas dosis de trabajo duro y un buen conocimiento del mundo editorial que ambos tenían por haber trabajado durante años como libreros. De hecho, así se conocieron, cuando ambos trabajaban en la misma cadena de librerías. “Siempre decimos que somos, en este orden, lectores, libreros y en último lugar, editores” afirma Daniel. “Nos encanta ir personalmente a vender a las ferias y estar en contacto directo con nuestros lectores. Es fundamental” sostiene Laura. Fue precisamente la crisis del sector librero la que les empujó abruptamente a realizar su sueño de montar una editorial y hacerse “emprendedores”. Primero el despido de Daniel, que capitalizó el subsidio de desempleo para poner en marcha la editorial, después el de Laura, al que también un ERE empujaría a dejar una posición de retaguardia en el proyecto y lanzarse a trabajar a tiempo completo en Hoja de Lata. Desde entonces han ido haciéndose un hueco en el mercado editorial español, y más en concreto en el mundo independiente, compartiendo mesa y mantel con otras pequeñas editoriales alternativas como Capitán Swing, Pepitas de Calabaza, Impedimenta o Errata Naturae.

“Publicamos sólo lo que nos gusta, básicamente porque somos incapaces de defender los libros en los que no creemos”.

Entre sus descubrimientos están la escritora feminista y comunista de la Generación del 27, Luisa Carnés, autora de la novela social “Tea Rooms”, muerta prematuramente en los años sesenta en el exilio mexicano, y que permanecía prácticamente olvidada en España. Es su libro más vendido hasta la fecha. También la reciente edición de “Telefónica”, novela inédita de la escritora austriaca Ilsa Barea, que rememora sus vivencias en el Madrid de la Guerra Civil, donde conoció a su marido, el escritor republicano Arturo Barea, autor de la trilogía “La forja de un rebelde”.

Laura explica que muchos de estos descubrimientos no responden a un plan premeditado, sino que se producen por “pura casualidad, o a través de amigos y conocidos”. Las ediciones cuidadas y la apuesta por la temática social y política son dos señas de identidad de una editorial en la que según Daniel, “publicamos sólo lo que nos gusta, básicamente porque somos incapaces de defender los libros en los que no creemos”.

Edición artesanal

En Hoja de Lata no hay oficina, tampoco departamento de diseño, distribución, contabilidad, marketing o publicidad. Este carácter artesanal de la editorial, en el que Daniel y Laura desempeñan todas estas labores, se sostiene sobre un trabajo interminable y sin horarios, en los que los momentos de descanso, escasos con dos hijos, se aprovechan para leer los manuscritos y los posibles nuevos libros a editar. Su trabajo les apasiona, y como reconoce Laura “Vamos donde nos llamen a presentar nuestros libros. Da igual que sea para mucha gente o para un club de lectura de una biblioteca de pueblo o de barrio”. “Somos orgullosamente periféricos, pero siempre hemos tenido voluntad de proyectarnos fuera de Asturies. No queremos ser ese tipo de editorial que vive de que te compre la tirada el ayuntamiento o la institución de turno” señala Daniel. “Al principio alguna gente nos decía, sorprendida, que parecíamos una editorial de fuera, de Madrid”, comenta Laura, que celebra la buena relación con la Consejería de Cultura, y considera fundamental que las ayudas al mundo editorial asturiano se enfoquen a exportar más allá de un mercado muy pequeño como el asturiano. “Sobra cosmopaletismo y falta más ambición por trascender”, sentencia Daniel, que considera imprescindible que en el mundo asturiano “nos lo creamos” y haya más amplitud de miras.

La pandemia les ha pillado a punto de publicar “Amianto”, la novela obrera del italiano Alberto Prunetti, basada en la vida de su propio padre. Por cierto, aunque seguramente la lectura de este artículo les haya despertado el interés por leer algún libro de su catálogo, les hacemos una advertencia. En solidaridad con los trabajadores de Correos y servicios de mensajerías han decidido suspender los envíos de su tienda online hasta que estos puedan realizarse sin perjuicio para la salud de repartidores y repartidoras. Así son en Hoja de Lata.

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