“Güei foi l’aniversariu de l’asesinatu de Rambal. Nun lo escaezamos”. Con estas palabras el músico asturiano Rodrigo Cuevas recordaba ayer en su Twitter a Alberto Alonso Blanco “Rambal” (1928-1976) en el 44 aniversario de su asesinato, nunca aclarado, a puñaladas, en su casa, incendiada después por sus asesinos, que nunca serían castigados por el crimen. Figura popular y carismática en el Xixón de los años 60 y 70, su prematura muerte privó al conocido vecino de Cimavilla de vivir en una España muy distinta a la represora y nacional-católica en la que le tocó nacer y crecer. Pionero en llevar una vida abiertamente gay, sin ocultar su orientación sexual, ni siquiera la homofobia imperante en la época le privó del cariño de sus vecinos y vecinas, que en su funeral mostraron su rabia e indignación y clamaron por una justicia que nunca llegó.
Rodrigo Cuevas le dedicó la canción “Rambalín” en su último disco, “Manual de Cortejo”. Ahora, con motivo del aniversario del crimen que acabó con su vida, la noche del 19 al 20 de abril de 1976, le homenajea otra vez con “Rambalín en cuarentena”, un vídeo grabado con los músicos Mapi Quintana, Rubén Bada, Tino Cuesta y Juanjo Díaz, así como el propio Cuevas, cada uno desde su casa. La pintora y cantante Leticia Baselgas pone las ilustraciones que acompañan al vídeo.
[…] durante el encierro Cuevas y sus músicos sacaron tiempo para grabar desde sus respectivas casas un Rambalín en cuarentena dedicado al mítico personaje de la Cimavilla del tardofranquismo, asesinado en extrañas aún no […]