El 5 de mayo se cumplen 75 años de la liberación por parte del ejército estadounidense del campo de concentración nazi de Mauthausen (Austria), el conocido como “campo de los españoles”, ya que fueron los que comenzaron a construirlo y los que más relevancia tuvieron dentro del campo, sobre todo por su actividad clandestina para mantener la supervivencia de los allí recluidos. Historia legendaria del campo es la del “fotógrafo de Mauthausen”, Francesc Boix, que junto a Antonio García Alonso y José Cereceda, extrajeron más de 20.000 instantáneas que habían realizado para los nazis, y que serían después utilizadas como pruebas del horror allí vivido, en los juicios de Núrenberg. O la de Saturnino Navazo, que jugaba al fútbol en el campo y acabó adoptando a un niño judío alemán que había venido de Auschwitz, Siegfred Mier.
Desde que el 6 de agosto de 1940 entrara el primer convoy con republicanos españoles, según el periodista e investigador Carlos Hernández (que publicó hace unos años el libro “Los últimos españoles de Mauthausen” y que ha salido hace unos días en formato documental) fueron 9.328 los republicanos españoles que estuvieron en los campos de concentración nazis. En Mauthausen estuvieron 7532, de los que murieron 5185, sobrevivieron 3809 y figuran como desaparecidos 334. Muchos de ellos perecieron en Guse, un subcampo que estaba a 5km del campo principal. A él fueron a parar 5266 compatriotas, de los que murieron 3959. Dachau y Buchenwald recibieron a unos 1100 españoles de los que, al menos, 500 murieron o fueron dados por desaparecidos. Ravensbrück fue el campo de las mujeres. Por él pasaron unas 170 españolas de las que fallecieron, al menos, 14. También hubo españoles en otros campos como Bergen Belsen, Auschwitz, Flossenbürg, Natzweiler, Neuengamme, Sttuthof, Sachsenhausen, Gross-Rosen, Aurigny, Guernesey y Neu Bremm.
Fueron 9.328 los republicanos españoles que estuvieron en los campos de concentración nazis
La mayoría de estos españoles fueron trasladados hasta allí desde los campos de concentración franceses, que habían realizado el gobierno democrático del país galo, tras el exilio de centenares de miles de republicanos tras la Guerra Civil. Franco y Serrano Suñer permitieron que el gobierno de Hitler hiciera estos trasladados. Otros fueron llevados hasta estos lugares del horror por participar en la Resistencia Francesa contra los nazis. Dentro de los campos sufrieron todo tipo de vejaciones, torturas, trabajos forzados, experimentos médicos, y la muerte en la cámara de gas. A los presos se les identificaba con un triángulo invertido de un color (salvo a los judíos que tenían la estrella de David) y la letra inicial de su país. En la mayoría de campos de concentración, a los españoles se les colocaba un triángulo rojo con la S de “Spannier”. Sin embargo en Mauthausen les reconocían con uno de color azul de “apátrida” además de la letra. Es decir, que no tenían país a donde volver. De hecho, cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, los republicanos españoles no pudieron regresa a la España de la dictadura franquista.

En nuestro país han tenido que pasar décadas y la investigación de personas como Carlos Hernández, Benito Bermejo o la Amical de Mathaussen para que se reconozca a los republicanos que estuvieron en los campos de concentración nazi. El pasado mes de agosto, el Gobierno publicó en el BOE la lista de los 4427 republicanos que murieron en los campos de concentración nazis de manera oficial y registrada (aunque actualmente ese BOE no se puede consultar, pero el listado se encuentra en PARES, un buscador de archivos españoles). Entre ellos, un centenar de asturianos, de los cuales aparece el concejo de dónde procedía.
Lista de los 166 asturianos en el campo de concentración nazis (según el libro “Libro Memorial de los españoles deportados a los campos de concentración nazis” de Benito Bermejo)
Lugar | Fallecidos | Liberados | Sin datos o desaparecidos | Evadido |
Aller | 1 | 0 | 0 | 0 |
Avilés | 7 | 5 | 0 | 0 |
Allende | 1 | 0 | 0 | 0 |
Bayas | 1 | 0 | 0 | 0 |
Candamo | 1 | 1 | 0 | 0 |
Cangas de Onís | 2 | 0 | 0 | 0 |
Cangas del Narcea | 1 | 0 | 0 | 0 |
Carreño-Candás | 4 | 0 | 0 | 0 |
Castropol | 1 | 0 | 0 | 0 |
Castrillón | 2 | 1 | 0 | 0 |
Coaña | 1 | 0 | 0 | 0 |
Colunga-Lastres | 3 | 0 | 0 | 0 |
Colloto | 1 | 0 | 0 | 0 |
Corvera de Asturias | 1 | 1 | 0 | 0 |
Cudillero | 1 | 0 | 0 | 0 |
Gijón | 20 | 7 | 0 | 0 |
Grado | 3 | 0 | 0 | 0 |
La Felguera | 2 | 1 | 1 | 1 |
Langreo | 1 | 3 | 2 | 0 |
Llanes | 3 | 2 | 0 | 0 |
Luarca-Valdés | 3 | 1 | 0 | 0 |
Mieres-Turón | 7 | 4 | 1 | 0 |
Nava | 1 | 1 | 0 | 0 |
Navia | 1 | 1 | 0 | 0 |
Noreña | 1 | 0 | 0 | 0 |
Olloniego | 1 | 0 | 0 | 0 |
Oscos | 0 | 1 | 0 | 0 |
Oviedo | 8 | 15 | 3 | 0 |
Parres | 1 | 0 | 0 | 0 |
Peñamellera Alta | 1 | 0 | 0 | 0 |
Pesoz | 1 | 0 | 0 | 0 |
Piloña | 1 | 0 | 0 | 0 |
Piñera | 1 | 0 | 0 | 0 |
Pola de Laviana | 1 | 0 | 0 | 0 |
Ponga | 1 | 0 | 0 | 0 |
Pravia | 2 | 1 | 0 | 0 |
Quintana | 1 | 0 | 0 | 0 |
Quirós | 1 | 1 | 0 | 0 |
Ribadesella | 1 | 2 | 0 | 0 |
Salas | 3 | 0 | 0 | 0 |
San Martín del Rey Aurelio | 0 | 3 | 0 | 0 |
Santa Eulalia de Oscos | 0 | 1 | 0 | 0 |
Siero | 2 | 2 | 0 | 0 |
Soto del Barco | 0 | 1 | 0 | 0 |
Tineo | 0 | 2 | 0 | 0 |
Trubia | 1 | 0 | 0 | 0 |
Somiedo | 0 | 1 | 0 | 0 |
Vegadeo | 1 | 0 | 0 | 0 |
Villaviciosa | 2 | 0 | 0 | 0 |
Total | 100 | 58 | 7 | 1 |
En Mauthausen estuvo el asturiano José Manuel García Peruyera, de Grado, que estuvo la friolera de ocho años en campos de concentración nazis, primero en Francia y después en Alemania y Austria. Pasó por Buchenwald y después por el famoso “campo de los españoles”. En la actualidad vive en Canarias, donde lleva afincado 60 años. A sus 91 sigue dando charlas en institutos en el país galo y en nuestra tierra. En este campo estuvieron también otros dos asturianos, Indalecio González, de la Franca, Ribadeva y Laureno Nava, de Quirós, que ejercieron dentro de los campos la función de kommandos, o popularmente conocidos como kapos, que se encargaban de vigilar a los prisioneros y que en muchas ocasiones “se portaban peor que los SS”. Normalmente esta tarea la realizaban presos comunes alemanes o presos polacos. Pero hubo dos asturianos que reprimieron a sus compañeros encarcelados. De hecho, Indalecio sería después ahorcado por los prisioneros.
En Buchenwald estuvo Vicente García Riestra, el poleso que murió el 9 de mayo del año pasado en Perigueaux (Francia). El Golpe de Estado le pilló con 11 años en Pola de Siero. Su padre se dedicaba al abastecimiento de las fuerzas republicanas. Tras la caída de la región, se marchó a Cataluña. Su padre fue fusilado por los franquistas. Tras la derrota franquista en la Guerra Civil, durante el paso a la frontera francesa, lo hirió la metralla. En Francia, tras la ocupación nazi, se unió a la Resistencia francesa. El 20 de diciembre de 1943 fue detenido por la Gestapo. El 24 de enero de 1944 llegó al campo de concentración nazi. Hasta el último día de su vida estuvo enviando correos a diputados y ministros españoles para que se apoyara a las víctimas de los campos de concentración nazis. Todas estas vivencias las recogió Xuan Santori en su libro “42.553: Después de Buchenwald.”
[…] Riestra, nacido en Pola de Siero en 1925, fue este año Medalla de Oro de Asturies a título postumo. Su vida, marcada por la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, el asesinato de su padre y de su hermano, y un largo exilio, también inspiró el libro de Xuan Santori “42.553: Después de Buchenwald” . Con 11 años fue evacuado con su madre y hermanos en 1937 desde el puerto gijonés de El Musel rumbo a Burdeos. De Budeos pasaría como otros muchos refugiados asturianos a Catalunya, aún en la España republicana. Tras la caída de Catalunya, él y su familia huirían a Francia, donde serían internados por las autoridades francesas. Cuando logra salir del campo de refugiados empieza a trabajar como leñador. La invasión nazi de Francia, en la primavera de 1940, le llevará con 15 años a buscar contacto con la Resistencia para unirse a ella. A pesar de su juventud colabora como informador de los guerrilleros hasta que un chivatazo le delata y le obliga a buscar refugio en el monte con los resistentes armados. Capturados él y sus compañeros del maquis, los alemanes le deportan en 1944 al campo de concentración de Buchenwald, cerca de Weimar. Allí la lucha sigue, participando con otros presos en la organización de la resistencia dentro del campo hasta el final de la guerra. Cuando las tropas norteamericanas llegan en abril de 1945 a Buchenwald descubren un campo en el que los prisioneros se han armado, han ejecutado a sus últimos carceleros y han tomado el control del presidio. Tras la liberación Riestra regresa a Francia, se asienta en Périgueux, se casa y forma una familia. […]
[…] Riestra, nacido en Pola de Siero en 1925, fue este año Medalla de Oro de Asturies a título postumo. Su vida, marcada por la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, el asesinato de su padre y de su hermano, y el largo exilio, también inspiró el libro de Xuan Santori “42.553: Después de Buchenwald” . Con 11 años Riestra fue evacuado con su madre y hermanos en 1937 desde el puerto gijonés de El Musel rumbo a Burdeos. De Budeos pasaría como otros muchos refugiados asturianos a Catalunya, aún en la España republicana. Tras la caída de Catalunya, él y su familia huirían a Francia, donde serían internados en campos. Cuando logra salir del campo de refugiados en el que había estado acogido, empieza a trabajar como leñador. La invasión nazi de Francia en la primavera de 1940, le llevará con 15 años a buscar contacto con la Resistencia. A pesar de su juventud, colabora como informador de los guerrilleros hasta que un chivatazo le delata y le obliga a buscar refugio en el monte con los resistentes armados. Capturados él y sus compañeros del maquis, los alemanes le deportan en 1944 al campo de concentración de Buchenwald, cerca de Weimar. Allí la lucha sigue, participando con otros presos en la organización de la resistencia dentro del campo hasta el final de la guerra. Cuando las tropas norteamericanas llegan en abril de 1945 descubren un campo en el que los prisioneros se han armado y han tomado el control del presidio. Tras la liberación Riestra regresa a Francia, se asienta en Périgueux, se casa y forma una familia. […]