Los llamados “expertos”, ese término vaporoso del que tanto abusamos en los medios, suelen tener la fea costumbre de la profecía o la manía de creerse en posesión de una solución mágica para todos los problemas. No ocurre eso con Javier González Vega, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Oviedo y presidente del Observatorio asturiano de derechos humanos para el Sahara Occidental: “La gestión se antoja difícil, y no veo una solución de inmediato”, reconoce en relación a la crisis con Marruecos. Pero no siempre se trata de buscar soluciones: a veces basta con enfocar correctamente los problemas.
¿Cuáles deberían ser las prioridades ante esta crisis con Marruecos?
Obviamente recomponer la relación con Marruecos, porque hemos llegado a un extremo de deterioro que supone la suspensión de la cooperación en materia de seguridad, inteligencia, antiterrorismo…Hay que encauzar las relaciones, aunque que conste que no estoy desconociendo que la responsabilidad de la crisis es de Marruecos. El que ha dado el portazo, en este caso el que ha abierto la puerta, ha sido Marruecos; y lo ha hecho con una serie de exigencias que son absolutamente inadmisibles.
Todo Estado soberano puede decidir su política exterior y no debe estar pendiente de lo que quiera Marruecos. Además, en último término, el problema de fondo es la cuestión del Sáhara Occidental, donde la posición de Marruecos no es compartida por ningún Estado salvo por Estados Unidos.
¿Y qué postura debería tomar nuestro país ante el tema del Sáhara?
España tiene una postura que han refrendado sin vacilaciones todos los gobiernos desde el año 1975. Fue una postura que adoptó el gobierno de Arias Navarro a partir de la retirada unilateral de España. España se lava las manos con los acuerdos de mayo del 75 y decide que cesa en su ejercicio de administradora del territorio. Pero advierte, en la segunda parte de los acuerdos, que la cuestión del Sáhara Occidental solo se resolverá una vez que el pueblo del Sáhara Occidental ejerza su derecho a la libre determinación, y esa es la posición del gobierno español.
En el cómo se ha interpretado luego, con el tiempo, ha habido alguna modulación. Hoy se dice que el derecho de la libre determinación de los saharauis debe venir de una negociación entre las partes, reconociéndole a Marruecos su derecho a participar. En un principio se trataba de un referéndum en el que se expresara el pueblo saharaui, y no los colonos marroquíes.
Esa sigue siendo la postura oficial. España en ese punto no se ha movido, aunque es una postura bastante ambigua. Hay que urgir a una negociación entre las partes para solventar el conflicto. Mi opinión personal es que España debería hacer algo más, pero no me parece que estén los tiempos para pedir heroicidades a nuestros responsables políticos.
“La credibilidad de la UE en relación con el Sáhara Occidental es inexistente”
¿En los últimos años, e incluso décadas, se ha intentado contentar a Marruecos a cualquier precio?
Evidentemente. España ha intentado contentar a Marruecos, ha satisfecho a Marruecos y también se ha satisfecho a sí misma, todo hay que decirlo. España tiene también sus intereses, y entre otras cosas hay empresas españolas cuya presencia en Marruecos reporta jugosos beneficios, que se verían comprometidos si España adopta una postura mucho más militante en defensa de los intereses del pueblo saharaui. Te hablo de empresas como Pescanova, Zara, Naturgy, y de muchas del IBEX 35 que están implicadas.
Y la reapertura de la causa en la Audiencia Nacional al líder saharaui, ¿responde también a este afán de quedar bien con Marruecos?
Estos procesos penales, porque los ha habido en uno y otro sentido, que se iniciaron al amparo de la vieja ley de justicia universal española, eran procesos que inicialmente fueron ejercidos por el movimiento saharaui reclamando responsabilidad penal a militares marroquíes que se habían visto implicados en la represión. Fue el amparo de esa ley, que permitía enjuiciar crímenes cometidos en otros territorios, con la particularidad además de que el Sáhara era territorio español, y sigue siéndolo, lo que permitió que las causas saharauis pudiesen residenciarse ante la Audiencia Nacional.
Al rebufo de esas demandas presentadas por gente afín al Polisario, Marruecos decidió a su vez ejercer demandas a través de personas interpuestas y supuestas asociaciones de víctimas que financia, que están agitando contra el Frente Polisario la misma bandera. Es decir, la reivindicación de justicia por supuestos actos de genocidio, tortura, etc…
El que se haya reabierto ahora la causa es hasta cierto punto comprensible. Efectivamente, si la persona autora de unos hechos, que hasta ahora no estaba a disposición de la justicia española, se encuentra en nuestro país, pues lógicamente se puede reabrir la causa. Pero el fundamento real de la causa creo que responde más bien a un montaje.
Volvemos a lo mismo: convertir a la víctima en verdugo ¿Quién está ocupando militarmente el territorio del Sáhara?, ¿quién está victimizando a su población desde hace 46 años?, ¿quién es el malo en esta película? Yo no estoy exculpando al Frente Polisario de acciones que haya podido cometer, y también obviamente de violaciones de los Derechos Humanos, pero desde luego las mayores violaciones de los Derechos Humanos y los mayores crímenes por los que debería proceder a una persecución penal no son contra los líderes del Polisario sino contra las autoridades marroquíes.
¿Qué papel debería jugar la Unión Europea en todo esto?
Idealmente existen unos mecanismos en la UE, estos que vulgarmente se llaman sanciones, que se aplican por ejemplo a Rusia cuando envenena a un opositor. Entonces la UE toma medidas contra los dirigentes, congela sus cuentas, cancela negociaciones comerciales…La cuestión es: ¿la Unión Europea va a hacerlo en el caso de Marruecos? (Rompe a reír)
“Las exigencias de Marruecos son absolutamente inadmisibles”
Se ríe
Pues claro que me río. La UE precisamente concluyó en 2019 un acuerdo de pesca con Marruecos en el que, contra lo que dice el Tribunal de Justicia, procede a aplicar sus disposiciones a las aguas del Sáhara Occidental; la UE ha extendido el estatuto de asociación al territorio del Sáhara Occidental, pese a estar ocupado ilegalmente…Con todo eso, ¿cabe esperar que Marruecos vaya a ser víctima de sanciones aprobada por la UE?
Esto en último término, por mucho que se hagan declaraciones desde la Comisión Europea, es un problema bilateral España-Marruecos.
La UE es entonces víctima de su propia hipocresía: le concede demasiado a Marruecos para defender sus propios intereses, pero luego, cuando pretende imponerse a la monarquía alauí, ya ha perdido la autoridad para hacerlo
La credibilidad de la UE en relación con el Sáhara Occidental es inexistente. A todo lo más se llegará a una relación de cooperación en control migratorio, pero respecto a la cuestión de fondo, que es el tema del Sahara, no se va a revisar la posición de la UE.
A medio o largo plazo, ¿ve alguna forma de solucionar los problemas en las fronteras de Ceuta y Melilla?
Van a ser siempre un problema en la medida en que son el punto natural de llegada al continente europeo de las masas que recorren África desde cualquier lugar. Lógicamente, en la medida en que son la puerta de entrada a Europa siempre van a ser un problema. La geografía nos puso ahí y, en este caso, la deriva de los continentes con la inmensa riqueza de Europa y la situación de África hace que sea la puerta de entrada al paraíso. La gestión se antoja difícil, y no veo una solución de inmediato. Hay soluciones muy a largo plazo, y pasan por posibilitar un desarrollo en África.
El Sahara Occidental sigue siendo español. España sigue siendo, para la ONU, su administrador. Marruecos lo ocupa ilegalmente. Nunca fue territoro msrroquí. Existe una Resolución de la ONU que obliga a España a celebrar un referendum de autodeterminación del pueblo saharaui, INCUMPLIDO.
Esta es la situación.