La plaza del Ayuntamiento de Oviedo acogió una de las cientos de concentraciones organizadas en todo el Estado en repulsa por los asesinatos de las pequeñas Olivia y Anna a manos de su padre, y de la joven Rocío por su pareja, que deja una criatura de 4 meses. Y es que un padre maltratador no es garantía de ser buen padre.
Al grito de “basta ya del sistema patriarcal que nos mata a todas” en torno a 500 personas, mujeres y hombres, encendieron velas en recuerdo de las víctimas de la violencia machista y vicaria. Porque “no son locos, son hijos sanos del patriarcado”.







