Los movimientos vecinales de Oviedo y Gijón respaldan la continuidad del Centro Los Ríos de Ventanielles

Representantes de distintos colectivos arroparon ayer el espacio comunitario, amenazado de desalojo, en un encuentro organizado por 'Nortes' y 'Ventanielles Existe'.

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

Asociaciones, plataformas y movimientos de Oviedo/Uviéu y Xixón se dieron ayer cita en el Centro Vecinal Los Ríos de Ventanielles, en un encuentro abierto organizado por Ventanielles Existe y Nortes. Nacio González, de la plataforma SOS Viejo Hospital agradeció que el encuentro se organizara precisamente en un barrio, y no en el centro, porque, según sus propias palabras “tenemos un Ayuntamientu que cree que la ciudad ye solo la Plaza América, y una izquierda a la que le cuesta salir de la Plaza del Paragües”. González señaló que una de las tareas fundamentales del movimiento vecinal es que la gente de los barrios “recupere la autoestima”, y puso el ejemplo de las movilizaciones en el Cristo, que han hecho que gente que nunca había ido antes a una manifestación corte ahora con toda naturalidad la calle para reivindicar un centro social en el espacio del antiguo HUCA.

El encuentro llevaba por título “Cambiar el barrio para cambiar el mundo” y fue toda una reivindicación de la importancia del trabajo comunitario en tiempos de fragmentación social. Héctor Colunga, director de la Fundación Mar de Niebla, afincada en la zona oeste de Xixón, señaló la importancia de reconstruir los lazos comunes frente a un sistema que “solo fomenta el individualismo”. Colunga expuso por ejemplo cómo durante el confinamiento Mar de Niebla organizó el reparto de material informático entre niños y niñas obligados a asistir a sus clases de manera online sin los medios para ello. Candela Herrera, de la asociación Luar, de Ventanielles, se emocionó recordando cómo el tejido social tuvo que hacer frente a situaciones muy complejas en el peor momento de la pandemia, improvisando y con muy pocos medios.

Las federaciones vecinales de Xixón y Uviéu estuvieron representadas por sus respectivos presidentes Manuel Cañete y Eva Sánchez. Cañete brindó el apoyo del movimiento vecinal gijonés a la continuidad del Centro Vecinal los Ríos y señaló que todos los espacios que hoy tienen las asociaciones en Xixón “se ganaron a pulso”. Eva Sánchez de la FAVO señaló que el movimiento vecinal ovetense tiene mucho que aprender de su homólogo gijonés y criticó la falta de canales para la participación en el Ayuntamiento de Oviedo, donde los distritos están paralizados.

La cuestión de la supresión de los chiringuitos de San Mateo planeó durante todo el encuentro. Marcos Álvarez de la asociación vecinal de Sograndio, en la zona rural de Uviéu, apuntó que sin chiringuito en San Mateo es probable que la asociación tenga que cerrar por falta de fondos para continuar con su actividad. También Jorge Fernández de AMA y La Folixaria, reivindicó espacios para la participación juvenil tanto en las fiestas como durante el resto del año. De alianzas intergenarcionales asimismo habló Sara Picado, que en representación del movimiento en defensa del sistema público de pensiones, llamó a que personas de todas las edades se unan para proteger “el único servicio público en el que el capital financiero no ha podido entrar todavía”.

Se repasaron luchas, pero también pequeñas grandes victorias. Desde la continuidad de la biblioteca de San Lázaro, que estuvo a punto de ser cerrada en Uviéu por el bipartito de derechas, hasta la creación del Parque del Truébano en el barrio del Cristo, impulsado por el movimiento vecinal en los terrenos del antiguo HUCA, pasando por la fundación de Hostelería Con Conciencia para luchar por la pequeña hostelería que no se identifica con la gran patronal OTEA. También se celebró el nacimiento de pequeños espacios radiofónicos como La Barrida de Radio QK, dirigido por Waldo Valbuena, y dedicado a “contar lo que pasa en los barrios”

El encuentro sirvió para poner en común diferentes luchas por la recuperación del espacio público en las dos principales ciudades asturianas. Paco Ramos, de Ecoloxistes N´Aición, habló sobre las alianzas entre grupos ecologistas y asociaciones vecinales en diferentes movimientos ciudadanos de Xixón. Manuel Cañete, de la FAVG, apuntó a la necesidad de que el movimiento vecinal se reinvente, siendo el portavoz de nuevas demandas ciudadanas en los barrios como el medio ambiente y la sostenibilidad. El arquitecto Felipe Díaz Miranda, de la plataforma Fábrica de Gas e Ideas, señaló la importancia de la participación ciudadana en el diseño urbano, y se refirió a la necesidad de que la capital asturiana preserve y de nuevos usos a los principales símbolos de su modernidad industrial: la Fábrica de Gas y La Vega. También al derecho a la ciudad se refirió Paula Vega, activista en defensa de la bicicleta, que reivindicó el poder transformador de la bici para lograr “una ciudad para las personas”.

Había ganas de verse las caras después de más de un año de distancia social y reuniones a través de Zoom. El foro sirvió para conocerse o reencontrarse, hablar cara a cara y pensar nuevas formas de llegar a la sociedad. La necesidad de no ser “islas” y tender puentes entre movimientos y luchas fue una de las ideas más repetidas en este segundo acto presencial co-organizado por Nortes, tras la presentación de las memorias de Juan Luis Vallina en Llanera. A modo de conclusión Manuel Cañete tiró de una cita clásica: “quiénes pelean por separado, son vencidos juntos”.

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