La caja tonta a veces es también un alivio, una forma de compañía y, si estás ingresado en el hospital durante unas semanas, un gasto que no todos pueden permitirse. En casi todos los hospitales públicos de España el servicio de televisión para los pacientes ingresados está adjudicado a una empresa privada, que se encarga de la instalación, mantenimiento y explotación de los televisores fijando el precio según lo establecido en los pliegos de cada centro.
El Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) decidió el pasado mes de noviembre, con el fin de remediar el aislamiento de los pacientes en plena pandemia, garantizar la gratuidad de la televisión en los hospitales. Cinco meses después las autoridades sanitarias asturianas revirtieron la medida, excepto para pacientes covid, y hoy los enfermos ingresados tienen que pagar de nuevo por el tiempo que vean la televisión.
El precio de la hora de visionado varía hasta en un 80% entre los distintos hospitales asturianos
El precio varía hasta en un 80% según el centro. En el hospital ovetense, cuyas televisiones están en manos de la empresa catalana Isern Medical Telecom (que presta este servicio a más de un centenar de hospitales en toda España), se paga a 72 céntimos la hora, 2,80 euros por 24 horas y 7 euros por tres días. En el Hospital de Cabueñes la hora de visionado cuesta 40 céntimos, aunque el precio del bono por 24 horas es idéntico al del HUCA.
En los hospitales de Jarrio y San Agustín una hora de televisión sale por 50 céntimos de euro; 2 euros por todo un día de visionado y 5 euros cuesta el bono de 72 horas. En el hospital Carmen y Severo Ochoa, en Cangas del Narcea, una hora de televisión le sale al paciente por 60 céntimos, mientras que un día entero le cuesta 3 euros y una semana de televisión 17,5 euros.
Además de la citada Isern, que presta el servicio de televisión de pago a 1950 camas hospitalarias en Asturias, las otras dos empresas que gestionan los televisores en la región son Asturtele y Gispasa. Las tres, aunque se quedan con la recaudación íntegra, han de abonarle un canon al Principado por cederle esta concesión. Solo en 2019 las arcas públicas asturianas recibieron 2,5 millones de euros en este concepto.
¿Quién paga lo que es gratis?
“Nosotros siempre tuvimos claro que la gratuidad iba a ser una medida temporal”, asegura Juan Pedro Muñoz Ávila, de CC.OO Sanidad y Servicios Sanitarios, “el SESPA nunca dijo que fuese a ser gratis para siempre, aunque nosotros siempre estuvimos a favor de eso”.
La misma postura defiende Felipe Piedra, de CSIF, para quien “la televisión debería ser gratis para los pacientes, del mismo modo que los ingresados en otras instituciones, como las penitenciarias, tienen la televisión gratuita”. Asimismo, Piedra recuerda que “hay muchos pacientes, que por falta de movilidad, por falta de familiares o por problemas económicos no pueden disponer del servicio de televisión. Hay gente aislada o recién operada que no puede moverse para ir a sacar las tarjetas de prepago, o que no tiene dinero para hacerlo”.
“Da la impresión de que las cosas son gratis, pero las cosas cuestan. Otra cosa es quién la paga y por qué vía”
El pasado mes de mayo el tema llegó a la comisión de salud de la Junta General a raíz de una proposición de Podemos para hacer gratuita la televisión a los pacientes de los hospitales asturianos. La iniciativa solo contó con el respaldo de IU. PSOE, Cs, Foro y VOX votaron en contra.
Dacio Alonso, de la Unión de Consumidores, introduce más matices en el debate. “La cultura de la gratuidad, a mi juicio, no existe. Porque lo que no paga alguien lo está pagando otro por otra vía. Y da la impresión de que las cosas son gratis, pero las cosas cuestan. Otra cosa es quién la paga y por qué vía”.
Alonso reconoce que existe “toda una discusión sobre si los servicios complementarios de un hospital, como es la televisión o el aparcamiento, deberían ser gratuitos y pagados por el sistema. Hay que diferenciar entre servicios asistenciales y prioritarios y los servicios complementarios”.
El presidente de la Unión de Consumidores cree que una opción “razonable sería que el hospital comprase directamente los terminales, los ubicase y punto pelota. Sería mucho más sencillo. En pocos meses se amortiza el gasto y el margen de beneficio es altísimo”. Además, apunta, estaría a favor de que “los hospitales garanticen la wifi para todos sus pacientes, lo que sería un servicio de mucho menor coste”.
¿Y por qué dalguién tien de tener derechu a ver la tv (de baldre o non) nel hospital? ¿Qué pasa si la otra persona que ta nel mesmu cuartu nun la quier ver? ¿Tien que pasar por ello quiera o non?✊