Los enfermeros y auxiliares del Hospital gijonés de Cabueñes no pueden más, y así lo han hecho saber este miércoles en una nueva movilización en el hall de todas las plantas del recinto, en el que se han dado cita para exigir la contratación de refuerzos y la dimisión todo el equipo directivo del Área Sanitaria Quinta. Una exigencia acompaña a la otra. Afirman que la dirección conoce el problema de falta de personal desde hace muchos años y no han tomado ninguna medida al respecto con la llegada de la pandemia. Tras una primavera dura, y un verano un poco más tranquilo, “no hacía falta ser virólogo para saber que a partir de octubre la cosa se iba a complicar, y ahora estamos peor que en marzo”. Así lo comenta Elena Pérez, una enfermera del centro hospitalario, que afirma que la gente está agotada. Según las demandas del personal, hacen falta un mínimo de tres enfermeras y tres auxiliares por planta y turno, los siete días de la semana. Sin embargo, actualmente solo se cubren estas cifras de luches a viernes en turno de mañana. El resto del tiempo hay como mucho dos enfermeras y dos auxiliares.
El resultado lo explicaba otra de sus compañeras, Ana Carpintero, gráficamente: más de veinte pacientes por persona, y como no hay visitas, que generalmente ayudan en estos menesteres, somos nosotras quien tenemos que darles de comer a los que lo necesitan. Es raro el turno, asegura, en que no se hagan una hora u hora y media de más.
Los empleados del recinto se han reunido al mediodía en las escaleras del hall para expresar su descontento. Una movilización en la que no han faltado los trabajadores de las plantas pares, aquellas que albergan a los positivos y sospechosos de Covid, si bien, lo han hecho desde las puertas de entrada, sin salir de su zona, por motivos de seguridad.

Su demanda no solo es la contratación de nuevos refuerzos para garantizar la atención de los pacientes, si no la dimisión de todo equipo directivo del Área V, encabezado por Manuel Bayona. Insisten en que la situación no es nueva. Desde la última ampliación del hospital, cuando se añadieron unas cinco habitaciones por planta, no se reforzó la plantilla.

MATERIAL INSERVIBLE
Duras críticas dirigen también a los Equipo de Protección Individual (EPI) facilitados a los trabajadores que entran en contacto con positivos y sospechosos de Covid19. Los materiales, aseguran, son de muy mala calidad y muchos reutilizados. El ejemplo más gráfico son las mascarillas. El propio envoltorio en el que vienen empaquetadas señala ‘Non Medical’, según una foto hecha pública por los propios trabajadores del hospital.