Ni cine, ni performance, ni teatro. Quizá todo lo contrario. Cristina Busto presentó en “La Noche Negra” de La Factoría Cultural de Avilés su última pieza: “Solo sé que no se nadar”. Un juego de palabras para un espectáculo hibrido, poético y personal, con música de Daniel Romeo “Tape”. Arranca con la reivindicación del otoño y termina con la lectura en bañador de Simone de Beauvoir. De fondo, una lenta e hipnótica proyección de mujeres nadando en una piscina municipal. Buceo lento y parsimonioso en las imágenes de la vida cotidiana.
Fotos: Tania González



