Las Cincuenter lo tienen claro: el único modo de vivir mucho tiempo es cumplir años

Beatriz Rico y Minerva Piquero protagonizaron una charla sobre el edadismo y la tiranía de la belleza, mientras que la expo fotográfica es visitable hasta el 23 de diciembre

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Elena Plaza
Elena Plaza
Periodista, formadora en género, contadora de historias y enredada entre ruralidades. En mi haber cuento experiencias maravillosas como Atlántica XXII o Rural Experimenta.

Las Cincuenter volvieron a ocupar espacios en la jornada de ayer escenificando esa ocupación en el Archivo Histórico de Asturies. Si ya en junio organizaron un primer encuentro, en este viernes pasado lo materializaron con una instalación fotográfica, ‘Fichadas’, firmada por la fotógrafa Beatriz Montes Durán y comandada por Diversia. Fue el marco para la charla sobre ‘Edadismo y la tiranía de la belleza’ que protagonizaron la actriz Beatriz Rico y la comunicadora Minerva Piquero, ambas asturianas y cincuentañeras llenas de energía y proyectos.

Instalación fotográfica a cargo de Beatriz Montes Durán. Foto: Iván G. Fernández

“El único modo de vivir mucho tiempo es cumplir años”. Pedazo de verdad como un templo que se cascó Rico en la conversación previa que tuve la oportunidad de mantener con las dos. Este mal del edadismo, o discriminación por edad, es un mal endémico en esta sociedad peterpanesca donde prima, o se premia, lo joven, lo bello, y se rehúye de lo viejo.

Hacerse mayor, cumplir años, atesorar experiencias y sabidurías, es “una cuestión de actitud, pero hay un tema mucho más práctico, y es que la esperanza de vida es mucho mayor. Antes una mujer de 60 era una anciana y ahora si te mueres con esa edad se dice ‘qué joven se ha muerto’. Se decía que los 40 eran los nuevos 30, ahora son los 50”, explica Beatriz Rico.

Piquero destaca que el edadismo y la tiranía de la belleza “son dos temas importantes a tratar. Es verdad que cuando pasas de cierta edad empiezas a ser invisible y vivimos en una sociedad en la que, no nos engañemos, los hombres maduran y las mujeres envejecen: Un señor con canas es un señor interesante, una señora con canas es una dejada, aunque ahora hay un movimiento muy interesante de mujeres jóvenes con canas”, comenta mientras ambas me señalan a mí, que me dejé las canas al viento hace pocos años, en mi treintena.

“Una mujer a partir de los 50 años no está en su mejor momento porque no tenemos la energía ni el cuerpazo que teníamos a los 30, pero yo no me cambiaría por los 30. Yo creo que el poso que tienes ahora de sabiduría, de estar en comunión perfecta contigo con lo que tienes, con lo que eres, dónde estás y hacia dónde vas, te da un poder y a mí, sobre todo, me da una libertad que ya habría querido tener a los 30”, reconoce la popular ex presentadora de ‘El Tiempo’ de Antena 3. “Hay mucho que contar, muchos estigmas que romper y hay que levantar la voz en nombre de muchísimas mujeres que, a diferencia de Beatriz y de mí, no tienen esa oportunidad y que realmente están siendo apartadas como una carga social. Queremos dar visibilidad a eso y venimos a dar voz y a dar guerra, somos muy guerreras”, incide.

Beatriz Rico y Minerva Piquero, unas cincuenter guerreras. Foto: Iván G. Fernández

“Somos guerreras y lo vamos a demostrar levantando nuestra voz. Hoy tenemos la gran suerte que tú nos pones un altavoz y vamos a dar una charla y nos escuchan, pero hay muchas mujeres y compañeras a las que no escuchan porque tienen menos voz”, apoya la actriz gijonesa.  Mientras que Piquero pone en evidencia que, con la pandemia, “que ha sido social y económicamente una cosa horrorosa, el 60% de los parados son mujeres mayores de 50 años. Hemos sido el primer objetivo por razones diversas a la hora de hacer limpieza en las empresas. Y un 50% del planeta reconoce tener prácticas edadistas: ves a alguien mayor y das por hecho que tiene edad para adaptarse a los nuevos tiempos. Hay mucho prejuicio en torno a la edad, creo que tenemos que ser una luz para las que vienen detrás, una inspiración”.

Rico reconoce que “es cierto que hay menos papeles cuando pasas de los 40, que las historias que interesan son las de chicas más jóvenes o son esos físicos. Hay una franja, por lo visto los 70, que vuelve a haber papeles. Sí es cierto que parece que se nos penaliza por cumplir años más que a los hombres, pero de ahí a que no existamos… Yo aquí vengo a un acto de positividad y de sororidad. Si yo me sintiera muy acabada estaba en mi cama tomándome un Lorazepam. Hay una discriminación por edad en nuestra profesión, sí, pero por lo que yo veo, y por mi parte, que ya es bastante, nada de que desapareces. Aunque ésta es mi experiencia y cada cual tiene la suya”.

Minerva Piquero lo tiene claro: da igual la edad, lo importante es “no dejar de querernos. Parece que si no vas a la caza de una pareja para qué arreglarse, si no tienes que estar expuesta para que estar guapa. Hay que quererse más y hay que mostrar todos los valores que tenemos. Eso nos hace mujeres poderosas y distintas y eso las generaciones más jóvenes tienen que entender que no se acaba, que no hay más futuro que hoy”.

Y ocupando esos espacios centrales, mostrando parte de aquellas mujeres cincuenter que participaron del encuentro de junio, se ha llevado a cabo la instalación fotográfica (visitable de lunes a viernes de 9 a 14 horas hasta el 23 de diciembre) pendiendo de la cúpula central de lo que antiguamente fue la cárcel modelo de Uviéu. Una referencia simbólica a la intención de tejer puentes dentro de la comunidad, de ocupar unos espacios que esta generación ganó en los 80 y 90  y a los que no quiere renunciar, sino que reivindica firmemente porque, como dice la organizadora Yolanda Lobo, “las cincuenter estamos sin amortizar”.

Público asistente. Foto: Iván G. Fernández

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