Contábamos hace unos días que la Junta General iba a aprobar una Ley de Simplificación Administrativa que incluía una enmienda del grupo parlamentario de Ciudadanos. Dicha enmienda, apoyada por el PSOE, habilita a las Cámaras de Comercio para gestionar determinados permisos, autorizaciones y licencias a sus propios socios. La redacción de ese texto, por lo que ha podido saber Nortes, se gestó en el sector de Ciudadanos más próximo a Ignacio Cuesta, coordinador del partido en Asturias. Dos de los cinco diputados naranjas en la Junta, Laura Pérez Macho y Armando Fernández Bartolomé, acusan a la dirección del partido de “apartarles de la negociación” de dicha ley.
Finalmente, los dos diputados rompieron la disciplina de voto del partido y votaron contra la aprobación de la ley. Aunque dicen defender “la colaboración público-privada”, critican que se haya retirado de la ley “la posibilidad de que las pequeñas y medianas empresas de consultoría y asesoramiento también trabajen como colaboradoras de la Administración pública”.
La ley aprobada supone, bajo su punto de vista, “una reserva de oligopolio de nuevo espacio de mercado, y eso no forma parte de los principios que defiende Ciudadanos”. También los sindicatos de funcionarios han criticado duramente esta medida.
Para CSIF esto puede dar lugar a “creación de chiringuitos o sistemas de redes clientelares”, pues no es de recibo “encargar a los mismos lobbies” que “están para servirse a ellos mismos y a sus propios intereses” la solución de los problemas de la administración.
El Conceyu para Otra Función Pública cree que esto implica “privatización prácticamente completa de los procedimientos de declaración responsable y a la mercantilización de estos procedimientos, cuya tramitación se convertirá en un nuevo nicho de mercado”.
Desmantelar Ciudadanos
No es la primera vez que Pérez Macho y Fernández Bartolomé hacen público su descontento con el proceder interno de Ciudadanos. Los dos parlamentarios, críticos con la estrategia de Cuesta y Susana Fernández, la portavoz en la Junta, han denunciado reiteradamente la ausencia de debate y diálogo en el seno del partido. Respecto a la Ley de Simplificación Administrativa, han puntualizado que “ni se abrió el debate la tarde anterior a la votación en el Pleno, ni se informó de ninguno de los trámites ni de las propuestas presentadas en nombre de los cinco diputados a lo largo de los pasados meses. Y estamos en la misma situación de falta de debate interno e información con los presupuestos de 2022”.

Para decir las cosas por su nombre, a lo que Pérez Macho y Fernández Bartolomé se oponen es a la estrategia de Cuesta, y otros altos cargos del partido en Asturias, de liquidar Ciudadanos de forma ordenada para fusionarse con el Partido Popular. Los díscolos barruntan que está en marcha una operación, coordinada por el exsecretario de Organización de Ciudadanos y hoy en el PP, Francisco Hervías, en colaboración con la cúpula del partido en Asturias, para desmontar las estructuras naranjas y facilitar el salto de sus cuadros al partido conservador.
Además de Cuesta y Fernández, señalan a Sergio García, secretario de Organización y segundo portavoz parlamentario, como cómplice de estas maniobras. Pérez Macho y Fernández Bartolomé han recurrido a la Ejecutiva nacional del partido para denunciar los “silencios y las frases ambiguas” de sus superiores, y lo que consideran “un incumplimiento reiterado de su deber de defender la autonomía y la buena imagen de Ciudadanos Asturias”.
En resumen, su “dejación de funciones” ante la OPA hostil que el PP ha lanzado contra la formación. Prueba de ello es que el propio Hervías estuvo en Asturias el pasado mes de octubre “asesorando” al PP sobre cómo desmantelar Ciudadanos en la región. Los parlamentarios dicen estar sufriendo “difamación y hostigamiento” por cuestionar estos movimientos.
Pérez Macho denuncia que Susana Fernández, sin previo aviso y sin explicaciones, la destituyó de las comisiones que dirigía y le quitó prácticamente todas sus potestades como parlamentaria. Su propuesta, y la de Bartolomé y otros militantes del partido, pasa en primer lugar por la dimisión de Cuesta como coordinador y la posterior formación de una gestora.
“Los militantes y los votantes de Ciudadanos Asturias no merecen una Junta Directiva que se ha apoderado de los mandos del partido para conducirlo a la integración en el Partido Popular con los plazos y los métodos que les sean útiles a cada uno de ellos para sus carreras personales”, denunciaban en un reciente comunicado. En este caso, al contrario de lo que suele pasar, son los capitanes los primeros en abandonar el barco que se hunde