La Consejería de Educación ha trasladado hoy a los sindicatos una primera propuesta para definir la plantilla orgánica de los centros educativos asturianos en el curso 2022/2023 que contempla un incremento de 74 plazas con lo que la cifra global de docentes se elevaría a 9.441.
Según el director general de Personal Docente, Miguel Sariego, la propuesta “no está cerrada” y se ha elaborado a partir de las necesidades de los centros y teniendo en cuenta la evolución de la matrícula registrada en las diferentes etapas educativas durante los últimos años y, tras la reunión de la mesa sectorial, las negociaciones seguirán mañana a través de una mesa técnica de trabajo
Sariego ha recordado que el volumen del alumnado se reduce en Infantil y Primaria pero resiste en Secundaria y Bachillerato, “por lo que se debe organizar un trasvase de plantilla a las etapas en las que la matrícula resiste”.
Así, ha explicado que desde 2015, la escuela pública asturiana perdió 7.340 estudiantes -5.245 en Infantil y Primaria- “sin que la plantilla docente haya sufrido apenas variaciones” y que en 2020 y 2021 se hizo un esfuerzo “importante” durante la pandemia “para encarar los retos a los que se enfrentó el sistema educativo como los confinamientos o el uso de las nuevas tecnologías”.
De cara a 2022, ha asegurado el director general, se planificó un trasvase de Infantil y Primaria, donde se reducen 46 plazas, a Secundaria y Bachillerato, “las dos etapas que ahora mismo requieren de un esfuerzo de personal docente”.
Críticas sindicales
Para ANPE, la propuesta inicial de la Consejería, pese a considerarla “globalmente positiva”, está aún “muy alejada de las verdaderas necesidades del sistema educativo” y no compensa la amortización de 554 plazas fijas desde el inicio de la crisis en 2010.
Así, recuerdan que el número total de plazas ofertadas para interinos en la 1ª convocatoria de agosto ha sido de unas 3.000, una cifra similar a la del curso anterior, y además se han adjudicado en torno a 500 de funcionarios en prácticas que compensan las jubilaciones habidas en el curso 2020/21.
Además, muestra su preocupación por las medias jornadas en los centros docentes, “que empezaron siendo excepcionales y crecen año tras año” hasta alcanzar las 1.120 de este curso, el 37,5 % del total, algunas de ellas de difícil cobertura dado que el salario “no llega para cubrir gastos”.
Según ANPE, estas cifras, junto con las altas tasas de jubilaciones – entre 450 y 500 cada curso, que se incrementarán en los próximos años-, la escasa convocatoria de oposiciones en los años de la crisis económica, y que en el año 2020 no se pudieron celebrar por el Covid, han llevado a alcanzar unas tasas de interinidad en los últimos años superiores al 35 % del profesorado.
En la misma línea, UGT ha señalado que la oferta de la Consejería no responde a las necesidades reales del sistema educativo después de que este curso hayan sido adjudicadas en la primera y segunda convocatoria 4.265 plazas, la mayoría vacantes, para funcionarios interinos.
De esta forma, subraya la central ugetista, la plantilla orgánica no cubre ni el 70 % de las plazas existentes “y esa situación viene repitiéndose curso tras curso, con lo que centenares de plazas se consideran necesidades coyunturales cuando son plazas estructurales”.
La propuesta de plantillas, subraya UGT, son insuficientes al no adaptarse a las necesidades reales y no afrontar el progresivo envejecimiento de la plantilla docente y por seguir manteniendo “una tasa de interinidad escandalosa”.
Por su parte, CCOO ha incidido en que el desfase entre plantilla real y orgánica “dificulta la estabilidad de las plantillas” dado que esas plazas no pueden ser ocupadas por funcionariado de carrera y pueden desaparecer en cualquier momento al no estar consolidadas oficialmente en la estructura de los centros. “La planificación de los centros no debe depender únicamente de criterios economicistas derivados de la aplicación de
medidas neoliberales de gestión, sino que ha de primar lo cualitativo. De lo contrario, la escuela rural acabará por desaparecer”, apuntan desde el sindicato, que ha criticado que, un año más, las plazas de la especialidad de llingua asturiana y gallego-asturiano sigan sin formar parte de la plantilla orgánica pese a que los tribunales garantizaron hace ocho años que la enseñanza del asturiano no esté sometida a ratios o demanda y obligaron a la administración a ofertarla siempre que haya al menos un alumno matriculado.
Por último, SUATEA ha considerado escasa la propuesta de plazas dado que constata la intención de no reducir la horas lectivas del cuerpo de maestros a veintitrés o de no disminuir horas lectivas al profesorado mayor de 55 años y la voluntad de seguir solventando las necesidades reales de profesorado mediante la contratación de personal interino para cubrir necesidades estructurales del sistema “pese al reconocimiento gubernamental de la contratación temporal abusiva”. “Con la actual propuesta de 9.441 puestos en plantilla orgánica seguimos sin recuperar los puestos perdidos durante los años de los recortes en el sector público” ha denunciado el sindicato.