Codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) y profesor en varias universidades, Jesús A. Núñez Villaverde es economista y militar en reserva, especializado en seguridad, construcción de la paz y prevención de conflictos, con atención especial al mundo arabomusulmán. Este martes estuvo en El Manglar de Oviedo/Uviéu invitado por la asociación cultural La Ciudadana y la asociación Paz y Solidaridad, ligada a CCOO de Asturies, para analizar la situación geopolítica de Oriente Medio. En su conferencia, Núñez Villaverde analizó el papel del colonialismo y del postcolonialismo a la hora de explicar la situación de una de las regiones más conflictivas del planeta, que contiene las principales reservas mundiales de gas y petróleo.
En opinión del especialista, con la retirada militar de Afganistán e Irak, EEUU ha decidido priorizar su presencia en otros escenarios internacionales, con vista a contener a sus principales competidores, Rusia y China, que han podido crecer en influencia internacional gracias a los 20 años de “empatanamiento” norteamericano en Oriente Medio. Para poder dedicar sus recursos y energías a otros lugares del mundo, señaló el economista y militar, la Casa Blanca necesita normalizar y reforzar a Israel, que es “su gendarme en la zona” más allá de los “quebraderos de cabeza” que también le produce a menudo la política exterior de Jerusalén. Dentro de este proyecto de normalización del Estado sionista con sus vecinos de Oriente Medio y el Magreb, estaría, según Núñez Villaverde, el establecimiento oficial en 2020 de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel a cambio del apoyo por parte de los EEUU y sus aliados a la soberanía de Rabat sobre el Sahara. El giro de Pedro Sánchez sería un efecto colateral de esto, pero también el resultado de las presiones de Marruecos a España en múltiples temas domésticos como la pesca, la contención de la emigración africana o la lucha contra el narcotráfico.

Con respecto al papel de Israel en la guerra que se libra en Ucrania, según el experto en política internacional, a pesar de las peticiones de ayuda militar del presidente Zelensky, el primer ministro israelí, Naftali Bennett “no va a enfrentarse con Rusia”. La ayuda de los servicios de inteligencia de Putin, señaló Núñez Villaverde, resulta vital para Israel en su particular guerra contra Hezbolá, aliados de Irán, la otra potencia nuclear de la región. De cara al 30 de marzo, Día de la Tierra Palestina, no hubo mucha oportunidad en el acto para la esperanza. Según el analista, Israel va a seguir con su política de “hacer la vida imposible a los palestinos hasta que pueda completar su dominación territorial y se encuentre en una posición de clara superioridad demográfica”.
El viernes la geopolítica sigue en El Manglar y La Ciudadana con una conferencia del especialista Augusto Zamora.