La insistencia de la sección sindical de la Corriente Sindical d’Izquierda en la Fábrica de Armas de Trubia ha dado sus frutos. A través de una resolución de la Inspección de Trabajo, han conseguido que se reconociese que los cerca de 200 empleados de los talleres de Armado y Soldadura 1 y 2 trabajan exponiéndose a agentes cancerígenos.
El reconocimiento de esta exposición facilita el reconocimiento de un posible cáncer como enfermedad profesional. También obliga a la empresa a poner más medios para proteger a sus trabajadores e impide que estos sean contratados a través de una ETT.
“La empresa lleva desde el año 2009 incumpliendo la normativa y negando la evidencia”, dicen desde el sindicato. “Todos somos conocedores de compañeros trasladados como consecuencia de niveles altos en las analíticas y ahora, desde la implantación de robots de soldadura, el número de compañeros con problemas crece”.
Recuerdan en CSI que ahora “se hace imprescindible que la empresa ponga en marcha medidas como la extracción localizada en los robots y recupere el chorreado de la chapa previo a los trabajos de armado y soldadura”.
Las condiciones de trabajo son responsables de al menos 10.000 casos de cáncer anuales en España, siendo la primera causa de muerte en el trabajo.