Ana Castaño atisba un horizonte de izquierdas, a pesar del desencanto, de las incertidumbres, de los errores y guarda la esperanza de que Podemos pueda formar parte de un gobierno de coalición en el próximo mandato. Ha sido concejala de IU en la oposición, es una veterana funcionaria que conoce la Fundación Municipal de Cultura como su casa y, además, es la actual coordinadora de IU de Xixón, tras ser elegida en la última asamblea. Repasamos con ella como se fragua la relación con las otras formaciones políticas de izquierdas, que trascendencia tendrá el proyecto de Yolanda Díaz en el proceso político municipal y autonómico.
¿Qué valoración hace de la inversión privada de 40 millones de euros que piensa hacerse la cadena Quirón en la ciudad?
Evidentemente no me entusiasma. Me preocupa. Demuestra que las empresas privadas ven oportunidad de negocio en la sanidad asturiana. Es de sobra sabido cuál es nuestro modelo que apuesta por una sanidad pública, de calidad, por una buena atención primaria y por la agilización de las obras del hospital de Cabueñes.
Sería muy desalentador que ese nuevo hospital privado iniciara sus obras antes que las de Cabueñes
Sería muy desalentador pero no creo que vaya a ser así.
¿Qué opina de las declaraciones de la Alcaldesa Ana González sobre este asunto?
Poco más tengo yo que decir que no haya dicho al comienzo de esta entrevista. Francamente, ella ha estado en su papel. Como institución, la Alcaldesa juega su papel en estos momentos y me quedo con lo que más me gusta de sus declaraciones que es la defensa de la sanidad pública.
Hábleme de su encuentro con el nuevo secretario de la Agrupación Socialista de Gijón, José Ramón García. ¿Qué percepción ha tenido?
Ha sido buena. Un encuentro “sencillo”, una primera toma de contacto para iniciar un camino juntos. Nos hemos emplazado para otra reunión que valore el acuerdo de gobierno y la gestión de la ciudad. Debo decir que fue un encuentro amable en el que hemos coincidido con algunos problemas de la ciudad e, incluso, en los problemas que tenemos las organizaciones para afrontarlos. Porque realmente, las organizaciones no son tan diferentes unas de otras ni sus dificultades. A las dos nos ha golpeado la pandemia en la vida interna. Por otra parte, también diría que ha sido una reunión agradable porque era con personas con las que ya había trabajado antes y esa circunstancia siempre afianza una buena sintonía. En Gijón nos conocemos todos y, sobre todo, los que sumamos unos cuantos años ya.

¿La valoración de la gestión de estos tres años con el PSOE ha sido positiva?
Hemos tenido una muy buena relación con el PSOE estos tres años en términos generales. Es verdad que yo no estoy en tareas de gobierno y a quien le corresponde analizarlas es a mi compañero Aurelio Martín, pero desde luego si podría calificarla de una relación cómoda en la que, cuando hemos tenido dificultades, las hemos abordado. No siempre las hemos hecho públicas. Pero diría que es una relación también fácil como en la última negociación presupuestaria, fue todo muy fácil. Somos dos organizaciones distintas, con matices diferentes, que se han enfrentado a una situación muy difícil: la pandemia, una administración paralizada. Ninguna de las dos organizaciones lo ha tenido fácil.
Ha venido la ministra de Transportes la semana pasada y en relación a todos los proyectos planeados, la ciudadanía tiene la impresión de que todo es muy etéreo, sin inversiones concretas y sin plazos.
Es normal que tenga esa percepción. Hay que ser conscientes de que el desencanto es total. Se empezará a creer lo que decimos cuando se vean mover tierras. Lo que sucede es que eso no es tan sencillo. A mi me gustaría que las cosas fueran más rápidas, que no nos volviéramos a quedar en palabras, pero los ritmos de la administración son los que son. Aquí no se ha acertado. Primero vino una localización, después otra. Entiendo que la gente no crea esas declaraciones.
Las próximas elecciones tendrán como objetivo que esas tierras ya estén removidas
Fui cuatro años concejala y estuve en la comisión de Hacienda. La gente sabe que miro mucho la pela y que soy muy “repunantuca” con los números. Hacer cuentas es una cosa que casi nunca nos gusta a la izquierda. Nos gustan más las declaraciones generales que los números. Pero las cosas hay que pagarlas. Ya cuando vi los primeros números en mi época de concejala, me parecía que aquello iba a ser muy complicado. Y creo que ahora esos números no tienen sentido porque todo es más caro. Es seguro que hay que volver a mirarlos, ver como será su financiación y hablar claramente sobre ella. Seguro que no va a ser tan sencillo. NO tengo claro, francamente, que en este mandato vayamos a ver mover tierras.
Me parece una apreciación muy realista, pero no sé cómo se gestiona ese discurso ante la ciudadanía para que pueda volver a repetirse un gobierno de coalición de izquierdas. Probablemente lleguemos al 2023 y no haya una excavadora en moreda, ni nada en el parque Científico Tecnologico, o en el Muro.
Hombre, en algún sitio habrá algo. Todas las obras no se van a iniciar al mismo tiempo. Entienda que no estoy en el día a día de la gestión municipal. Creo que algunas cosas se podrán asumir y otras será muy complicado. Y lo que hace falta decirle a la ciudadanía es que sobre el Plan de Vías, el Metrotren y la estación, es reconocible su escepticismo. Segundo, hay poco discurso que vender e, insisto, será una obra que exigirá una financiación y el cumplimiento de unos plazos que en ocasiones a la gente hay que aclararle. La capacidad de inversión de este Ayuntamiento es la que es, no podemos iniciar todas las obras al mismo tiempo, esas cosas hay que decirlas. Hay que decir cosas menos amable.
Y se dice poco
Creo que sí. Se dice poco y la gente no es tonta.
En la honestidad hay un valor político asumido y positivo. Cómo se gestiona esa incertidumbre, cómo ganarse la confianza del votante de izquierdas con esas incertidumbres de cara las próximas elecciones.
Yo creo que se han hecho cosas también. Por ejemplo, los servicios sociales de Gijón, en el momento más duro de la pandemia, estaban abiertos y atendiendo a los ciudadanos. En nuestro área se han agilizado procedimientos en el Ayuntamiento de Gijón. Pero no es sencillo. Yo lo he dicho muchas veces y en el seno de mi organización también, cuando era concejala: la parálisis era tal que nadie iba a ser capaz de pasar de 0 a 100 en uno, dos o tres años. Creo que se han hecho cosas y se van hacer. Se puede compartir o no las tareas llevadas a cabo en medio ambiente, pero se ha trabajado mucho y se ha cambiado mucho la ciudad. Y yo creo que con ese haber nos tenemos que presentar al votante de izquierdas.
Y en el caso de IU y de Podemos, es posible que la presentación de un proyecto inspirado por Yolanda Díaz les obligue también a incorporarlo al discurso municipal y autonómico.
Sí, probablemente.
“Lo que ha sucedido en Andalucía produce una cierta desolación y también cabreo”
Sobre la hipótesis de que va a ser así, ¿cómo va a permear el proyecto de Yolanda Díaz en su organización?
Francamente, no lo sé. En estos momentos, ella tiene sus tiempos que son los suyos y es lo que vemos ahora. Habrá que ver cómo se desarrolla. Se ha visto en Andalucía la presencia constante de Alberto Garzón que es el coordinador de IU, además de ministro de Consumo. Es un proyecto que nos gusta y por el que apostamos pero tendremos que ver cómo se va configurando. Yo creo que es muy prematuro todavía aunque entiendo que todo el mundo está muy preocupado por lo que pueda pasar en tal fecha. Yo creo que hay que dejar pasar un tiempo. En ese sentido, yo soy una mujer muy tranquila. Me encuentro cómoda con sus declaraciones. Y habrá que ir viendo cómo cuaja eso en la ciudad. EN IU no es que no tengamos un camino, pero hay que ver cómo se irá configurando. Ella no ha adelantado si su proyecto tendrá reflejo en el ámbito autonómico y municipal.
¿Cómo reaccionó ante el desastre que ha sucedido en Andalucía?
Pues como cualquier persona. He visto una cierta desolación y también cabreo. No aprendemos nunca. No creo que resulte tan difícil entenderse. Es una práctica muy común de la política española esperar al minuto de descuento y a mi, personalmente, me irrita bastante. No entiendo esa manera de hacer política ni la comparto. Se que es la que se hace y, quién sabe, a lo mejor también me toca hacerla a mi, pero no me parece deseable.
A la luz de lo que ha sucedido en Andalucía, ¿la hegemonía de podemos sigue pecando de adanismo? Lo digo porque en la declinación de la morfología institucional se descalabra.
Me cuesta hacer una calificación general de Podemos como tal. Si pienso en personas, habrá algunas que pecaron de adanismo, otras que mantuvieron sus posiciones con toda la buena voluntad, posiciones que no compartía entonces y ahora tampoco, y otras que su paso por la institución espero que les haya hecho evolucionar y sé que algunos han evolucionado. Algunas personas de Podemos no las encuentro en las mismas posiciones ni en las mismas maneras ni diciendo lo mismo ahora que las que defendían, por ejemplo, en el 2015 y eso me parece bueno. Me alegro.
Cree que para el proyecto de Yolanda las intervenciones extemporáneas de algunos cargos públicos están suponiendo palos en la rueda a la Ministra de trabajo.
Pues quizá. La alta política, lo que sucede en Madrid, solo la leo. Quizá. Pero estoy segura de que seremos capaces de solucionarlo. En política, ofenderse gratis es absurdo. Me refiero a que hay que tener claro el objetivo por encima de las palabras y de determinados momentos de algunas personas. Ese ruido que a veces invade el espacio de las organizaciones, las discusiones políticas y las negociaciones hay que procurar que no afecten en exceso al discurso político.
¿Cómo es en estos momentos la relación de IU de Xixón con Podemos?
Pues yo diría que buena. No nos vamos a engañar, tampoco es una relación estrecha, porque esa relación se fragua por encontrarse en los mismos campos o ámbitos. Con la Coordinadora de Podemos en Gijón, Alejandra Tejón, y con la dirección tengo una buena relación. No es cotidiana pero hablamos y es correcta.

En el horizonte más próximo se contempla, al menos, que no puede haber un gobierno de derechas
Yo soy optimista por los resultados electorales que históricamente han cosechado los tres partidos de la izquierda pero soy consciente de que no es un buen momento por la fuerza con la que soplan los vientos de la reacción. Y eso nos tiene que preocupar a todos. También creo que la gente es consciente de ello y valorará todo lo que se ha hecho a lo largo de los años. Esta es una ciudad construida por la izquierda y no todas las ciudades son como Gijón ni en todas las ciudades se hace la misma política. NO todo el mundo tiene los mismos intereses, independiente de que no todo el mundo acierta en lo que hace siempre.
Qué valoración hace de la moción que aprobó la derecha esta semana sobre el Solarón. Parece que se la derecha también ha hecho verde.
Me parece puro oportunismo. Hay quien entiende la política como una serie de acciones que procuran un beneficio concreto en un momento determinado, independientemente de que coincida o no con lo que pienso. Esa es una manera de hacer política de mucha gente que hace política y que yo no comparto. Habrá ciudadanos que piensen que esa será la posición política de la derecha en la ciudad, si gobierna la derecha, ciudadanos que crean que el Solarón será un parque, pero la gente se equivoca mucho.
La posición de Podemos fue la de la abstención
Están en la oposición y apoyan a la plataforma que defiende esa opción. Me gustaría que mantuvieran otra y hablar pero también creo que estar en la oposición resulta más fácil que estar en los gobiernos. Le pasa a Podemos con el gobierno de España. Muchas veces se hace corresponsable de decisiones que no comparte. Cuando uno está en la oposición puede votar una abstención.
“El Podemos que conocimos en 2015 y que yo conocí durante aquellas frustradas negociaciones para alcanzar un acuerdo de gobierno ya no es el que está en esta ciudad”
A la luz de los desencuentros de Podemos con este gobierno de coalición, ¿atisba un horizonte en el que Podemos, por fin, comparta un gobierno municipal con el PSOE e IU?
Yo creo que sí. Acabo de hacer una referencia al gobierno de España. No entiendo por qué aquí no sería posible. Estamos a un año de las próximas elecciones. Habrá que ver cómo evolucionamos y habrá que ver dónde se sitúa Podemos este año. Entiendo que no es fácil dar ese salto de la oposición a un gobierno, pero habrá debate sobre la ciudad que se sustanciará este año, por ejemplo, con el Plan de Movilidad. Y además, está habiendo acuerdos en el bloque de la izquierda en determinados ámbitos.

Es positivo que Podemos se incorpore, probablemente este año no, pero sí, a las dinámicas de un gobierno municipal aunque sea para que no haya un gobierno de derechas.
Sin lugar a dudas. Estoy convencida de que Podemos no va a facilitar un gobierno de la derecha y de hecho haces una referencia a la reunión que Monchu mantuvo con nosotros y que también celebró con la dirección de Podemos y las declaraciones de Podemos iban en ese sentido: un temor a la ultraderecha. El Podemos que conocimos en 2015 y que yo conocí durante aquellas frustradas negociaciones para alcanzar a un acuerdo de gobierno ya no es el que está en esta ciudad.
A pesar de la baja popularidad de Ana González, ¿qué pondría en valor de la actual alcaldesa de Gijón?
Yo creo que es una persona cercana, aunque esa no es la imagen que proyecta. Es una persona muy cercana e inteligente. Las veces que la veo me resulta afable y con la que se puede charlar. Siempre me ha parecido una persona cordial y cuando hemos expresado difernecias, lo hemos hechos desde esa cordialidad.