El estudio de la Ronda Norte, aprobado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, refleja que el trazado de la vía tendrá seis carriles, algo más de ocho kilómetros y dejará a 125 viviendas por encima del umbral del ruido, si bien más zonas sufrirán de contaminación acústica y acumulación de partículas en suspensión. Una obra farónica que costaría unos 300 millones de euros (más previsibles sobrecostes) que dejaría severamente afectadas por el ruido a San Claudio, la zona norte de La Florida o los centros escolares de Loyola y el IES Ciudad Naranco.

La improbable actuación, por su elevadísimo coste y la fuerte oposición social que presenta -como demuestra la encuesta que acompaña el estudio-, tendría como punto de partida las proximidades de San Claudio, localidad que queda completamente por encima de los niveles de ruido que permite la ley. La ronda atraviesa el núcleo de San Lázaro de Paniceres, que quedaría partido, a modo de gran zanja. Pasando por la Lloral y Tresllamas, alcanza Las Campas y llega al nudo de conexión que se crearía en La Florida, en dirección hacia el parque de Pura Tomás, que quedaría por encima de los niveles de contaminación acústica permitidos, lo mismo que los dos bloques de viviendas situadas junto al futuro recinto ferial de la zona, ahora mismo un barrizal que genera, encima, inundaciones severas en la zona.



En la zona de la Pista Finlandesa está previsto un gran túnel que lleve el recorrido hacia Fitoria, donde concluye el recorrido. Precisamente, son la vía peatonal del Naranco y el recorrido del Camino de Santiago los más afectados por la ronda. De hecho, el recorrido de los peregrinos tendría que desviarse casi un kilómetro, construyendo un puente para su paso.
No sale bien parada la zona de monumentos, que queda a menos de medio kilómetro de la autovía e, inevitablemente, afectada por el ruido y la contaminación. Además, resultaría afectada una trinchera de la Guerra Civil que está catalogada por Patrimonio.




Las posibilidades reales de que el proyecto salga adelante siguen siendo escasas. En 2016 se estimó un coste de 226 millones de euros, que se iría con los precios actuales por encima de los 300.
De conseguir la financiación, solo licitar la elaboración del proyecto y redactarlo, se podría demorar tres años. Antes, el estudio deberá pasar el periodo de alegaciones que acaba de abrirse e incorporar posibles cambios si se estiman estas. Con el estudio aprobado y una vez elaborado el proyecto definitivo, este debería recibir el visto bueno definitivo, ejecutar las expropiaciones, licitarse y finalmente realizar una obra que demoraría varios años. Para que todo esto pueda llegar a pasar harían falta más de dos décadas.