Izquierda Unida se apoyará en las nueve alcaldías con que cuenta en Asturias, que la convierten en la segunda fuerza política municipal de la región, para impulsar desde la Federación Asturiana de Concejos (FACC) el rechazo al proyecto de ley de Calidad Ambiental que se tramita en la Junta General y que busca, según el Gobierno, reducir la burocracia.
Tras reunirse con los regidores de IU, su coordinador, Ovidio Zapico, ha señalado que todos sus alcaldes, y los de otras formaciones, se oponen a una normativa que cargará a los ayuntamientos de nuevas competencias y responsabilidades para las que no cuentan con recursos humanos y técnicos y cuyas implicaciones pueden suponer importantes perjuicios para las administraciones locales.
El objetivo, ha apuntado, es emplear el verano para seguir “tejiendo alianzas” que permitan lograr en distintos frentes tumbar la nueva Ley de Calidad Ambiental y sumar la “ofensiva municipal” a la ya iniciada con colectivos conservacionistas y ecologistas y con sindicatos como Comisiones Obreras.
Por su parte, la alcaldesa de Riosa y vicepresidenta de la FACC, Ana Díaz, ha reclamado, al igual que su homólogo de Morcín, Maximino García, que el órgano supramunicipal se pronuncie sobre la normativa tanto por las implicaciones que tiene en el ámbito de la responsabilidad municipal como por el grado de arbitrariedad que se abre en la tramitación con las declaraciones responsables. EFE