“A mi no me gusta dejar tirada a la gente, y esa es una de las razones por las que he aceptado este reto Alberto, porque no quiero dejar tirada a Asturias después de casi 40 años de socialismo”. Aunque Canga ha advertido que “ganan los equipos, no los individuos”, el candidato del PP a la presidencia del Principado no ha escatimado en los autoelogios a su trayectoria profesional en las instituciones europeas, y se ha presentado a sí mismo como un hombre cuasi providencial en su primer baño de multitudes, celebrado este lunes por la tarde en un abarrotado Auditorio de Oviedo/Uviéu.
El PP asturiano, de ayer, hoy y siempre, con todos sus ex presidentes, arropó a Diego Canga en un acto que contó con la presencia estelar de Alberto Núñez Feijóo, que venía a presentar en sociedad a su hombre para las autonómicas. Lo hacía en un buen día para el PP a nivel nacional, con una votación favorable a sus intereses en el Tribunal Constitucional y el todavía más sorprendente archivo de la causa sobre la Caja B del partido, pero no tan bueno para el PP asturiano, al que la encuesta de Metroscopia para El Mundo sigue sentando en el banco de la oposición a pesar de su crecimiento a costa de Cs.

Aunque la demoscopia le sea por ahora desfavorable, el candidato se ha mostrado confiado en su capacidad para ganar en una plaza difícil como Asturies e inaugurar así una nueva hegemonía conservadora. “Me dicen que soy un valiente, pero valientes son las fuerzas de seguridad del Estado, los militares, la gente de Protección Civil, los misioneros y monjas que he visto en mis múltiples viajes a África o mis padres, que hace 60 año se fueron a vacunar a Chad”, ha señalado al referirse al paso que ha dado.
También ha rechazado que pueda ser tachado de burócrata, porque si fuera así se habría quedado en Bruselas, y ha afirmado que esos ataques vienen de quienes no han acudido allí ni una sola vez para obtener más fondos o buscar alternativas al cierre de las térmicas.
En su opinión, lo fácil para él hubiera sido seguir siendo director de Agricultura en la Comisión Europea, pero que no lo ha hecho porque le duele ver que “rindan Asturias a los intereses de Sánchez” y porque pretende convencer a la gente para ganar y conseguir que el sector privado engorde y el público adelgace.
Canga ha asegurado que contar con un presidente que conozca Europa como la conoce él sería una “ventaja enorme” para Asturias y se presentó como el “mejor embajador” posible del Principado en el exterior, frente a un Gobierno autonómico como el actual “que tiene mucha experiencia en prometer y en no cumplir” y que además presenta una ejecución presupuestaria bajísima.

Canga ha presentado Asturies como una región en decadencia, con envejecimiento, emigración juvenil, listas de espera y politización de la administración pública, y nuevamente echando mano de las metáforas futbolísticas se ha presentado como el hombre adecuado para volver a jugar en primera división. Para el candidato popular, Barbón no deja de ser un “alumno aventajado del sanchismo que antepone lo que diga Sánchez a Asturias, la única región en la que hay más gente inactiva que trabajando, que cada día pierde 25 asturianos y a la que quiere devolver a primera, no que baje a segunga B”
“El PSOE está seco y se acaba el cortijo en Asturias”, ha incidido antes de mostrarse convencido de que el cambio llegará en mayo y que será la antesala del que conseguirá poco después Feijóo a nivel nacional.
Para terminar, el candidato lamentó que Sánchez, contra el que cargó a lo largo de todo su discurso, no terminara durante la pandemia sus intervenciones televisivas, como Macron, con vivas a Francia, y por eso pidió a los presentes concluir con un “¡Viva Asturias! ¡Viva España! ¡Viva el Rey!”.