Tenemos una mala noticia y una buena noticia. La mala es que Decero Creativo, el taller, escuela y sala de exposiciones fundado y animado por la incombustible Marta Fermín (Oviedo/Uviéu, 1973) cierra sus puertas en el Oviedo Antiguo tras más de siete años de actividad. Lo sentimos. La buena es que no desaparece. Se traslada al medio rural asturiano, ese lugar donde ahora parece que se cuece todo lo interesante. En concreto a Puerto Vega, Navia, donde ocupará la capilla de Lebrón como espacio expositivo, y las cercanas escuelas de la parroquia naviega de Tox como centro de producción y creación. Una decisión “difícil” en palabras de Fermín, pero necesaria, ya que la expansión y crecimiento del proyecto, sobre todo en el ámbito de la producción y la gestión cultural, ha llevado a su creadora a tener que cerrar una de sus líneas, la docente, por falta de tiempo para impartir clases.
Fermín quiere ahora conjugar arte y ruralidad en un espacio ubicada en las inmediaciones de la Reserva Natural de Barayo, una de las joyas paisajísticas de la costa occidental asturiana. Desde 2023 el nuevo Decero se centrará en la creación y producción de otros artistas, así como en la gestión de proyectos nacionales e internacionales. También ofertará becas y estancias a artistas que quieran retirarse en Puerto Vega a trabajar.

Para despedir la que ha sido sede de Decero durante casi una década, Fermín organizó este jueves un brindis. Más de un centenar de personas, entre alumnos, artistas y amigos, acudieron al espacio de Martínez Vigil.
Grabadora formada en la Escuela de Arte de la capital asturiana, Fermín apostó por Oviedo/Uviéu en momentos difíciles para su vida cultural, y ha sido una figura clave en su renacimiento y revitalización. Inquieta y firme practicante del trabajo en red, Fermín ha impulsado además de su propio espacio eventos tan reconocidos como Alma Gráfica o la Semana del Arte Profesional, la asociación Les Cuestes o la de Galerías de Arte de Oviedo. La remuneración de los artistas y el reconocimiento de sus derechos laborales y dignidad profesional ha sido otro de sus caballos de batalla.

Fermín se ha mostrado ilusionada con respecto al cambio de ubicación de Decero, pero también ha reconocido su tristeza por dejar el espacio ovetense. Para la artista y agitadora cultural “levantar cualquier proyecto en una ciudad pequeña es siempre una heroicidad”. Visiblemente emocionada, en el acto de cierre ha agradecido la presencia de todas las personas que han hecho posible el espacio: “no me imagino una forma mejor de despedirnos”.