Los Winchester disparan su tercera bala

La banda avilesina presenta su álbum "III" en La Salvaje de Oviedo este sábado

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Víctor Guillot
Víctor Guillot
Víctor Guillot es periodista y adjunto a la dirección de Nortes. Ha trabajado en La Nueva España, Asturias 24, El Pueblo de Albacete y migijon.

Conservan el semblante obrero de los que madrugan para poder tocar lo que les de la gana. Se nota en las ojeras sombreadas a base de robarle horas al tiempo bajo los ojos de German Gilsanz, el vocalista de Winchester, la banda avilesina que presenta este sábado en La Salvaje su tercer dísco: III.

Play for you fue el debut que marcó en 2016 su comienzo en la música. Una obra que recuperaba el legado de la más genuina savia del rock orgánico de los 90. The Black Crowds, los Queen of the Stone Age, Nirvana, Stone Roses, pero también los Kinks, Led Zeppeling o incluso rivetes de Tom Petty o Neil Young que nos retrotraen a otros épocas. Winchester nació en 2010 con German Gilsanz, Kike García, Pablo Pravia y Nacho Iglesias. Dos discos después son un trio que desembarca nuevamente con toda una artillería de temas de genuino y electrizante rock and roll “Es una seña de nuestra identidad. Kike, el bajista, tiene más influencia progresiva, yo soy rock and roll clásico y Pablo es más noventero”. Winchester es una amalgama de todo eso y más: una actitud.

“Es peligroso: puedes escuchar una influencia de los Stones, una influencia de Queen of the Stone Age, otra de Kinks. No nos puedes encasillar ni meter en un festival exclusivamente mod o en otro heavy”. Aquel Play for you de 2016 abría una vía musical en el rock asturiano que golpeaba de un modo elegante, clásico y contundente, inspirado en un camino independiente, más allá de grandes discográficas, lo que tampoco le has ofrecido grandes oportunidades en su devenir. Por el contrario, han tenido que seducirlas, o directamente, conquistarlas, a golpe de riff.

Ger Gilsanz, durante la entrevista en el Toma 3. Foto de David Aguilar Sánchez.

III es su último álbum, publicado en noviembre del pasado año. En esta ocasión, se han apartado de la producción analógica de Miguel Herrero y se han abrazado a la de Sergio Tutu, para dar mayor amplitud a sus influencias, recorriendo una geografía histórica que recorre el mapa sureño del rock americano de los últimos 30 años. El disco comienza con un Start it again, que en sentido estricto es un volver a empezar, después de haber cerrado su segunda capítulo, Alligator, insatisfechos por la velocidad con la que se había producido: “LLegamos a Alligator después de hacer bolos durante todo el verano; teníamos que hacer cosas todo el tiempo para meter temas en Spoty, poder editar más clips. En fin, el disco se grabó en tres días. Queríamos una producción garajera, que sonara muy macarra y no quedamos satisfechos. Sin embargo, el primer álbum conserva la ilusión de haberse producido en un estudio profesional, con mucho mimo, cumpliendo el deseo de hacer canciones que sonaran bien siempre”.

III tiene una producción digital y otra para el vinilo. “Ver un vinilo, hostia, mola” confiesa Germán que reconoce que es el mejor de los tres que han publicado hasta la fecha: “Tuvimos una pandemia de por medio y tiempo para componer. Llegamos a febrero del 20 con 12 temas. No nos vino mal. No nos jugábamos nada por grabarlo. Lo escuchamos todo, lo analizamos todo, lo discutimos todo. La premisa era muy sencilla: lo que no nos mole, nos lo cepillamos. Se grabó en tres sesiones separadas durante 4 meses de estudio. Pudimos mimarlo como no mimaremos ningún otro álbum”.

Ger Gilsanz, durante la entrevista en el Toma 3. Foto de David Aguilar Sánchez.

Un tercer disco sin nombre, o sencillamente sellado con el número III, “porque tres es nuestro número mágico. Porque somos tres y este es el tercer disco. Tres deportistas, tres supermodelos, tres grupos cada uno, tres influencias, y también porque me gustaba que tuviera un titulo abstracto”. Quizá III sea su disco mas metalero, trufado de riffs potentes, sencillos, clásicos, más cercanos a Black Crows que de Lynyrd Skynyrd, más próximos a Queen of Stone Age que a los Rollings Stones

Y mientras tanto, Ger Gilsanz hace gala de su independencia, “esa navaja de doble filo” que no abre puertas pero les otorga la libertad de componer y grabar sus propias canciones, un crisol de sonidos americanos que merecen, como su última canción, una buena oportunidad. Este sábado sonarán en La Salvaje de Oviedo. Esa es buena.

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