La inflación subió una décima en enero, hasta el 5,8 % en tasa anual, tras la retirada de la bonificación generalizada al precio de los carburantes, mientras que la subyacente escaló medio punto hasta el 7,5 %, la cifra más elevada en 37 años.
Según el dato adelantado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los carburantes llevaron a la tasa general del IPC a romper en enero con cinco meses de moderación, tras el pico del 10,8 % alcanzado en julio.
En cuanto a la inflación subyacente, sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, la subida ha sido mayor escalando medio punto hasta ese 7,5 %, la más elevada desde diciembre de 1986.
El INE ha vinculado la subida de la inflación en enero al alza de los carburantes, superior a la de hace un año, y a que el descenso de los precios del vestido y el calzado ha sido menor que en el año pasado.
Frente a esto, ha destacado la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en enero de 2022.
En el dato adelantado no se detalla más la evolución por componentes como la alimentación.
Desde el Gobierno, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha asegurado que, si bien en este dato adelantado del IPC de enero no están detallados los distintos componentes, la información del Gobierno apunta a que la reducción del IVA de algunos alimentos al 0 % sí se está trasladando a los precios.
En declaraciones a los medios, la también ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha valorado que en enero la inflación se situara en ese 5,8 % al considerar que se ha “estabilizado” pese a la eliminación de algunas ayudas, como el descuento al carburante.
El pasado 31 de diciembre acabó el descuento obligatorio de 20 céntimos por litro de combustible -gasolina y gasóleo- para todos los consumidores y que ahora solo se aplica para los transportistas por carretera.
Y desde el 1 de enero comenzó aplicar la eliminación del IVA en los alimentos de primera necesidad y la rebaja a la mitad, del 10 % al 5 %, en los aceites y la pasta.
Sobre la cifra de la subyacente, el Gobierno espera que alcance el máximo en el primer trimestre y “siga la senda descendente de la inflación general y los costes energéticos y de otras materias primas”.