El sexting es el nombre con el que se conoce la práctica de recibir y enviar fotos o vídeos con contenido sexual. Desde 2015 algunas situaciones alrededor del sexting son consideradas como delito en nuestro país cuando son usadas para chantajear, acosar, violentar o humillar a una persona, por lo general a mujeres. Para educar en la prevención de este tipo de riesgos asociados al mundo digital, y que no solo afectan a las personas jóvenes, en 2015 el Conseyu de la Mocedá d´Asturies elaboró una guía didáctica dirigida al profesorado asturiano. Casi ocho años después de aquel material pionero en nuestro país, este fin de semana se pudieron leer unas declaraciones de Nuria Varela, Directora General de Igualdad del Principado, incluidas en un artículo titulado “La Guía Sexting positivo del Principado de Asturias anima a menores a realizar pornografía infantil”. En sus declaraciones a la periodista Nuria Coronado, la directora de igualdad asturiana denunciaba que la unidad didáctica “banaliza” la violencia sexual y “maquilla la realidad de lo que es el sexting: un delito”. Asimismo, en el artículo publicado en el digital República, Cristina Lozano, portavoz de Docentes Feministas por la Coeducación, acusaba a las autoras de la guía de educación sexual y al CMPA de promover la “pornografía infantil”, la “prostitución” y de “hipersexualizar a la juventud”.
La autora de este material, Soraya Calvo, profesora de la Universidad de Oviedo/Uviéu, ha declinado declarar, del mismo modo que tampoco lo hace María Rodríguez Suárez, ilustradora de esta guía, también acusada en el artículo por un material didáctico posterior del que es autora y que, del mismo modo, publicó el CMPA. Ambas son doctoras expertas en educación sexual, con amplio recorrido y reconocimiento profesional en el territorio y en el ámbito nacional. De hecho, la colaboración más reciente de Calvo -que ahora tiene una estancia temporal en Madrid como investigadora especialista en el pin parental– es con la página de fact-checking de Maldita.es para hablar de bulos y educación sexual. Por su parte, María Rodríguez fue entrevistada este verano como experta en un reportaje de El País titulado “La educación sexual en España: asignatura pendiente” , en el que se advierte de la necesidad “de formación integral con perspectiva de género en este campo para frenar las prácticas de riesgo y la violencia”. En el reportaje también se apunta que los tabúes “siguen obstaculizando su implantación en España”.

El presidente del CMPA desde 2022, Daniel Sierra, con el que Varela no se ha puesto en contacto hasta el momento, no entiende cómo “una guía de 2015, publicada incluso antes que él comenzara su mandato, puede ahora despertar el interés de la directora general de igualdad”, sobre todo “dando crédito a un artículo que incluye mentiras”. Así, Sierra destaca que “las imágenes” que se incluyen en la noticia para acusar a la entidad de promover la pornografía infantil “no son de menores”, tal y como se afirma en el texto. Sierra explica además que el material didáctico “no está destinado para el manejo directo de adolescentes, sino para el uso por parte de docentes”. En segundo lugar, Sierra explica que el material de educación sexual para profesorado fue elaborado hace más de 7 años “con la misma perspectiva con la que el CMPA enfoca la cuestión, por ejemplo, del consumo de alcohol: desde la prevención, es decir, entendiendo que el problema existe y que no va a desaparecer de raíz si no se afronta y se ofrecen herramientas”. De hecho, este mismo enfoque preventivo es el que integra el reconocido programa asturiano de educación sexual para secundaria “Ni Ogros Ni Princesas”, del que forma parte el CMPA pero que también apoya el Gobierno Asturiano desde hace 14 años, premiado en 2021 por la Comisión Europea como mejor práctica en educación sexual y promoción de la salud sexual para adolescentes y del que han formado parte tanto Calvo como Rodríguez.
Frente a las acusaciones de banalizar la violencia sexual por parte de la directora de Igualdad, así como de omitir la información sobre ayuda especializada o familiar, en la página 8 de la guía “Sexting positivo”, el material recomienda hablar en caso de conflictos o conductas delictivas con alguien de confianza, por ejemplo una persona de la familia, pero también contar con el apoyo del profesorado y los equipos de orientación del centro educativo. La guía aporta teléfonos de ayuda especializada en Asturies en materia legal y delictiva. Además, el material, en su parte final incluye recursos de interés relacionados con el ciberbulling, de atención al menor, de ayuda a la infancia y a la adolescencia

Sierra, por otra parte, hace referencia al contexto en el que la guía fue elaborada y “en el que el sexting era considerado un problema social” por lo que el CMPA decidió solicitar la elaboración de un material de intervención en las aulas a expertas. En este sentido, el anterior presidente del Conseyu, Álvaro Granda (2018-22) durante cuyo mandato tampoco se elaboró la guía, reconoce que la misma fue realizada, precisamente, por petición “de los propios centros educativos y el profesorado” que en aquel momento requerían materiales a partir de los cuales poder trabajar sobre sexting en las aulas y con el alumnado de mayor edad. Así, en la guía, se ofrecen definiciones y materiales para poder prevenir delitos contra la intimidad, pero sin criminalizar las prácticas sexuales que, ya a estas alturas del siglo XXI, están entremezcladas con las tecnologías como muchas otras facetas de nuestras vidas. Granda, igual que Sierra, también se muestra sorprendido por la reacción de Varela a “un panfleto”, en relación al artículo “que contiene bulos”, dando declaraciones ahí “antes que llamar al CMPA y preguntar si es cierto; no es normal para una Directora General”. Explica que, precisamente, a él le “tocó el cambio de gobierno de Barbón” -en 2019- “y a todas las direcciones generales les mandamos una invitación para colaborar, para presentarles el trabajo que hacíamos, para ver si querían abrir otras líneas” y que Varela, ni nadie de su dirección general, contestaron en ningún momento a esa invitación. Reconoce que “hasta que llegó Nuria, nuestra relación con igualdad siempre fue buena y de trabajo fluido y constante” y que “cargar contra el Conceyu sin contactar con ellos y sin haber entendido el contenido de la guía” es un error, en su opinión, porque cree que Varela “está en esta dirección general por encima del bien y del mal, desconectada de la realidad” y que “este ataque gratuito parece ser una huida hacia delante de sus propios problemas que tiene en el interior de su dirección general”.

Volviendo a la guía, Granda cree que “si te has leído la guía, ¿quién puede hablar de banalización de la violencia? ¿quién puede acusar de delitos? Por favor, es una guía que no llega a quince páginas, es una herramienta para que el profesorado hable en clase con público joven” y concluye que “estas acusaciones solo se pueden entender desde el adultocentrismo”.
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