Vuelven a casa preocupados por la situación que vive Colombia. Así lo ha manifestado la Delegación Asturiana de Verificación de Derechos Humanos en un comunicado a la opinión pública. Los integrantes de la misión destacan “la continuidad de los ataques sistemáticos contra la dirigencia social, los firmantes de la paz, la dirigencia campesina, los pueblos indígenas, las comunidades negras, previa estigmatización, y la falta de efectividad del sistema de protección y de garantías”. También “la impunidad estructural y el oscuro papel de la Fiscalía que no toma en serio las denuncias de las mujeres lideresas de los asentamientos humanos de Yopal y Nunchía, pero se muestra diligente para judicializar a la dirigencia social de Arauca y Casanare, lo que contrasta con su lentitud para establecer autorías intelectuales, responsables políticos y financiadores del plan de exterminio contra la dirigencia social”.
Violencia contra maestros y maestras, regreso del paramilitarismo, ataques al colectivo LGTBI y a pueblos indígenas, han jalonado una visita en la que los delegados asturianos han podido comprobar, guiados por las organizaciones sociales, que el Proceso de Paz está lejos de haberse completado y que el Estado no ha restituido todavía a las víctimas de la guerra que ha asolado Colombia durante décadas, y cuyos coletazos todavía se viven con intensidad en diferentes puntos del país.

En el plano positivo, los delegados y delegadas “destacan el trabajo serio de la actual directiva de la Agencia de Restitución de Tierras que ha logrado avanzar en la tarea de devolver a las víctimas los bienes que les despojaron”. Asimismo constatan “una voluntad clara del gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez de respetar los derechos humanos y construir la paz”.