Asturies estrenará en los próximos meses una nueva planta de clasificación y recuperación de basura mezclada (bolsa negra), que pasará por ser la más moderna de España, tras una inversión de más de 60 millones de euros.
La nueva infraestructura, ubicada en Serín y gestionada por Cogersa, abrirá una nueva etapa en el tratamiento de residuos en Asturias en la que desaparecerá el volcado de camiones en el vertedero central del Valle de La Zoreda.
La previsión del Principado, donde el pasado año situó la tasa de reciclaje de residuos municipales en torno al 26 por ciento, es aumentar dicho porcentaje en 15 puntos con la entrada de la nueva planta de clasificación de fracción resto.

Adicionalmente, la materia orgánica contenida en la bolsa negra se convertirá a partir de ahora en un material bioestabilizado para el que se prevé dar un uso distinto al depósito en vertedero, de modo que la tasa de reciclaje aumentará en otros 15 puntos, y así se prevé alcanzar el objetivo de reciclar el 55 % de los residuos municipales en 2025, de acuerdo a la nueva normativa.
La planta contará con unas instalaciones de 44.000 metros cuadrados y cinco naves que darán trabajo a 71 personas y podrán tratar 340.000 toneladas de residuos domésticos al año (no clasificados en origen) y asumirá también el tratamiento de 50.000 toneladas de residuos industriales no peligrosos y 25.000 de voluminosos (chatarras, muebles, maderas).
La planta contará además con una central de producción de energía fotovoltaica formada por 5.300 paneles de energía solar, que suman una potencia instalada total de 2.530 kilovatios para generar 3,7 millones de kilovatios hora al año y cubrir el 22% del consumo de la propia instalación.
Pese a estos avances, el Principado, que a diferencia de otras comunidades autónomas renunció en 2017 a construir una incineradora tras años de debate político, deberá poner en marcha actuaciones adicionales para alcanzar el objetivo de reciclar el 65 % de los residuos municipales en 2035.