El socialista Juan Manuel Cofiño, hasta el pasado viernes vicepresidente del Gobierno asturiano, ha sido elegido este lunes nuevo presidente de la Junta General del Principado para la duodécima legislatura autonómica en el pleno de constitución de la Cámara autonómica por mayoría absoluta.
Cofiño ha contado con el respaldo de los 19 votos del grupo socialista y los 3 del de Izquierda Unida así como el del único parlamentario de Foro mientras que la diputada de Podemos, Covadonga Tomé, ha optado por la abstención.
Al cargo optaban también el popular José Manuel Felgueres y el parlamentario de Vox Gonzalo Centeno, que han recibido los votos de sus grupos -17 y 4, respectivamente-.
El presidente de la Junta General del Principado, Juan Manuel Cofiño, se ha comprometido a contribuir desde su nuevo cargo a impulsar los trabajos de un parlamento “con rostro humano” y “comprometido con la gente” que constituya a la vez un escenario orientado a la búsqueda de consensos “y una tribuna crítica de Asturias”.
En su intervención ante el pleno constitutivo de la nueva Cámara autonómica, Cofiño, hasta el pasado viernes vicepresidente del Gobierno regional, ha asegurado asumir el cargo “como un nuevo desafío” a lo largo de su dilatada carrera política que, además de miembro del Ejecutivo, le ha llevado a ser diputado en siete de las doce legislaturas autonómicas.
Tras subrayar su confianza en la madurez democrática del Principado en la “altura de miras” de los 45 diputados para que desarrollen su proyecto político “por y para Asturias, con autonomía y determinación” e impulsados por los principios de “honestidad, transparencia y lealtad” dado que tienen en sus manos “la posibilidad de generar más y mejor democracia”.
“Ahí fuera hay un montón de problemas que esperan ser abordado y detrás hay gente que sufre. Ninguna política puede tener éxito si se olvida de las personas”, ha advertido.
Así, ha abogado por aprovechar “las muchas fortalezas” de una comunidad que vive un momento estimulante “que ofrece muchas posibilidades de futuro” pese a que aún mantenga “un cierto escepticismo colectivo” y por “mantener vivo el sentimiento de ser asturianos”.
El nuevo presidente de la Junta General, que ha dado una especial bienvenida a los diputados que se incorporan por primera vez, ha agradecido también a sus predecesores en el cargo y como miembros de la Cámara por haber creado las condiciones necesarias para que sus ahora integrantes hayan podido alcanzar “este privilegiado lugar”.
“El ascensor social es el termómetro que mide la salud democrática de cualquier sociedad”, ha apuntado tras lamentar que algunos clamen por la desaparición de instituciones como la Junta General o promuevan reformas para disminuir el papel que les otorgan la Constitución y el Estatuto de Autonomía.
Frente a esa tendencia se ha comprometido a trabajar por el fortalecimiento del parlamento asturiano dado que “no puede haber democracia fuerte sustentada en instituciones débiles” y ha abogado por una Cámara “creativa y al tanto de los grandes retos” a los que se debe responder entre todos sus integrantes.
Además, ha defendido que, junto a su papel fiscalizador de la tarea del Gobierno, la nueva Junta General, que no es “una fábrica de producir leyes”, trabaje con intensidad en su tarea legislativa garantizando “la calidad y la bondad” de las normativas que apruebe de forma que, al final de su mandato, se hable más de eso que de su cantidad.
Tras comprometerse a actuar “con rectitud e imparcial” aún siendo fiel a sus convicciones, Cofiño, secundado por un largo aplauso de todos los grupos, ha agradecido la confianza y el apoyo “hasta el exceso” del presidente en funciones, Adrián Barbón, que ha hecho extensivo a su familia por soportar “con estoicismo” sus ausencias y al conjunto de la Cámara.
