El secretario general de CCOO en Asturies, José Manuel Zapico, ha pedido a OTEA la puesta en marcha de una mesa urgente de negociación para abordar la lucha contra el fraude laboral y la economía en B en el sector.
Zapico ha recordado además al presidente de la patronal, José Luis Álvarez Almeida, que no se puede negar que la precariedad y el fraude en la hostelería son una “realidad que se debe combatir”.
En una carta dirigida a Almeida, Zapico ha apuntado que CCOO desea que la hostelería sea “un sector con futuro” y ha insistido en su convencimiento de que “una buena parte de empresas” de este ámbito de actividad “son profesionales”, invierten en su negocio y “respetan los derechos”, frente a “otras abusan y lo hacen con impunidad”, al tiempo que ha considerado que es “falso” que en la hostelería los trabajadores decidan sus condiciones de trabajo.
También ha expresado su deseo de que la patronal de la hostelería deje, a su juicio, de “dar cobertura” a las empresas que “solo buscan dinero rápido” y no respetan los derechos de sus empleados y ha recalcado que Otea puede seguir “negando la realidad” o trabajar para cambiar hechos como que “el 40%” de los contratos en el sector en Asturias son de jornada parcial, lo que duplica la media nacional.

Ha lamentado que a la patronal asturiana del ramo “le encantan las grandes declaraciones” y los discursos “plagados de buenas intenciones”, cuando, a su juicio, “hacen justo lo contrario de lo que dicen”.
En esta línea ha recordado que “bloquearon durante más de diez años” la negociación del convenio colectivo, periodo en el que “condenaron a la pobreza” a miles de profesionales, si bien ha considerado que Otea tiene “una oportunidad para cambiar” y asumir que el futuro de la hostelería en Asturias “pasa también por garantizar buenas condiciones laborales” para sus profesionales.
Por eso ha aprovechado para proponer la puesta en marcha de una mesa urgente de negociación para abordar la lucha contra el fraude laboral y la economía en B en el sector para “acabar con los contratos de media jornada” que derivan en realidad en “ocho o diez horas diarias” y también con los contratos de ayudante “para luego ejercer de cocinero o cocinera”.
En su opinión, también perentorio afrontar problemas como el acceso a vivienda temporal para los profesionales del sector en las zonas tensionadas por el turismo