La Ponte-Ecomuséu cumple diez años

Este proyecto en Villanueva de Santo Adriano aúna investigación, divulgación e interpretación del patrimonio cultural en el corazón de Asturias.

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Ismael Juárez Pérez
Ismael Juárez Pérez
Graduado en Periodismo. Ha escrito en La Voz de Avilés, Atlántica XXII, El Norte de Castilla y El Salto. Fue coeditor y redactor en la revista de cortometrajes Cortosfera.

La Ponte-Ecomuséu celebró ayer sábado 15 de julio su décimo aniversario con diferentes actividades, música y espicha en Villanueva de Santo Adriano. Una década dedicada a la recuperación del patrimonio, a la investigación y a la divulgación donde se ha involucrado la gente local y donde también se han creado alianzas y colaboraciones con otras entidades internacionales a lo largo de estos últimos diez años.

“las personas son los libros que cuentan historias”

El día comenzó con una jornada para convertir pueblos en bibliotecas humanas con el “Taller pa la creación de bibliotecas humanas interxeneracionales”. “La idea es que las personas son los libros que cuentan historias”, relata Paloma Sánchez, miembro de La Ponte-Ecomuséu, que describe este actividad como “un encuentro donde vienen profesores, bibliotecarios y gente que en general está interesada en hacer bibliotecas humanas en pueblos.” La idea no es solo plantear una iniciativa de un día sino que las personas participantes “vengan a aprender la metodología e implicar a los jóvenes para que hagan bibliotecas de este tipo en sus pueblos.” De esta forma, desde La Ponte-Ecomuséu se distribuyó un mapa con tres puntos diferentes de “libros humanos” en Villanueva de Santo Adriano que se han distribuido entre las doce del mediodía y las dos de la tarde. Paloma Sánchez explica que “la temática que se ha escogido hoy son las migraciones, pero la idea es que cada pueblo adapte la temática más tarde a diferentes planteamientos.”

Desde La Ponte-Ecomuséu se han realizado distintas intervenciones en el territorio como el mural pintado en el lavadero de Villanueva de Santo Adriano.

Historia del Eco-muséu

Por la tarde se ha desarrollado en primer lugar una introducción a la historia de La Ponte-Ecomuséu. Para ello, Jesús Fernández ha contado con una serie de fotografías expuestas en la plaza del ayuntamiento que han servido para ilustrar su explicación.

La idea surgió en 2011. El grupo motor que la inició pensó en crear un museo basado en el territorio, “no en un recinto cerrado con vitrinas”. La popularidad de la Senda del Oso y el turismo unido a las actividades relacionadas con esta ruta han escondido en muchas ocasiones el patrimonio del lugar. “A pesar de que tenemos veinte kilómetros cuadrados de extensión y alrededor de 270 habitantes el patrimonio de este lugar es muy rico”, reivindica Jesús Fernández.

“Limpiamos este sitio y lo dignificamos”, aunque Jesús Fernández señala que “pasó bastante tiempo antes de que nos dejaran mostrar este bien público.”

La primera fase del proyecto consistía en que este primer grupo originario enseñaba a los turistas y gentes del lugar el patrimonio, “éramos traductores del territorio.”

Jesús Fernández, quien es investigador Ramón y Cajal de la Universidad de Oviedo, además del director del proyecto, señala el año 2013 como el primer gran hito, cuando realmente se asienta la iniciativa, “es por eso que ahora celebramos los diez años.” Fue hace una década cuando lograron alquilar un local y rehabilitarlo para tener una sede donde poder empezar a reunirse de forma periódica e iniciar actividades. Eso les llevó a iniciar intervenciones en diferentes lugares de Tuñón, como en los abrigos de arte rupestre con que cuenta el lugar. “Limpiamos este sitio y lo dignificamos”, aunque Jesús Fernández señala que “pasó bastante tiempo antes de que nos dejaran mostrar este bien público.”

A continuación comenzaron a realizar una de las labores más llamativas de esta iniciativa: los talleres de arqueología experimental y actividades con la comunidad local, porque desde este proyecto afirman que “la gente local no debe ser un agente pasivo.”

De esta forma, La Ponte-Ecomuséu realizada excavaciones cada verano. “Se conocen muy bien los castillos, las iglesias o los lugares de las élites del pasado, pero no de la gran masa de la población”, afirma Violeta Gomis, otra miembro del proyecto, “por eso se han hecho excavaciones con estudiantes de arqueología de Londres, además de gente local que quiere participar en esto para descubrir los espacios que ha ocupado el campesinado.” Por ello, llegaron a excavar y aencontrar una casa campesina de madera del siglo XIII, “la primera casa campesina medieval en Asturias”. Desde La Ponte se reivindica una “arqueología protesta” que contribuya a construir “otros relatos” sobre la historia al acercarse con estos trabajos “a aquellos grupos sociales a los que se les ha prestado poca atención en la historiografía clásica.”

“Una auténtica exportación de ideas, trabajo, investigación y compromiso con el territorio. “internacionalización y raigañu“, reivindica Jesús Fernández”

Más tarde, el Eco-Muséu no ha dejado de crecer en iniciativas y personas que se unen a él, “por ejemplo con talleres de oficios tradicionales”, explica Violeta Gomis.

En 2019, el proyecto recibió los Premios Hispania Nostra, algo que, según cuenta Jesús Fernández, es muy importante para ellos: “Esto nos dio de alguna forma más legitimidad ante las administraciones. Solo te ven cuando pasan cosas como estas, que te premien y que salgas en los periódicos.”

La Ponte-Ecomuséu elabora una revista científica, “Cuadernu”, y recientemente ha presentado el libro “Mariposa, Tierra, Mujer”.

En este momento La Ponte se haya en pleno proceso de internacionalización, liderando un proyecto europeo y en el que una asociación islandesa está “aprendiendo la metodología de trabajo” de La Ponte-Ecomuséu. Una auténtica exportación de ideas, trabajo, investigación y compromiso con el territorio. “Internacionalización y raigañu”, reivindica Jesús Fernández.

“desde el ayuntamiento se está apostando por este tipo de cosas para fijar población y crear riqueza, además de descubrir y mantener el patrimonio de la zona”

El balance que hacen desde La Ponte-Ecomuséu es “muy positivo”. Cuentan con cuatro trabajadores y están activando recursos locales, “además del dinero que se queda en el municipio cuando se hacen las excavaciones”, explica Violeta Gomis quien también cuenta que “en Santo Adriano está confluyendo gente joven con diferentes iniciativas que las están poniendo en práctica”, algo que no considera casual, pues “desde el ayuntamiento se está apostando por este tipo de cosas para fijar población y crear riqueza, además de descubrir y mantener el patrimonio de la zona.”

Presentación de libros, música y espicha

Tras la introducción histórica, se presentó un libro del décimo aniversario de La Ponte-Ecomuséu que se une al presentado recientemente titulado Tierra de mariposas, y donde han colaborado tres socios: La Ponte, la organización islandesa Landsbyggðin lifi (LBL); y la compañía francesa de teatro callejero Grouppe ToNNe, un proyecto que busca reflexionar sobre la mujer y el mundo rural a través de una metodología de trabajo participativo.

También se han entregado los premios del Concursu d’Instagram en torno a la mujer, la memoria y el territorio.

Finalmente, el día de celebración para La Ponte-Ecomuséu terminó con una espicha en la calle y un concierto donde actuaron Bimenes UnderPrau y Antón Menchaca.

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