Las izquierdas a la espera del milagro dominical

Las mentiras y las fotos de Feijóo con un narcotraficante han tardado en convertirse en tema de campaña, pero finalmente lo han hecho.

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los nombres claves de esta campaña electoral, vaticinaba el jueves en su mitin gijonés que iba a haber “sorpresón”. Aunque las encuestas siguen dando ganador al bloque PP-Vox, también señalan que su mayoría es ajustada y que los pactos posteriores al 23J decidirán el gobierno de uno u otro bloque. Es decir, las fuerzas nacionalistas y regionalistas pueden ser el árbitro del partido, y aquí la derecha lo tiene más complicado para pactar, ya que su agresivo nacionalismo, en el caso de Vox incluso de tintes anti-autonómicos, les inhabilita para entenderse con quienes reclaman una idea y un articulación más plural de España.

Las izquierdas llegan a la cita del domingo con una sensación de optimismo moderado, conscientes de la gravedad y la adversidad del momento, pero también de que los errores cometidos por Feijóo en la recta final de la campaña pueden provocar un movimiento de placas tectónicas que les beneficie en las primeras elecciones de la historia de España que se celebran en pleno verano. Las mentiras y las fotos del candidato del PP con un conocido narcotraficante han tardado en convertirse en tema de campaña, pero finalmente lo han hecho, imponiéndose al tema de los pactos PP-Vox, que ya mostraba síntomas de agotamiento como ariete progresista frente a la alianza entre dos derechas que no dejan de ser dos expresiones no muy diferenciadas de un mismo proyecto neoliberal para el país.

Mitin de Zapatero en Xixón. Foto: David Aguilar Sánchez

Este optimismo, que se nota en las conversaciones, ya se refleja también en la encuesta diaria “clandestina” que un medio australiano ha estado publicando esta semana. Crecen los que que ven posible a Pedro Sánchez de nuevo en La Moncloa, y Sumar se despega de Vox y podría consolidarse como tercera fuerza política del país.

Todo son incertidumbres en esta hora, pero también existen algunas certezas. Un gobierno de PP con el apoyo de Vox supondría un retroceso histórico en materia de derechos sociales, democráticos y libertades individuales. Este 23J puede convertir a España en la “excepción ibérica” que frena la ola reaccionaria, o en un nuevo eslabón de esa internacional derechista que anhela derogarlo todo para caminar hacia una democracia oligárquica y de mínimos. ¿Hay partido? El domingo lo veremos.

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