Elisa Cepedal regresa a Barredos con “El Cine, 5”

El Cine, 5 narra la historia de Barredos, un pequeño pueblo minero de Asturias, con historias de solidaridad y resistencia durante el franquismo.

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Ismael Juárez Pérez
Ismael Juárez Pérez
Graduado en Periodismo. Ha escrito en La Voz de Avilés, Atlántica XXII, El Norte de Castilla y El Salto. Fue coeditor y redactor en la revista de cortometrajes Cortosfera.

Habrá quien diga: “Otro documental sobre la mina.” Y sí. Está mal decir esto, pero El Cine, 5 es otro documental sobre la mina. Pero algo más. Irregular en su ritmo, contiene también aciertos y virtudes.

Dirigido por Elisa Cepedal este largometraje documental programado en la sección Retueyos del FICX retrata toda una época de Barredos, tras el cierre en 2018 del pozo Carrio. Hay que recordar que Cepedal consiguió en 2019 el Premio del Jurado del FICX por El trabajo o a quién le pertenece el mundo, ubicado también en una barriada de un pueblo minero.

Gran parte de la película está elaborada a partir de fotos en blanco y negro donde voces ancianas a las que nunca les vemos el rostro nos van describiendo las personas que hay en ellas. Y a través de esta forma de contar también conocemos cómo fueron algunos acontecimientos que tuvieron que ver con al mina, con las huelgas, con las muertes, con la represión, con las relaciones sociales en torno a la mina y en el pueblo e, incluso, sobre el carácter batallador del lugar en contraste con otros lugares.

“La mina asturiana y los movimientos sociales en torno a ella en plena dictadura pueden y deben interesar a un público que no solo haya conocido esa época o al asturiano medio que considera este tipo de historias como parte de su identidad.”

A la película puede achacársele que durante demasiado tiempo esas voces nos hablan de personas que no siempre sabemos ubicar en las fotos que nos muestran, algo que por otra parte nos obliga a escudriñar la imagen de forma activa y por momentos consigue subrayar el carácter hipnótico que tienen las fotografías en blanco y negro. Más aún en pantalla grande.

La directora, en cualquier caso, abusa de este recurso y eso hace que en algún momento el ritmo decaiga, pero no el conjunto. Es una película bien construida en la que se ofrece el contraste del presente desde el que vemos todavía más claro el declive de la zona.

Este tipo de documentales son necesarios. Hacerlas y proyectarlas. Y, además, hacerlas bien, como lo hace Elisa Cepedal; y proyectarlas en lugares importantes como el FICX. Desde el punto de vista cinematográfico, por cómo está narrada, el documental de Cepeda intenta no conformarse con juntar fotos y testimonios para el recuerdo. La mina asturiana y los movimientos sociales en torno a ella en plena dictadura pueden y deben interesar a un público que no solo haya conocido esa época o al asturiano medio que considera este tipo de historias como parte de su identidad.

Este tipo de historias merecen dar un paso más allá y lograr acercarse a un público más allá de Pajares aportando valores universales en su narración. Cepedal lo ha conseguido en gran medida. Por eso, cuando la proyección de El Cine, 5 terminó este lunes por la mañana en el FICX, con un sala llena, el público prorrumpió en un sonoro y largo aplauso.

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