Minero antes de hacerse profesor de filosofía, agitó las estancadas aguas culturales del Xixón de los 60, y marcó con su Academia Obrera a una generación de antifranquistas.
Apostó por un sindicalismo negociador y de servicios, alejado del asamblearismo, pero fue firme en los principios socialdemócratas frente a la deriva neoliberal de Felipe González.
Pese a la imagen que pretenden transmitirnos, el 99,9% de los comunistas españoles no participaron en los terribles sucesos de Paracuellos ni en nada parecido, sino que lucharon honestamente en defensa de la legalidad republicana