Hoy se celebra el día mundial de la enfermería. Los sindicatos alertan sobre la falta de personal, y reclaman la contratación de 15.000 profesionales más en toda España para garantizar una atención de calidad a los pacientes. No son demandas nuevas. En las residencias públicas de ancianos, uno de los espacios más golpeados por la crisis sanitaria, los sindicatos asturianos llevan mucho tiempo reclamando más medios humanos y materiales. Elena García, auxiliar de enfermería en la residencia del ERA del Nodo, Avilés, y delegada de la Corriente Sindical de Izquierdas, considera que el servicio se ha deteriorado en la última década, y que necesita al frente a gestores más capacitados.
Han sido días duros para la gente que trabajáis en el ERA
La relación en una residencia es muy distinta a un hospital. Aquí tenemos residentes con los que llevamos años conviviendo. Hay una parte emocional y de lazos de cariño muy importante, y se nos han ido un centenar de ancianos en esta crisis. Para mucha gente somos un apoyo muy importante, más aún cuando no pueden ver a los familiares. Ya te puedes imaginar la situación.
¿Qué ha fallado en las residencias?
Al frente del ERA hay gente no tiene ni idea de gerontología, que está ahí por razones exclusivamente políticas. Los primeros días faltaba material de prevención, instrucciones claras… Tuvimos que exigir protocolos de prevención porque no habían preparado nada. Las cosas no se estaban haciendo bien y se notó. La privatización del servicio repercute en la calidad del servicio. Por ejemplo, costó mucho reforzar el servicio de limpieza de las residencias, que está privatizado. En las residencias privadas hay muchas plazas concertadas, pero faltan inspecciones para revisar si se están cumpliendo las condiciones pactadas. En general se está abusando del concierto de plazas en las residencias privadas para ahorrar costes o para favorecer al sector privado. No tiene sentido por ejemplo que se concierten plazas en la residencia del Montepío de la minería, en Felechosa, cuando hay camas libres en otra residencia pública de la zona. Otra cuestión pendiente es mejorar la coordinación entre las residencias y el sistema sanitario. El año pasado se aprobó un plan sociosanitario del ERA y el sistema de sanidad, pero ahí sigue en un cajón, sin implementarse.
¿Está el trabajo de la gente de las residencias suficientemente valorado?
Ahora mismo hay mucha sensibilidad social y nos sentimos valoradas por la ciudadanía, pero esto no es eterno, y seguimos sin estar valoradas por la administración.
¿Cuánto gana una auxiliar de enfermería en las residencias del ERA?
Depende de los turnos, festivos, la antigüedad… pero hablamos de sueldos ajustados. De media una auxiliar de enfermería ronda los 1.200.
Asturies obtiene las peores puntuaciones por comunidades en atención a la dependencia. ¿Qué falla en el sistema asturiano?
Falta más inversión en dependencia. Estamos bastante por debajo de la media española, que son 664 euros por persona. Aquí andamos por los 486 euros por persona. Cada solicitud de la ayuda necesita ser valorada y pasa mucho tiempo entre ser valorada y ser atendida. Además el número de personas en ese limbo sigue aumentando porque no se invierte suficiente en recursos humanos para reducir las listas de espera. No te hablo solo de las residencias. La atención a domicilio está subcontratada y hay mucha precariedad.
Desde CSI habéis denunciado enchufismo en el ERA. ¿Qué motiva esas denuncias?
La mayor parte de las jefaturas son nombrados a dedo y con procesos extraordinarios. Faltan personas capacitadas para gestionar el ERA y sobran actitudes prepotentes e irresponsabilidad. En plena crisis sanitaria la mayor preocupación de la dirección fue remodelar la estructura orgánica con más nombramientos a dedo de personas cuya cualificación para esos puestos desconocemos. Al frente del ERA siguen faltando personas que demuestren capacidad, y que tenga que ver con la geriatría.