La sociedad civil reclama protección para el patrimonio industrial asturiano

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

El 13 de mayo se iniciaba el derribo de las antiguas baterías de cok de ENSIDESA Avilés. Si bien de momento las palas excavadoras no han tocado los elementos más singulares y susceptibles de protección del antiguo motor de la acería avilesina, la administración sigue sin proteger las chimeneas y gasómetros que han marcado durante décadas la silueta de la ciudad asturiana.

Silueta de Avilés con baterías al fondo. Foto: Xaime Fandiño.

Ante la posibilidad de una demolición total de todo este espacio industrial, que es a día de hoy la apuesta del Principado, el Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón iniciaba el pasado noviembre una campaña para preservar los elementos arquitectónicos más destacados de este recinto: cinco chimeneas, un taller mecánico, el almacén industrial, una batería completa y un gasómetro. Su llamamiento a preservar estas instalaciones ha sido suscrito por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, el Real Instituto de Estudios Asturianos, la asociación asturiana en defensa de la arqueología industrial, INCUNA, la Fundación Juan Muñiz Zapico de CCOO, así como más de una decena de organizaciones nacionales e internacionales dedicadas a la defensa del patrimonio. Como explicaba recientemente Marta Roig, de Nortes, para El Salto, aunque el conjunto de la antigua ENSIDESA está incluido en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial, este instrumento no tiene fuerza jurídica vinculante. Si mañana se derriban todas las chimeneas y gasómetros no pasaría nada desde el punto de vista legal. Desde las asociaciones que piden la protección de este patrimonio industrial se recuerda que su reclamación es perfectamente compatible con los nuevos usos empresariales que se quiere dar al recinto, y que apenas supone proteger un 5% de una superficie de más de 350.000 metros cuadrados.

Baterías de cock. Foto: Xaime Fandiño.

La hoja de ruta del PSOE sigue siendo la demolición integral del recinto. A principios de año PODEMOS Asturies solicitaba en la Junta detener la destrucción del recinto hasta contar con “un estudio de valor patrimonial y de usos alternativos de las instalaciones de las antiguas baterías de cok de Ensidesa situadas en Avilés”. Solo contaría con los votos a favor de IU. En el Ayuntamiento el grupo municipal Cambia Avilés lidera la oposición a una demolición total defendida por la alcaldesa socialista Mariví Monteserín, y su socio preferente, Ciudadanos, que consideran que cualquier modificación en los planes para el suelo de baterías supondría retrasos y poner en peligro las inversiones y los planes para su transformación en nuevo suelo industrial, empresarial y de equipamientos.

Del Bulevar de Santuyano al desvío de la autopista Y por La Vega

Infografía con el proyecto de PP y Cs para La Vega.

Los planes del bipartito PP-Cs de liquidar el Bulevar de Santuyano y sustituir el proyecto premiado con 10 millones de la UE por un desvío de la autopista Y a través de la antigua fábrica de armas de La Vega de Oviedo/Uviéu, encendieron a principios de año las señales de alarma entre personas y colectivos sensibles a la defensa del patrimonio industrial. Como respuesta, el 5 de marzo se presentaba en sociedad la Plataforma Salvemos la Fábrica de La Vega. Un colectivo liderado por profesores de la Universidad de Oviedo/Uviéu, expertos en patrimonio industrial y ex trabajadores de la fábrica. Reclaman una protección integral del recinto, su reaprovechamiento de sus edificios para nuevos usos industriales, culturales y de servicios, así como la conservación de la memoria obrera de la antigua fábrica.

Presentación de la Plataforma Salvemos La Vega. Foto: Iván G. Fernández.

La Plataforma ha solicitado a la Consejería de Cultura medidas cautelares para evitar el avanzado deterioro del recinto fabril, sin actividad desde 2012, el estudio para una declaración de Bien de Interés Cultural, así como la creación de un archivo de memoria oral de los trabajadores de La Vega. Mientras tanto, la titularidad de los terrenos sigue en manos del Ministerio de Defensa. Tras la derrota electoral del tripartito ovetense que no llegó a arrancar un compromiso claro para recuperar La Vega, el nuevo gobierno de las derechas ha paralizado las negociaciones con el Gobierno de España para recuperar la fábrica para la ciudad.

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