Trabajadoras “de usar y tirar”

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

En verano a la calle. Este puede ser el destino de muchas auxiliares de enfermería de las residencias públicas después de haber estado en primera línea de batalla en la peor crisis sanitaria vivida en las últimas décadas. Nuria Álvarez, de 50 años, trabajadora en la residencia de mayores de Grao, una de las más golpeadas por el Covid19 es una de estas trabajadoras cuyo empleo depende de cubrir bajas, descansos y vacaciones. Su contrato como eventual se acaba el 30 de junio. “Llegué con el coronavirus y me marcho con el coronavirus”, señala esta auxiliar de enfermería, que está en la bolsa de trabajo del ERA. Volver a trabajar dependerá del acuerdo que sindicatos y dirección del ERA alcancen en materia de vacaciones y descansos. Mientras tanto se las tendrá que arreglar como puede. Ayer se manifestaba a las puertas de la gerencia con otras compañeras, convocada por los sindicatos CCOO, CSIF y SAE.

Portesta de las trabajadoras del ERA frente a la sede el organismo público. FOTO: Iván G. Fernández

Recortes después de los aplausos. Esta parece la tónica del Gobierno asturiano después de la advertencia del vicepresidente Juan Cofiño sobre la necesidad de reducir en los próximos años el coste de la administración autonómica. La semana pasada la directora del ERA, Ana Suárez Guerra, firmaba una circular informando sobre la necesidad de ajustar las vacaciones “por meses enteros o fraccionados en quincenas”. Una forma sutil de anunciar menos días de vacaciones. Según Elena García, trabajadora de la residencia avilesina del Nodo, y delegada de CSI, “quieren restringir los periodos en los que pedimos vacaciones, y en lugar de 22 días laborables, quieren que cojamos quincenas o meses naturales para ahorrar así descansos”.

Sin haber recuperado aún las horas extras hechas para hacer frente a la emergencia, desde la dirección del ERA se avisa que este será un año “excepcional” en el que dirección y plantilla tendrán que encontrar un “equilibrio justo”. Aunque en la circular enviada por la directora del ERA se afirmaba que “en ningún caso esta gerente pretende lesionar los derechos de los trabajadores”, advertencias como que “queremos ser prudentes a la hora de posibilitar vacaciones en el mes de diciembre”, han sido interpretadas por los sindicatos como una señal de que tampoco se darán descansos en navidades.

Portesta de las trabajadoras del ERA frente a la sede el organismo público. FOTO: Iván G. Fernández

“No cobramos peligrosidad. No tenemos coeficientes reductores como otros trabajadores de otros organismos como el Sespa. Los trabajadores ya están hartos. Y como premio a este trabajo durante tres meses sin descansos y cuidando de nuestro mayores, intentando que no les faltase nada en el día día, viene ahora el ERA con una resolución que incumple el convenio”, denuncia Generosa Tamargo, sindicalista de CCOO en el ERA.  Este recorte en las vacaciones no solo tiene consecuencias para el personal fijo de las residencias, sino sobre todo para el personal eventual que cubre vacaciones y descansos. En palabras de Tamargo, “tememos que no se vaya a contratar a nadie de las bolsas de empleo”.

Desde el Comité de Empresa del ERA, formado por los sindicatos CSI, UGT, USIPA, SATSE, SAE Y CSIF, se recomienda a todos los trabajadores y trabajadoras que realicen la petición de las vacaciones, como marca el convenio, y que no se conformen con denegación oral, sino que exijan denegación por escrito, con fecha y causa motivada. CSI también ha denunciado ante inspección de trabajo falta de seguridad en la residencia de mayores de Pola de Siero. Concretamente que las salidas de incendio están bloqueadas.

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