Luara tiene 30 años, un hijo, y es desde hace cinco cantante profesional en orquestas. “Trabajo todo el año en esto, no solo en verano, también en invierno” señala esta trabajadora del mundo de las romerías y verbenas, que explica que además de las fiestas de prao hay un mercado menos estacional de discotecas que programan orquestas todo el año, actuaciones en restaurantes, en bodas, y sobre todo en pueblos de Castilla, donde muchos ayuntamientos, asociaciones y comisiones de festejos tienen la costumbre de organizar conciertos con este tipo de formaciones no solo en los meses de verano. Además, Luara explica que los meses de invierno son los que ella y sus compañeros aprovechan para ensayar nuevo repertorio y nuevas coreografías. Luara no ha podido beneficiarse del ERTE. Acababa de cambiar de orquesta cuando se produjo el estado de alarma y no le incluyeron. Tampoco se ha podido beneficiar de las ayudas concedidas a los artistas y trabajadores del espectáculo. Señala que no puedes cobrar la ayuda si percibiste antes de solicitarla el subsidio de desempleo, algo que la mayoría de trabajadores del sector estaban haciendo ante la imposibilidad de trabajar. Ahora Luara se encuentra con que se le ha agotado el paro y no tiene ni el ERTE ni la ayuda para los trabajadores de la cultura y el espectáculo. Los únicos ingresos que están entrando en su casa son los de su pareja. Esta mañana el sector de la verbena se ha concentrado a las puertas del Parlamento asturiano para reclamar medidas de apoyo al gobierno asturiano.

Los profesionales, organizados en la Asociación de Orquestas de Asturias, han reclamado ayudas al sector como el acceso a las prestaciones de de desempleo a los trabajadores por cuenta ajena y las exenciones de impuestos a las empresas. Una orquesta mediana en Asturies puede emplear a 10 o 15 trabajadores, y las hay mucho mayores. Luara recuerda que “mucha gente que vive de esto, no solo la que se ve en el escenario, también técnicos, camioneros, administrativos…”. El sector ha reclamado diálogo con el Principado, la creación de un sello de calidad de fiesta de prao, y una campaña institucional que apoye y reconozca la contribución a la cultura y la identidad asturiana de las romerías y las comisiones de festejos.