“Un bar es el local social de un pueblo. El sitio donde la gente se relaciona y se entera de lo que pasa”. Lo dice alguien que sabe de lo que habla, Jose, que con su mujer Laurentina regentó durante 32 años el bar de La Güeria de Urbiés, punto de encuentro del vecindario de esta aldea de Mieres, y lugar de peregrinaje de los amantes de la gastronomía tradicional asturiana, de platos contundentes como la fabada, el pote o el picadillo… Hace siete años se jubilaron y no han tenido relevo. Aunque la mayoría de los 35 habitantes de la aldea están comunicados por un grupo de guasap, echan falta un punto de encuentro físico. Es esa la razón por la que una joven pareja Verónica Gutiérrez y su marido Borja Andrés decidieron ofrecer una casa de su propiedad para quien quiera irse a vivir a ella y abrir en su planta baja un bar-tienda.
Jose, que regentó durante años el bar del pueblo, y Verónica, impulsora del plan para recuperarlo. Foto: Alberto Cruz.
Las condiciones son buenas. Un alquiler de 500 euros al mes, que incluiría vivienda de tres habitaciones y local acondicionado para hostelería con una pequeña terraza. Comprenden que la cosa no está fácil en los tiempos que corren, y se ofrecen a echar una mano hasta que la cosa arranque. Todo son facilidades. “No queremos hacernos ricos, lo que nos importa es que alguien venga y ofrezca este servicio al pueblo” señala Verónica, natural de Xixón, pero con raíces en la Güeria, y que hace cinco años decidió venirse a vivir aquí con su marido y tener una hija en el pueblo. Están muy contentos de la decisión que tomaron, pero también son conscientes de que la aldea necesita más habitantes y sobre todo más niños. Creen que el bar podría jugar un papel clave en darle vidilla a La Güeria, así como en atraer visitantes los fines de semana.
La Güeria de Urbiés. Foto: Alberto Cruz.
Ambos siguen trabajando en Arcelor-Mittal y también crían oveyes xaldes en el pueblo, situado monte arriba, a unos 20 kilómetros de Mieres. Echan de menos un sitio donde tomar algo o “hacer una compra sin necesidad de coger el coche”. Además están convencidos de que la zona con varias rutas de montaña, muy frecuentada por ciclistas y paseantes, ofrece bastantes posibilidades a quien sepa cocinar bien y llevar un negocio de hostelería.
La futura “Caleyuca”. Foto: Alberto Cruz.
La casa, de 1945, no es muy grande, pero tiene unas espectaculares vistas al valle de Turón. En el pueblo ya hay quien se imagina las mesas al aire libre llenas de comensales disfrutando de la comida y del paisaje, de las tertulias en la barra o de la comodidad de ir en zapatillas a comprar café o un litro de aceite.
El éxito de la iniciativa en las redes sociales y en los medios de comunicación ha desbordado a Verónica y Borja, que ya han recibido 125 propuestas de toda España y de otros países. La mayoría las han tenido que descartar por estar demasiado verdes, pero hay ocho o diez que podrían ir en serio. No obstante, siguen aceptando propuestas. La forma de contactarles es a través de su facebook y su instagram. Eso si. Hay algo que no se discute. El nombre. Se llamará La Caleyuca.
Buenas somos una pareja muy interesada y nos gustaría saber si sigue en pie la oferta, me encanta la idea y la verdad la cocina también!!
El tema de la tienda me viene como anillo al dedo.
Me gustaría poder ponerme en contacto con ustedes.
Hola.
Cómo podría ponerme en contacto con los dueños?
Que romántico, pero “500 LEUROS” en la Güeria de Urbies, “un regalo oye”, Espero no encontréis ni a dios.
Hola soy dDavid estaría muy orgulloso e interesado para poder obtener el bar y conseguir una casa aunque sea pagando soy muy emprendedor mencanta los bares y lo rústico