En estos días y semanas con tantas turbulencias en el ámbito nacional e internacional, la noticia de la detención, por Israel, de Juana Ruiz, una española que trabaja en la cooperación, que estos días va a ser juzgada por un tribunal militar, ha pasado a un segundo plano. La suya fue una detención administrativa, totalmente arbitraria, que está teniendo amplia repercusión en los medios de comunicación y que está desatando grandes protestas sociales contra la política sionista de criminalizar la solidaridad con el pueblo palestino.
No se nos puede olvidar que Juana Ruiz, Juani para los amigos, lleva más de un mes en prisión administrativa, sin acusaciones fundadas, sometida además a la jurisdicción militar de Israel, un estado que no respeta los derechos humanos. ¿Hasta cuándo seguirá privada de libertad? ¿Hasta que al sionismo le dé la real gana porque se saben impunes?
Asturias siempre ha sido solidaria con los pueblos oprimidos y a Juani se le debe la gran vinculación de esta tierra con Palestina. A su labor se debe que muchos asturianos hayan conocido a los palestinos, cómo viven la ocupación, todo lo que conlleva un régimen de apartheid agravado por la permanente limpieza étnica, el constante robo de sus propiedades y recursos, la destrucción de sus infraestructuras, los asesinatos selectivos y masivos; todo ello con el objetivo de afianzar un estado judío en el que sobran los palestinos.
Desde hace décadas Juana Ruiz es de sobra conocida en las instituciones asturianas. Juani siempre acudía con proyectos para llevar la salud a ese pueblo tan maltratado, que también es el suyo, porque Juani es española y palestina; española por nacimiento y palestina porque allí vive, y palestinos son su marido y sus dos hijos. Su tarea como trabajadora de los Comités de Salud ha consistido en llevarle a este pueblo el derecho a la salud, para que no le faltara atención médica.
Gracias a Juani, representantes de instituciones asturianas y miembros del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe pudieron y pudimos conocer esa tierra con tanto patrimonio histórico, ver sobre el terreno la red sanitaria y asistencial de los veinticinco centros de Health Work Committees y evaluar los proyectos financiados desde Asturias. Pero, además, percibir con nuestros propios ojos el drama humano que padece Palestina: las colonias israelíes, las humillaciones constantes a las que los tienen sometidos los ocupantes, la displicencia de los soldados en los check points, visitar los campos de refugiados. Y, por el contrario, apreciar la capacidad de resistencia de ese pueblo, el empoderamiento de muchas de sus mujeres. En definitiva, comprobar sobre el terreno lo que ocurre en Palestina: una realidad opuesta a la equidistancia con que algunos medios pretenden informar, en el mejor de los casos, asimilando al agresor y al agredido.
Por medio de las iniciativas de Juana Ruiz, canalizadas sobre todo desde la Agencia Asturiana de Cooperación y ayuntamientos como los de Gijón, Langreo y en su momento Oviedo, se desarrollaron proyectos sanitarios para los veinticinco centros sanitarios de Health Work Committees, se los dotó de una ambulancia medicalizada, se apoyó el centro de personas discapacitadas y en Belén una escuela para niños y niñas.
A su vez en Asturias nos honraron con su visita importantes personalidades palestinas, como el arzobispo de Jerusalén, Teodosios Atala Hanna; la presidenta de los Comités de Mujeres, Maja Nassar y Victor Batarshe, alcalde de Belén, con quien se firmó un protocolo de amistad y cooperación entre Gijón y la ciudad de Belén. Por todo ello, en reconocimiento a tan buenas relaciones, una de las plazas de Belén tiene por nombre plaza de Gijón.
También hemos tenido visitas de niños y adolescentes palestinas y palestinos; procedentes, unos, de los campamentos de refugiados de Siria, Líbano y Jordania, y otros de los territorios ocupados, entre ellos George, el hijo de Juani. Estos muchachos y muchachas fueron recibidos en las instituciones municipales y regionales; durante unos días jugaron a los bolos, al futbol, se bañaron en nuestras playas, compartieron encuentros con alumnado de un instituto de Gijón, participaron conjuntamente en excursiones y en otras actividades… Como deferencia al compromiso de Asturias con Palestina, tuvo lugar la escala en Gijon de dos embarcaciones de la Flotilla de la Libertad Rumbo a Gaza y con el voluntariado que llevaba a bordo se vivieron momentos inolvidables.
Hace poco más de un mes una unidad del ejército israelí asaltó las oficinas de Health Work Committees y destruyó los equipos informáticos. Desde entonces la detención de Juani se veía venir. ¿Con qué objetivo? Inventar acusaciones falsas contra ella, y dar un golpe a la cooperación para hacer todavía más difícil la vida de la población palestina, al igual que están haciendo al negarles el acceso a la vacuna contra la COVID-19.
En Asturias no podemos olvidar a Juana Ruiz en estos momentos tan difíciles en que, con pruebas inventadas, la acusarán de todo lo peor. Defender a Juani es estar con una mujer que tanto ha contribuido a la salud de este pueblo, y a que conociéramos su grandeza y su resistencia a la ocupación. Gracias a ella se han establecido vínculos de afecto entre Asturias y Palestina, y por eso tanto a Juani como al pueblo palestino no podemos dejarlos en el abandono.
Ante esta situación pedimos a las instituciones regionales y locales de Asturias que no se muestren indiferentes ante las acusaciones falsas que le atribuyen, que se impliquen en su defensa y trasladen a las autoridades españolas y europeas la necesidad de su apoyo incondicional, porque la solidaridad no es ningún delito. Al mismo tiempo, reiteramos la petición de que de una vez se tomen medidas contra el estado de Israel, un estado colonial que incumple los derechos humanos con la población palestina y las resoluciones de la ONU, un estado que no acata la legalidad internacional.