La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS) ha convocado para hoy cerca de medio centenar de concentraciones en otras tantas ciudades de todo el Estado. El lugar escogido en Asturies fue la gijonesa plaza de Europa, frente al centro de salud Puerta de la Villa, donde una variada representación de usuarias y usuarios del sistema público sanitario, trabajadores y trabajadoras de la sanidad, representantes sindicales, vecinales y del movimiento de pensionistas se congregaron a mediodía para denunciar “el desmantelamiento de la sanidad pública y el saqueo de los fondos públicos para que la empresa privada haga su agosto”.
María José Navarro, trabajadora de la sanidad pública y militante de la Corriente Sindical d’Izquierda (CSI), fue la encargada de leer un comunicado en el que se denunció que “la pandemia ha demostrado que la situación de colapso y deterioro de gran parte del sistema sanitario es producto de las privatizaciones y recortes que llevan aplicando años”. Criticó que en estos meses, en “lugar de dedicarse a reforzar el sistema público han repartido los fondos extraordinarios Covid entre todo tipo de empresas privadas. Mientras el sistema público agoniza, los accionistas de los seguros privados se frotan las manos tras experimentar el incremento más fuerte de los últimos quince años”.
Alertó de que con la llegada de los fondos europeos “se pretende repetir la maniobra, repartiéndolos de nuevo entre las grandes corporaciones, sin dedicar prácticamente nada a reforzar el sistema público” y ese dinero procedente de Bruselas “se convertirá en deuda que pagaremos los de siempre mediante los recortes que prepara el Gobierno central”. Dijo que sólo el 1,4 % de los 72.000 millones “que en teoría llegarán este año se van a dedicar a sanidad, pero en lugar de reforzar las plantillas (se podrían contratar durante un año 20.000 médicos, por ejemplo) se van a dedicar a digitalización y renovación de la alta tecnología; es decir acabará en los bolsillos de los de siempre”.

La portavoz aseguró que “maltratan a los profesionales. Con la mejora de la situación
epidemiológica, en todas las comunidades autónomas y con independencia del color
político, los que quedamos estamos agotados y desmoralizados, hemos pasado de ser héroes a ser innecesarios”. Advirtió de que el 25% de la plantilla del servicio nacional público de salud se jubilará en los próximos cinco años y “el futuro que se presenta es pavoroso”. Añadió que “los centros de salud se han convertido en supermercados sanitarios, están deteriorando la Atención Primaria para asegurarle el negocio a la sanidad privada”.
También puso el acento en que las vacunas contra la Covid fueron creadas gracias a fondos públicos, a pesar de lo cual “los gobiernos de los países ricos mantienen las patentes para garantizar los millonarios negocios de las multinacionales farmacéuticas, que de un modo vergonzante no dejan liberarlas para que las vacunas lleguen a los países pobres”. Concluyó su intervención reivindicando “una asistencia sanitaria de verdad para todas las personas. La salud no puede ser un negocio. Hay que blindar la sanidad pública. ¡La lucha está en la calle!”.
En declaraciones a los medios de comunicación, Ana Carpintero, enfermera del Hospital de Cabueñes y también militante de la CSI, señaló que “la pandemia nos demostró la necesidad de una sanidad pública bien dotada y fuerte. Sin embargo, nos tememos que estamos caminando en dirección contraria, que se están dando cada vez más las privatizaciones y el incremento de los seguros privados. Y lo que posibilita esa situación es la Ley 15/97, que hay que derogar. Eso y el artículo 90 de la Ley General de Sanidad es lo que permite todas las privatizaciones”.

Por su parte, Manuel Cañete, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Xixón, manifestó que “sentimos la necesidad de apoyar esta convocatoria porque está en la línea de nuestra defensa de la sanidad pública con todo lo que estamos viviendo en Gijón respecto a la Atención Primaria, que es fundamental”. Agregó que “la sanidad es un plato muy goloso para la privatización, y estamos viendo cómo se derivan continuamente servicios hacia la privada. Estamos viendo cómo incluso en el Principado se ha deteriorado la calidad de la sanidad pública economizándola y llevándola a niveles impensables; estamos por debajo de los niveles de hace diez o doce años en Atención Primaria. La sanidad pública no puede regirse por las leyes de mercado”.
Además de la CSI y las federaciones vecinales urbana y rural, respaldaron la convocatoria de este mediodía la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Sindicatu Unitariu y Autónomu de Trabayadores de la Enseñanza d’Asturies (SUATEA), la Coordinadora de Pensionistas de Asturies (COESPE), el Movimiento de Pensionistas de Asturies y la Plataforma contra la Contaminación Electromagnética.