No sabemos cuántas aceras tiene la capital asturiana, pero sí sabemos cuántos trabajadores se encargan de mantenerlas: dos. A todas luces un número insuficiente para una ciudad de más de 220.000 habitantes y 186,6 kilómetros cuadrados. El final del contrato con la anterior empresa encargada, Imesapi S.A, en octubre de 2020, ha dejado en el aire al mantenimiento de las vías ovetenses y a sus trabajadores, que hoy se manifestaron a las puertas del Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu. La nueva contrata, CGS, propiedad de Joel García, presidente de la patronal de la construcción asturiana, se niega a subrogar a los antiguos empleados de Imesapi S.A, que han planteado una demanda en los tribunales para lograr su recolocación. Mientras tanto, el mantenimiento de la capital asturiana se encuentra en el limbo, ya que la adjudicación del contrato a CGS se encuentra paralizada legalmente, a la espera de juicio. Para solventar la situación el bipartito ha entregado un contrato menor a CGS para el que solo están contratados dos ex trabajadores de Imesapi S.A.
Concentración a las puertas del Ayuntamiento. Foto: David Aguilar Sánchez.
En noviembre del año pasado CCOO advirtió que al no prorrogarse el anterior contrato mientras se resolvía el nuevo, la ciudad quedaría sin mantenimiento de aceras. Desde los tres grupos de la oposición, PSOE, Somos y VOX, también han criticado la falta de previsión del gobierno de Canteli y de su concejal Nacho Cuesta, de Ciudadanos, así como el estado de abandono que presentan numerosas calles de la ciudad, con baches, baldosas rotas y señales deterioradas. Tanto el PSOE como Somos Oviedo/Uviéu acudieron esta mañana a la Plaza de la Constitución para respaldar las demandas de los trabajadores, que en este momento se encuentran en situación de desempleo. La socialista Ana Rivas, anterior edil de infraestructuras, ha criticado la “cabezonería” del bipartito de derechas. “En septiembre les avisamos de que esto iba a pasar” señaló Rivas, que al igual que Nacho del Páramo considera una imprudencia que no se buscara entonces un contrato relevo en previsión de que se produjera este vacío y se necesitara una medida provisional.
El castellano también debe mostrarse limpito. Más que cortesía, que también, es obligación. Así que, escribamos “subRogar”, “subRogación”, porque la posición de esa “erre” no es intervocálica.