Quemar basura: el regreso de un viejo proyecto tumbado por la justicia

El movimiento ecologista apuesta por impulsar el reciclaje de residuos, frente a los planes de convertirlo en combustible para La Pereda, Mieres.

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

En 2017 el Gobierno del Principado de Asturias renunciaba oficialmente a la incineración de basuras. La decisión llegaba tras una histórica sentencia en 2015 del Tribunal Superior de Justicia de Asturias que cerraba el paso al viejo proyecto del PSOE para solucionar el problema del vertedero de COGERSA, al límite de su capacidad: quemar basura. El nuevo Plan de Residuos 2017-2024 proponía como alternativa fomentar el reciclaje, pero también la creación de combustible a partir de residuos. Es decir, una de cal y otra de arena. Reciclaje sí, pero abriendo también la puerta a la quema de los llamados combustibles sólidos recuperados, un derivado de las basuras que se presenta en los últimos tiempos como la alternativa verde a la incineración de toda la vida, ya que se trataría de quemar residuos, pero seleccionados y menos peligrosos, y aprovechando instalaciones preexistente como hornos industriales o cementeras.

Desde 2017 el Plan de Residuos ha avanzado lentamente en el fomento del reciclaje en Asturies. Paz Orviz, la gerente de COGERSA, admitía recientemente que el 75% de los residuos que mandan los ayuntamientos asturianos vienen mezclados y se depositan directamente a vertedero. Hasta 2023 no se contará con una nueva planta de reciclaje para disminuir ese porcentaje que a día de hoy se va al directamente vertedero y que con un mejor tratamiento podría ser mucho más reaprovechado. Mientras tanto ha surgido en el horizonte un proyecto que vuelve a encender las señales de alarma de los detractores de la incineración: quemar residuos en la central térmica de HUNOSA en La Pereda. La empresa pública ha presentado al Principado un plan para producir electricidad en esta pequeña central del concejo de Mieres a partir tanto de biomasa como del llamado combustible sólido recuperado generado a partir de nuestras basuras. En el Principado no ven con malos ojos la idea, que sin embargo ha puesto en pie de guerra a los vecinos de la zona. El mes pasado presentaron 2.500 alegaciones individuales y 60 de asociaciones y colectivos. Miguel Ángel Martínez, presidente de la asociación vecinal de La Rebollá, una de las más activas en la oposición al proyecto de HUNOSA, señala que “nunca nos opusimos a la quema de biomasa, pero quemar combustible procedente de residuos ya es otra cosa”.

Martínez apunta que temen las consecuencias para la salud si la antigua central térmica “se convierta por la puerta de atrás en una incineradora de basuras”. También la diputada de Podemos Asturies Nuria Rodríguez se ha referido a los planes para La Pereda como “incineradora encubierta”. Desde el Principado lo niegan y señalan que las emisiones estarán controladas. La Coordinadora Ecoloxista lo niega. Considera que Principado y HUNOSA “venden como algo inocuo” una actividad que va a contribuir a agravar todavía más el deterioro de la calidad del aire en Asturies. También un reciente informa de Greenpeace “La puerta de atrás de la incineración de residuos” advierte del peligro para la salud y el medio ambiente de la quema de combustible procedente de la basura, pero sobre todo advierte que esta práctica supone el “desaprovechamiento de una gran cantidad de materiales recuperables valiosos”. La alternativa de Greenpeace es clara: invertir en separación y reciclaje, una actividad que ya genera 42.000 puestos de empleo en España.

“Los vecinos temen las consecuencias para la salud del valle y de la zona central asturiana”

También en Ecoloxistes n´Aición Paco Ramos pone el foco en la cuestión del reciclaje, quemar siempre va a desincentivar la separación y reciclaje de basuras, pero además este veterano del movimiento ecologista asturiano muestra su escepticismo con respecto a las posibilidades de La Pereda para la biomasa. “No hay 400.000 toneladas de biomasa en Asturias” apunta Ramos, que señala que necesariamente habrá que traerla de fuera, con el consiguiente gasto energético en transporte. Ramos también señala que lo interesante de la biomasa está en aprovechar los residuos forestales del territorio, no en trasladar biomasa de un lugar a otro y convertir los bosques en reservas de combustible plantando árboles de crecimiento rápido y escaso valor, como los pinos y eucaliptos. Para Ramos “desde Ecoloxistes siempre hemos defendido ir a un aprovechamiento de la biomasa eficiente y a pequeña escala, para producir calor, y no electricidad”. Ramos pone como ejemplo la fabricación de pellets, que ya cuenta con empresas importantes en Asturies, o la puesta en marcha de pequeñas centrales para calefacción y calentar agua: “por ejemplo en el barrio de Fasa en Valladolid tienen una gran caldera común que funciona con biomasa”. Casi 400 viviendas se benefician de este sistema en la capital castellana.

Al frente vecinal y ecologista, hasta ahora apoyado por el Ayuntamiento de Mieres, Podemos e IU, se ha sumado ahora un nuevo aliado: Foro Asturias. Su secretario general y portavoz, Adrián Pumares, estuvo ayer reunido con los vecinos, a los que trasladó el respaldo de su formación política. El líder forista defendió la continuidad de la instantalación como planta para quemar biomasa, pero recalcó la oposición frontal de su partido a que “la central térmica de La Pereda sea utilizada como incineradora de residuos” por los riesgos que esta entrañaría para la salud pública: “El Gobierno de Adrián Barbón debe cumplir con la normativa medioambiental y dar una respuesta clara a los vecinos sobre cuáles serán los pasos de su Ejecutivo en relación a la actividad de la central térmica de La Pereda”.

Los vecinos anuncian que van a seguir las movilizaciones para impedir que en La Pereda se queme otra cosa que no sea combustible de origen forestal. Quieren que no se vea solo como un problema de un valle o un concejo, sino de toda la Asturies central.

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