Los vecinos que no amaban la Ronda Norte

Una asamblea en la Pista Finlandesa retoma la organización del movimiento por una alternativa a la autopista que atravesaría el Naranco

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

Hugo y Eliana son vecinos de Ciudad Naranco y habituales de la Pista Finlandesa. Como muchos ovetenses de todas las edades, acuden casi a diario a pasear por esta popular vía verde en la ladera del monte Naranco. Ayer participaron en la asamblea convocada en la Pista por la Asociación Vecinal La Centralilla para informar sobre la Ronda Norte y organizar movilizaciones en defensa de una alternativa a esta. Era la primera vez que acudían a una reunión de la asociación del barrio.

“Tenemos que aprender de los errores del pasado y no volver a cometer la barbaridad de destruir espacios verdes” señala Hugo, que define la Pista Finlandesa como un espacio en el que peatones, ciclistas y mascotas “conviven en armonía”. El entorno de la vía verde, pero también el Colegio Parque Infantil y el IES Monte Naranco quedarían completamente desfigurados de salir adelante una Ronda Norte que discurriría por lo que hoy es el parque que ocupa la ladera, y que solo en una parte iría soterrada. Desde La Centralilla, Activa Ciudad Naranco, la Asociación Vecinal Fuente de Los Pastores, la Asociación Vecinal de Las Campas, Manos por el Naranco y los grupos ecologistas ANA y Ecoloxistes n´Aición defienden una alternativa basada en una conexión de Ciudad Naranco a la AS2 y de La Florida a la Ronda Sur a través de un nuevo enlace: la llamada Vía Rápida de la Pixarra. Una opción que también defienden Podemos e IU por su menor coste económico e impacto ambiental y que recientemente han llevado en forma de PNL al Congreso de los Diputados y la Junta General del Principado.

Una treintena de vecinos y vecinas acudió ayer a la reunión. La publicación por parte del diario La Nueva España de las infografías de la consultora que elabora el proyecto para el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha encendido las alarmas de muchos vecinos y vecinos de la zona, que temen ahora el impacto que la Ronda puede tener en su vida cotidiana.

Marilde, vecina de Vallobín, y también usuaria de la Pista Finlandesa, teme además el daño que la Ronda puede hacer al entorno de los monumentos Prerrománicos. Carlos, que lleva 20 años viviendo en Ules, lo tiene claro: “Todo lo que sea acercar el monte a la ciudad es positivo, todo lo que suponga poner barreras y separar es negativo”. La asamblea arranca. Eliana y Dani proponen difundir al máximo entre los usuarios de la Pista. “Mucha gente todavía no está enterada” comenta Eliana, a la que se lo dijeron unas amigas con las que suele coincidir en la Pista. “Hay que poner pancartas en las ventanas” apunta Lluisa. “Necesitamos buzonear y empapelar el barrio con carteles de las infografías y en los que se vea bien el impacto que la Ronda va a tener” señala otra vecina. “Hay que dejar bien claro que somos un barrio olvidado y que esto es una nueva agresión. Nos quieren meter más tráfico y obras” denuncia Laura. También se alude al Plan General de Ordenación Urbana y a los intereses inmobiliarios detrás del proyecto. Al cabo de una hora la asamblea se disuelve, se organiza un grupo de guasap y todos llevan deberes para casa. El primer objetivo: explicar a la opinión pública que no es cierto que los vecinos estén reclamando la Ronda Norte y que existen alternativas mejores a los problemas de tráfico.

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