Ha querido el destino que la inauguración de la asamblea confederal de Ecologistas en Acción, que este año se celebra en Xixón auspiciada por Ecoloxistes n´Aición, coincidiera con la festividad de Santa Bárbara, patrona de los mineros. Un tema tan universal, y tan asturiano como la transición ecosocial, fue precísamente el tema escogido para la apertura del encuentro presencial de la principal cofederación ecologista española. Por eso, la participación en el acto inaugural de alguien que viene de una comarca minera afectada por la descarbonización era importante. Pablo García fue el encargado de hablar desde uno esos territorios en declive, que buscan nuevas oportunidades para su gente. En opinión de García, los reiterados fracasos de las administraciones públicas locales y regional a la hora de reactivar la economía de estas comarcas han dejado una herencia muy negativa: “La desilusión y la pérdida de confianza en el futuro es el principal rasgo de la psicología social de las cuencas”. La falta de planificación y de participación ciudadana explican para García el fracaso de los fondos mineros. Errores que espera no se produzca de nuevo con los nuevos fondos llegados de la UE para la llamada “transición justa” de los territorios afectados por la descarbonización. El sociólogo, activista del Conceyu pola Transición Xusta y colaborador de Nortes, señaló que lugares como la cuenca del Nalón, en la que él vive, han quedado muy degradados ambiental y urbanísticamente a causa tanto de la actividad minera e industrial, como de los posteriores cierres sin planes de restauración. Por eso, García defendió inversiones urgentes para la “regeneración ambiental, paisajística e industrial de las cuencas” y hacerlas así atractivas, “en primer lugar para sus vecinos y vecinos, pero también para nuevas empresas”.

¿Cuál es el origen de la situación que estamos viviviendo? La crisis energética no ha caído del cielo, sino que es “la consecuencia directa de la expansión sin límites del capitalismo” afirmó Luis González Reyes en la mesa de apertura celebrada este sábado en la FIDMA. Reyes afirmó que la crisis climática es hoy mucho más grave de lo que podía pensarse hace 20 o 30 años, y eso exigirá medidas más drásticas y rápidas de las que podían imaginarse en la décda de los 90. Marisa Castro, responsable del área de energía de Ecologistas apuntó tres: completar la descarbonización, desterrar el resto de energías fósiles y la nuclear, y poner en marcha un acelerado plan de ahorro y eficiencia energética. La idea de que solo con las renovables no basta para transitar hacia otro modelo energético, fue una de las más reiteradas en la mesa inaugural. Luis González Reyes subrrayó la necesidad de planificar un gran ahorro energético, porque “incluso un desarrollo al máximo de las energías renovables es incapaz de sostener el actual modelo capitalista”. El fomento del transporte público, la arquitectura bioclimática y el urbanismo verde, la relocalización de la economía para reducir las distancias que recorren los productos, materias primas y alimentos, fueron algunas de las estrategias que el co-autor de “En la espiral de la energía” puso sobre la mesa como ejemplo de esa necesaria reducción del consumo de energía y materiales.
El despliegue masivo de parques eólicos y solares es hoy día uno de los temas calientes que divididen al ecologismo. Un sector los considera imprescindibles para acelerar la descarbonización y desnuclearización. Otro se opone a ellos.

Para Castro, frente a los macroproyectos de renovables que está poniendo en marcha el oligopolio eléctrico, se hace necesario oponer un modelo de pequeñas y medianas instalaciones ligados a las comunidades en las que están instaladas. La coordinadora de energía considera fundamental en ese sentido priorizar la autoproducción y las comunidades energéticas, así como repartir de manera más planificada y distribuida en el territorio las nuevas instalaciones de renovables.

¿Qué relación existe entre transición ecologíca y cambio social? Para González Reyes “el capitalismo no está adapto al planeta” por lo que se hace necesario transitar también a otro tipo de sociedad y economía. La crisis ecológica brinda la oportunidad para abrir ese debate. Según González Reyes, del mismo modo que el capitalismo se ha ligado hasta el día de hoy al desarrollo de las energías fósiles,”la transformación socio-económica y la socio-energética tienen que producirse a la vez”.

Contra el oligolpolio eléctrico también cargó Soledad Montero, activista contra la pobreza energética, que puso de manifiesto el contraste entre el derroche de energía y la exclusión al mismo tiempo de muchos hogares que no pueden calentarse de manera satisfactoria. Para Montero el “bono social” puesto en marcha por el Gobierno ha sido un primer paso, aunque todavía insuficiente para lograr la cobertura de una necesidad básica como el suministro de energía.
¿Eolica marina sí o no? Esa ye la question.